Polémica Valderrama-Maduro o cómo entender aquello tan bonito que mientan “participación popular”

Algunos meses después de que el presidente Chávez anunciara por primera vez que el socialismo era nuestra meta, algunas personas -entre la que me incluyo- se sintieron desilusionadas al constatar que existían discrepancias entre el modelo de socialismo que tenían en su cabeza con el socialismo que desde Miraflores se delineaba.No podía ser de otra manera. Sólo un acto de magia haría de golpe y porrazo hacer coincidir los conceptos que cada quien maneja al respecto (y otros relacionados),al margen de la discusión inconclusa décadas atrás y que muchos habían olvidado, perdidos en el laberinto neoliberal impuesto por los organismos multilaterales a los países subdesarrollados, hasta los buenos días del “por ahora”.

Pese a la decisión del presidente Chávez de enrumbarnos al Socialismo y al compromiso que ello implica con nosotros mismos,los pueblos del mundo y ante la historia, transcurridos tantos años, y ahora sin él, aúnno nos hemos acercado a una definición medianamente satisfactoria, es más, ni siquiera hemos empezado la discusión de tan urgente tema. Mientras no tengamos una idea, por lo menos general, de hacia dónde queremos ir, menos sabremos de cómo llegar y todo cuanto hagamos estará sujeto a la espontaneidad y a la táctica proceso que puede resumirse acomovaya viniendo vamos viendo, con el correspondiente derroche de esfuerzo y el peligro que se cierne de revertir el proceso.Sospecho que el reciente toma y dame Valderrama-Maduro tiene falla de origen.

Pongamos un ejemplo que ilustra, creo, lo errático que puede ser la acción gubernamental cuando no existenideas claras y mecanismos de participación masiva en la discusión de los temas más importantes que nos atañen como pueblo: la actual campaña contra la corrupción, inobjetable de todo punto de vista. Respiramos un ambiente de reivindicación popular dándole tal respaldo al presidente Maduro que, nos atrevemos a asegurar, dispersaría las dudas que algunosopinantes últimamente han querido abultar en torno a la conducción del gobierno de Nicolás, si no empezáramos a ver de nuevo colas, desabastecimiento, especulación, etc.Al momento lo aplaudimos, ¿pero a dónde nos ha conducido?

¿Se puede construir una nueva sociedad instrumentando “campañas” para resolver problemas puntuales y domésticos? Medidas contingentes dan resultados inmediatos pero no permanentes y la lucha contra la corrupción debe ser de raíz so pena de mandar al traste lo logrado hasta ahora. Es más, si de verdad queremos construir socialismo, no importa por ahora cuál es el que mejor le cuadra a cada quien: tu, el socialismo real; aquella,de siglo XXI; yo, científico; el otro, mágico-religioso, en fin, la única garantía de hacer elSocialismo es con la participación y protagonismo del pueblo, sólo el pueblo determinará en su práctica cómo construirlo y cuál será su signo.
Por lo pronto, y con todas las discrepancias que pueda tener con la forma, las acciones instrumentadas por Maduro en la lucha contra la corrupción y de cercar a la oposición en un clima general de aceptación de paz para reducir los índices de criminalidad, me parecen acertadas y nunca expresiones de debilidad y entrega a la burguesía. Mucho menos como un restaurador de lo que aún no hemos desmantelado. Eso sí, estoy consciente de que puede ser solo empatía por compartir, tiempo ha, una concepción de organización y lucha y no la aceptación de una política justa que ha sido producto de la discusión colectiva y sobre la cual tendría una cuota de responsabilidad.

Si la discusión referida Valderrama – Maduro no tiene ulteriores, es decir, si no es expresión solapada de contradicciones entre tendencias en el equipo de gobierno sobre viejas discrepancias de conceptos no suficientemente discutidos en torno a cómo abordar la construcción del socialismo, modestamente yo les recomendaría menos calificativos y mayor esfuerzo por centrar la discusión en temas verdaderamente fundamentales para nuestro proceso como lo es el abrir mecanismos permanentes de participaciónde la gente en las decisiones e implementación de políticas gubernamentales y no montar un pugilato de exhibición que deja al pueblo aburrido en la grada.

Saludos a todos

Juan Torres Rodríguez
jutor2000@gmail.com



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Juan Torres Rodriguez


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