¡Todos somos Chávez! Comandante, tu mismo lo dijiste con tu palabra cristalina, fuerte y decidida.
“Ahora yo no soy yo, todos somos Chávez”
A veces en mis soledades hablo con tu espíritu, no importa que algunos me crean loco. En realidad todos los que somos revolucionarios, somos soñadores y perseguimos nuestros sueños, más allá en el infinito.
Recuerdo comandante amigo aquel día que te conocí, y pude estrechar tu mano, faltaban sólo tres días para que el voto de tu pueblo te nombrara presidente.
Vestido con tu austero traje azul y tu corbata roja, que impresión tan grande causaste en mí, la misma que aún causas en tu pueblo, que hoy sigue tus pasos, enseguida comprendí que eras poseedor de ese carisma, del don de la palabra y el convencimiento que rodea solamente a los verdaderos líderes.
Recuerdo tu sonrisa, al ver mi poema “Canto a Hugo Chávez” escrito un miércoles 6 de enero, me miraste fijamente, con él en tus manos, luego de repasar brevemente con tus ojos los versos, y me dijiste amablemente con ese interrogante a flor de labios ¿”Me lo puedo quedar”?
“Quédese usted con el comandante, lo escribí para usted”.
Y con tu mano izquierda te lo guardaste en el bolsillo de aquel palto azul, que usaste tantas veces, y que era tan tuyo.
En el poema, te comparaba con Bolívar nuestro Libertador.
Qué casualidad, entonces no te conocía como ahora, ni sabía que tú eras en verdad Bolívar como ahora lo se, que habías despertado de nuevo, que habías regresado nuevamente. Como aquel Bolívar del Cuartel de la Montaña.
¿Cuántas coincidencias?
En ese instante, comprendí que por eso era tu sonrisa complaciente de padre bueno. Luego brindamos con vino y bautizó un libro titulado “La Rebelión de los Ángeles”
A los días siguientes fuiste electo presidente por primera vez, era el 6 de diciembre de 1998. Hugo Chávez fue electo cuatro veces presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Pasaron los años, y el carismático líder de elocuentes discursos y valientes acciones, al lado de su pueblo, día a día se parecía su liderazgo más y más al del Libertador, tanto que su vida tiene muchos rasgos paralelos y símiles a la vida del héroe fundador de Bolivia.
Hoy comprendo, aquel interés supremo por abrir el sarcófago de Simón Bolívar para conocer si el Libertador fue envenenado, si sus restos eran en verdad del héroe de Carabobo. Aquel acto fue como un designio, un mandato de su Libertador Bolívar. Como consecuencia de esto, dignificado fue el padre de la patria, le hicieron un nuevo sarcófago de caoba, perlas de Cubagua y oro de Guayana, además de cubrirlo con la nueva bandera “la de la octava estrella” La estrella de Guayana, que sirvió de asiento a la República en el Congreso de Angostura.
Dijo Hugo Chávez, “Sabemos sin duda que estas aquí padre, eres tú”
Nos dejó como regalo de esta investigación, el verdadero rostro de nuestro Libertador.
Chávez cumple su labor como un predestinado, como interpretando un deseo de Bolívar, que desea aclararnos dudas que flotan alrededor de su muerte, -la de Simón Bolívar- y quisiera él convencernos y asegurarnos que allí descansan en efecto sus restos. Que coincidencia de estas dos vidas convertidas en momentos luminosos en una. Ambos son guerreros, y militares ambos, enferman y mueren jóvenes, Bolívar a los 47 años, y Chávez a los 59. Sin ver concluidos sus sueños libertarios, amados y odiados por muchos al mismo tiempo, y quizá ambos pudieron haber sido envenenados muy sutilmente. Bolívar lucha contra los imperios de su época España y Estados Unidos que ya lo perfila nuestro héroe como una amenaza futura. Al decir esta frase premonitora: “Los estados Unidos parece destinado por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad” Chávez continúa la lucha de Bolívar en esta época, como si la fuese el mismo poseso del Libertador, contra el imperio estadounidense. Y en la figura de un Rey español, tiene un encontronazo. Son los girones que quedan del desaparecido imperio colonial español.
En verdad que las coincidencias son tantas, que a más de uno nos hace estar seguros de que Hugo Chávez, fue sin dudarlo la reencarnación de nuestro Libertador. Y que como bien dijo Pablo Neruda en su sublime.
“Canto a Bolívar”
Yo conocí a Bolívar
Una mañana larga
En Madrid,
En la Boca del Quinto Regimiento.
Padre, le dije
¿Eres o no eres quién eres?
Y mirando al Cuartel de la Montaña
Dijo: Despierto cada cien años
Cuando despierta el pueblo.
Hoy 4 de febrero ¡Todos somos Chávez!