La nueva modalidad de las Guarimbas las convierte en minas antipersonales que explotan y matan o mutilan a quienes inadvertidamente las activan. Colocar alambres o guayas en las vías a la misma altura de los sitios donde incendias cauchos, y al mismo nivel por donde pasa la cabeza de los motorizados, es un técnica de los paramilitares colombianos para degollar a los enemigos. Queman basura y atraviesan todo lo que encuentran a su paso. Automóviles abandonados, chatarra, arboles que arrancan de los parques, cajas. Todo eso lo hacer de manera coordinada, al llegar las tanquetas de la Guardia Nacional con chorros de agua y bombas lacrimógenas. Tienen un plan de retirada que lo cumplen con disciplina militar, una y otra vez.
En algunos casos se refugian en edificios desde los que reciben ayuda, en otros se pierden entre las veredas de algunas urbanizaciones donde tiene casas de abastecimiento. Para acabarlos en necesario hacer primero una labor de inteligencia o reclutar colaboradores en la gente que vive cerca o en los sitios de las guarimbas… Esto lo han hecho en las zonas donde habita la clase media alta o la media clase, que no pasa de ser aspirantes a oligarcas. Ante la mirada indiferente o la aprobación de vecinos, de transeúntes o de mirones que han acompañado estas manifestaciones. Es triste oír las expresiones de odio de todas esas personas. Logré infiltrarme entre ellas y escuche a un joven que venía de los Raudales, el edificio desde donde francotiradores hirieron a varios trabajadores que manifestaban en apoyo al gobierno. También una medico que se dirigía a cumplir su guardia en el hospital, no la dejaban pasar y se idéntico como médico y entonces casi la linchan, gritándole que dejara que esos chavistas se murieran.
Estos jóvenes no tienen la más puta idea del peo donde están metidos. Ni se dan cuenta de cómo son manipulados y que se han convertido en asesinos. Sin embargo no es que sean unos angelitos, están envenenados, rabiosos y en ese estado son capaces de cualquier atrocidad. Desde colocar unas trampas para asesinar motorizados, hasta lanzarle bombas molotov y colocar francotiradores contra las manifestaciones de trabajadores por la paz.
Hasta ahora la Guardia Nacional y la Policía parece que no logran descifrar las tácticas y la estrategia militar que estas huestes utilizan para mantener vivas las Guarimbas. Si no involucran al otro pueblo, al revolucionario en este combate difícilmente podrán ganarle a estos muchachos entrenados y financiados por el imperialismo…