El pasado proceso electoral, del 4 de Diciembre, es una demostración de que el derecho, las normas constitucionales y legales electorales son superiores a aquellos que pretenden subvertir las reglas y normas democráticas.
En sana lógica, es imposible que quienes se retiran del juego democrático electoral, impongan las condiciones. Es la antitesis de los valores de la democracia, quien pretenda argumentar que la abstención tiene la razón, es como, decir que, pierde quien fue a votar, quien cumplió con la Ley y gana un abstencionista, a quien nadie conoce, a quien nadie puede determinar si su abstención es por flojera, por fastidio político electoral, por desidia, por manifestación de ser oposición, por que se enfermo ese día, por que siempre ha sido abstencionista, o por que no le importa lo que pasa en el mundo político.
El hecho de la abstención jamás, en ningún país puede imponer se como solución de conflictos, otra cosa es la demostración de fraude electoral de un elector, de un proceso electoral o de un sistema electoral. Pero donde las reglas son transparentes, donde los actores políticos son respetados, donde hay observadores internacionales, donde pueden participar, se hacen campañas electorales, pueden elegir y ser elegidos, actúan y tienen la vocería en los medios de comunicación, jamás tendrán razones, ni fundamentos, para alegar que la abstención es una fuerza donde los hechos se imponga al derecho, ES EL DERECHO QUIEN DERROCA EL HECHO ABSTENCIONISTA.
LA ESPERANZA FRENTE A LA DESIDIA
Es indudable que quien vota lo hace con una esperanza, por una convicción, cree en un proyecto, en una propuesta o adversa una propuesta y cree en otra.
Qué pasa con el abstencionista; no tiene esperanza, puede inclusive llegar a no creer en la democracia, en la participación electoral, o es un abstencionista sin partido (es indiferente, en el sentido de posición no definida), también puede haber un sector que tiene prejuicios sociales, culturales, religiosos, sobre el ejercicio de la acción política y respecto a las elecciones.
LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES Y POLÍTICOS SE EJERCEN
Generalmente los derechos constitucionales se ejercen, es imposible ver en algún momento, a alguien que no defienda el derecho a la vida, el derecho al trabajo, el derecho de los niños, niñas y adolescentes, el derecho a la salud, a la educación, y qué pasa con el derecho al voto, a elegir y ser elegido.
Este es un derecho constitucional, que puedes ejercer, pero si no lo ejerce un sector de la población, cómo puede reclamar, en nombre de quién, quiénes están de acuerdo o se pusieron de acuerdo para no ejercer el derecho constitucional a votar, a elegir y ser elegido. Cuál es la ética del abstencionista, se podrá generalizar y englobar a todos en una única ética del abstencionista. Los derechos constitucionales generalmente se ejercen y porque alguien deje de observarlos o cumplirlos no puede afirmarse que se anulan, se desaplican, pierden vigencia, todo lo contrario se refuerza el derecho cuando alguien pretende violar el derecho a la vida, a la salud, a la educación, lo mismo ocurre con el derecho al voto y el ejercicio de la democracia. Lo demás es un juego de palabras que usa alguien o un sector, sin argumentos lógicos para abrogar con hechos dudosos un derecho constitucional universalmente aceptado. La ética del abstencionista dice que no necesitas votar, ser elegido o elegir, eliminemos al Estado-colectivo.
LA VERDAD INÚTIL.
ARGUMENTO AB ABSURDUM
Quien promueve la abstención electoral nos esta diciendo, que no existe la VERDAD, que se carece de guía, de horizonte, de referencia. Los partidos políticos tienen su razón de ser por la lucha de ideas, de proyectos, los cuales se tensan, se miden en los procesos electorales, en donde el pueblo, el ciudadano les dice, les expresa su aceptación mayoritaria o no, a menos que sepan que van a salir derrotados. Quien no participa en un proceso electoral no puede medir su aceptación popular, menos puede decir que poseen la verdad, Qué verdad poseen. Cuál proyecto representan, entran en el terreno de la inmoralidad al servir a los intereses de un imperio, quien pretende intervenir indirectamente, financiando ONG, que sirven de lacayos. Si existe una verdad inútil, podemos decir que es la de la abstención. Argumento ab absurdum: gana quien no participa, eso no está en la constitución de ningún país civilizado.
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