En esta entrega, nos vamos a referir un poco al control social. Término no muy agradable, pero necesario dentro de los países para garantizar el orden público, la justicia, la paz, el Bien Común, la seguridad jurídica, sin pisotear a los más débiles, sino salvaguardando todos sus derechos.
En la República Bolivariana de Venezuela, hasta hace algunos años atrás, nuestra sociedad fue criada bajo el concepto del "coco" ( Si haces esto o si haces aquello, "te va a salir el coco") bajo una égida y una concepción total y eminentemente represiva y que coarte la creatividad de la gente, y esto es muy nocivo, sin duda alguna. Pero, con las nuevas realidades que nos circundan hoy en día, en medio de la sociedad del conocimiento, la diseminación de redes sociales y el surgimiento de diferentes focus group, hacen que si usted le quiere aplicar el criterio del "coco" a un niño, niña o adolescentes de que si no hace tal o cual cosa "le va sa salir el coco", usted tendrá la respuesta de ese niño, niña o adolescentes, preguntándole quien es el fulano "coco", y que donde está para conocerlo. La realidad ha cambiado totalmente.
Teniendo esto en cuenta y claro, cabría entonces la siguiente pregunta: ¿ Como crear controles sociales de masa? Porque si estos no existen, sencillamente todos los que hacemos vida en sociedad haríamos lo que nos diera la gana, y entraríamos en un desorden y en un caos que en nada nos benefician.
Hoy en día, en nuestras sociedades no hay compenetración con las nuevas normativas, el dinero hasta ahora es el único social que existe hasta los momentos, y nuevamente nos preguntamos: ¿Cual es el control social que requerimos para el combate frontal y efectivo al problema de la delincuencia?
Por ejemplo, Cuba tiene un orden entre ellos. El control de la criminalidad violenta en Cuba debe agradecerse en primer lugar a Washington que los obligó a crear un eficiente servicio de seguridad, capaz de infiltrar y mantener durante años a una espía en la Agencia de Inteligencia del Pentágono (DIA).
Aprendieron a defenderse de los planes violentos de su vecino -invasiones, intentos de asesinato, atentados, sabotajes, alzados, etc.- y aplicaron los mismo principios generales y las mismas técnicas para deshacerse de la delincuencia común.
Infiltraron a los grupos delictivos más violentos y los capturaron uno a uno. Finalmente algunos fueron al paredón, otros terminaron en la cárcel y muchos dejaron el país, aprovechando las facilidades migratorias ofrecidas por EE.UU. a todos los cubanos.
Servicios de inteligencia entraron en acción apoyados en la información de los Comités de Defensa de la Revolución, los CDR, en una operación a nivel nacional que metió en prisión a los principales traficantes y a sus cómplices.
Claro, no fue sólo de esta manera como en Cuba fue resuelto el problema. También ellos trabajaron profundamente el problema a través de la cultura y la educación de su pueblo, atendiendo a sus niños y niñas y a los sectores más vulnerables de su población. En Cuba no hay desnutrición infantil, y al atacar los problemas estructurales, la delincuencia por ende, tiende a disminuir.
En Venezuela, tenemos mucho por hacer. Aún hay muchos prejuicios y dogmas del que nos tenemos que liberar. Aún algunos creen que en nuestro país, señor es solamente el que usa una corbata, con el perdón de los que las usamos, y se ha aplicado al máximo las tesis de Boaventura Santos sobre el fascismo. Ya hemos advertido en anteriores entregas, lo peligroso que están realizando algunos sectores con la promoción y exacerbación del fascismo en nuestro país.
En este gran debate, a propósito del asesinato de Mónica Spear y su pareja, Thomas Henry Berry, lo que está detrás de todo esto es el tema del control social. No olvidemos que tenemos toda una imagen y una serie de logros y conquistas que tenemos que cuidar al extremo.
Y sencillamente el que no se encuadre dentro de las normas, los convencionalismos sociales de una sociedad, corre el inmenso riesgo de ser descalificado socialmente. Por eso debemos darle importancia a todo lo que decimos y hacemos.
En estos momentos y producto de este debate, los únicos que están hablando de este tema, del control social, son los sociólogos y los psicólogos sociales. Los primeros, desde la perspectiva del entorno social que analizan, los segundos, desde la perspectiva de como generar control social, por eso hay que pararles un poquito a ambos.
Debemos trabajar fuertemente dentro del tema de la seguridad ciudadana, en la creación, en principio, y posteriormente lo iremos explicando con mayor lujo de detalles, la creación de mecanismos sin el uso de la fuerza para que nuestra gente y nuestro pueblo entienda la importancia de las políticas de Estado del cumplimiento de nuestras normas, de nuestras leyes, de nuestros reglamentos, y que nuestra gente debe entender, tarea titánica y nada fácil en estos momentos en donde la cultura del "más vivo", y de la anomia social, de alguna manera está imperando en nuestra sociedad venezolana.
Aquí casi que estamos planteando la relación binaria Estado-Sociedad de Bobbio, y sus teorías sobre la democracia. Esta realción binaria es totalmente asimétrica, pues el Estado es muy grande y poderoso, y regula la sociedad, pero es a través del Derecho Administrativo, que se compensa un tanto la asimetría de esta relación.
Y es necesario que exista un equilibrio entre todos los actores sociales que conforman una sociedad, tanto los que están en el sector público, como aquellos que están en el sector privado.
Aún hay mucha tela que cortar, pero de momento, lo dejaremos hasta aquí.
