Muy recientemente publiqué a través de Aporrea un artículo que titulé: El Gran Polo Patriótico: ¿Un Objeto con Gente Adentro?[i] Decía en esa oportunidad, que lamentablemente el Gran Polo Patriótico estaba quedando como una trampa caza votos para el PSUV. Su importancia viene dada sólo en los días previos a los procesos electorales y luego de esos procesos; el Polo Patriótico deja de ser un juguete atractivo.
Prevalece entonces la imagen de un Gran Polo Patriótico que ofrece una oportunidad para una alianza electoral y desde el punto de vista político; el llamado Gran Polo Patriótico es dejado a un lado. Este echarse a un lado, no responde únicamente a una decisión del PSUV, responde también a una actitud de las fuerzas políticas que componen al Gran (¿?) Polo Patriótico.
El Polo entra a la alianza electoral porque su preocupación en esa coyuntura se limita básicamente a solicitar puestos en cargo de elección y esa conducta lo lleva deslindarse o no tomar en cuenta la necesidad de una alianza política bajo las estrictas condiciones de un PROYECTO POLÍTICO. Una alianza política en las cuales se incluya decisiones fundamentales del proyecto político.
Si nos fijamos en la posición del PCV por ejemplo, pareciera que lo dicho hasta ahora carece de sentido. No es así; tiene sentido esta percepción, aunque aparentemente el PCV luzca muy autónomo. Simple y tristemente; el PCV juega su partida electoral. Como hemos sabido, el PCV dejó de apoyar a unos candidatos del PSUV porque tienen antecedentes sospechosos fama de corruptos- . Si existiese una verdadera alianza política; el Partido Comunista de Venezuela, que se define anticorrupción no debería cuadrar una alianza así, porque en el fondo, saca provecho de la corrupción que existe en el PSUV. Una alianza política socialista que tenga voluntad para combatir la corrupción, va con todo contra la corrupción. No se pone el pañuelo en unos sitios y en otros se los quita. La política debe ir al fondo contra la corrupción. Ni un candidato con fama o inclinaciones de corrupto.
Pienso y desearía estar equivocado, pero el Gran Polo Patriótico se siente y se reconoce pequeño y no debería asumir tal conducta. Más que continuar bajo la falda del PSUV; el Polo Patriótico debe estructurar y colocar en la calle una política de alianza con el PSUV bajo condiciones políticas y no situaciones meramente electorales. Al Polo Patriótico debe interesarle el socialismo y las políticas que permitan transitar esta ruta.
Una cosa que parece verdaderamente insólita y que pone en evidencia esto de sentirse pequeño y estar bajo la falda del PSUV, toma sentido en la vocería principal del Gran Polo Patriótico. Hoy la vocería la tiene Blanca Rosa Eekhout, quien en lo personal una es revolucionaria extraordinaria, pero el Polo debería tener una vocera o vocero que salga de las fuerzas distintas al PSUV. Hoy es la Camarada Blanca Rosa Eekhout y ayer, las funciones de vocería y coordinación estuvieron bajo la batuta de Soto Rojas. Así de pequeño deben sentirse, que lamentablemente hasta la vocería está bajo la autoridad del PSUV.
Desearía ver a las fuerzas políticas que componen al Polo Patriótico como una GRAN fuerza política. No tal vez en votos, pero si en autoridad moral y POLÍTICA para terciar en un debate que abra vías a la alternativa socialista. Un Gran Polo Patriótico conectado autónomamente al proyecto bolivariano. Un Gran Polo Patriótico capaz de recoger voces y voluntades que andan dispersa. Un GRAN Polo Patriótico abriendo un debate sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos y si eso que hacemos nos conduce al socialismo. Así deseo ver un Gran Polo Patriótico.
¡A Ponerse las Pilas!
@ClaudioElcuaco