A veces creo que los funcionarios del gobierno asumen que la mayoría de los venezolanos somos estúpidos, que vivimos en la burbuja que nos diseñaron a su medida y que de paso carecemos de capacidad de análisis. Veamos. A diario leemos, escuchamos y vemos declaraciones de funcionarios gubernamentales, asumiendo como triunfos de micro batallas, de incautaciones de contenedores de alimentos, medicinas e insumos de primera necesidad en los principales puertos nacionales, pero lo que ha colmado mi precaria paciencia es la declaración del ministro de Transporte Acuático Hebert García Plaza de la incautación de 100 MIL LATAS DE LECHE FORMULADA en el Puerto de La Guaira porque supuestamente tienen más de 40 días retenidas en el puerto y de remate con un sobreprecio de 400 %.
Esto, que constituye un delito de lesa humanidad, al atentar contra lo más indefenso de nuestra sociedad, los bebés recién nacidos, más que ser denunciado por un ministro, lo que requiere es un culpable, o culpables, porque lo contrario es impunidad. Como hecho noticioso está bien que la población sea informada de hechos tan detestables como este, pero las autoridades competentes tienen el sagrado deber de investigar hasta sus últimas consecuencias y dar con los responsables y que sepamos quien o quienes son, mientras los ampare el anonimato y la ineficiencia gubernamental, ellos seguirán atentando contra el país, contra la población y contra el futuro de las generaciones por venir.
Estoy plenamente convencido, que más que denuncias, los venezolanos lo que esperamos de este gobierno y sus instituciones es acción ejemplarizante ante delitos de esta naturaleza, que no queden impunes, que caiga quien caiga. La fortaleza del enemigo del pueblo radica en el hecho que actúan desde las sombras y desde allí seguirán operando sino se les pone un parao. Señor Presidente Nicolás Maduro Moros, hijo de Chávez y de la Revolución, deje la amenazadera que guerra avisada no mata soldados y si los mata es por pendejos, y la oligarquía y sus operadores no tienen un pelo de tontos.
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