Con que moral el oposicionismo se retira

Un sector de los partidos políticos de la denominada oposición venezolana decidió aventurarse y salirse del juego democrático. En mi criterio, para que una persona o una organización tome la decisión trascendental extrema y arriesgada como la que han tomado las cúpulas de los partidos puntufijistas, deben realizar previamente un estudio para considerar y evaluar algunos aspectos sobre la plataforma en donde se van a sostener los argumentos esgrimidos para defender sus ideas, deben estar regidos por tres pilares fundamentales que a la larga determinaran, el éxito o el fracaso de la operación.

El primer pilar es la justicia, el segundo pilar es la verdad y el último, es el que determina la fuerza de las acciones a ejecutar, el pilar de la moral. Echemos un vistazo a una etapa por la que transito el país un largo periodo que abarco casi la mitad del siglo XX y que se denomino el “El pacto de punto fijo.” Con la caída del dictador Pérez Jiménez, se inicia la etapa del periodo de la democracia representativa, quedando plasmado en la historia como el pacto de punto fijo.

Desde su inicio comenzó atropellando y violando los derechos de un sector importante de la población venezolana de la época, como lo fue el partido comunista de Venezuela (P.C.V.), a pesar que los militantes del (P.C.V.) tuvieron una activa participación protagónica en el derrocamiento de la dictadura, nunca se les reconocieron sus derechos políticos que se lo habían ganado y por ley le correspondían. Tres partidos políticos amparados y asesorados por la embajada norteamericana, tomaron la decisión unilateral de excluir al (P.C.V.) del accionar político del país.

Estos tres partidos Acción Democrática (AD), El partido Social Cristiano COPEI y Unión Republicana Democrática (URD), realizaron un pacto de gobernabilidad, cuyo principal objetivo era respetar el esquema planteado y predeterminado por el imperio norteamericano, focalizados en defender los intereses de las trasnacionales, respetando estos lineamientos tendrían asegurada la hegemonía por varias décadas. Y así fueron transcurriendo los años con una democracia maquillada mediaticamente, llegaron las elecciones de 1978 y los partidos puntofijistas se encontraron con el primer dilema, Jovito Villalba (URD) punteaba en las encuestas, a pesar de que había sido fundador y firmante del pacto de punto fijo, sus actuaciones indicaban que era un hombre con conciente de lo que era el rol de un presidente de la república, demostrando en varias oportunidades que no era manipulable.

Los partidos AD y COPEI decidieron en forma fraudulenta arrebatarle las elecciones a Jovito y su partido (URD), porque lo consideraban un hombre problemático, la autoría intelectual de esta decisión correspondió a la embajada de los Estados Unidos. A lo largo de este periodo de la democracia representativa, existió un verdadero secuestro de los poderes públicos incluyendo al poder electoral y nadie se atrevía a gritar fraude, ningún medio le daba cobertura a este tipo de denuncias y los que se atrevían eran encarcelados o desaparecidos, ahora yo me pregunto si los argumentos presentados por la dirigencia de los partidos de oposición tiene una plataforma sólida, que cuente por los menos con un pilar que le mencione antes, creo que no, y califico como un garrafal error de la oposición, porque esta decisión esta descontextualizada de realidad política que vive el país.

Solo me queda decir, que los aventureros puntofijistas se lanzaron en una piscina sin agua y el golpe que recibirán va ser muy fuerte, mucho más fuerte que cuando el golpe de estado de Abril, los militares de plaza Altamira, el sabotaje petrolero y las guarinbas. Como diría Pablo Milanes “la historia trae su carro, que algunos nos montará. Por encima pasará a todo aquel que quiera evitarloooo” y como dice el dicho no hay mal que por bien no venga, sobre todo esta ultima parte va dirigida a los partidos políticos que apoyan al presidente, llego la hora de hacer una nueva y novedosa política en Venezuela, que se aleje de lo material y se acerque más a lo social.

Es un buen momento para enterrar los interés individualistas y rescatar el interés colectivo, hay que dejar que los muertos entierren a sus muertos y nuevamente invito a los partidos que dicen estar con el proceso, a que sus actuaciones se alejen de la cultura de la cuarta república como diría un gran filosofo de la humanidad “ya basta de copiar modelos, o inventamos o erramos”


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