Toda crisis, sea esta económica, social o política tiene: su principio, desarrollo y final. Ninguna crisis es eterna. Lo que hoy viven algunos sectores de Clase Media por intermedio de los actos violentos denominados “guarimba”, no es más que el desarrollo de una pésima política de la derecha que, pretende llegar al poder político central que le ha sido esquivo por 16 años. En el año 1998, separaron las elecciones de gobernadores y alcaldes de las presidenciales, para evitar un barrido y mesa limpia de las fuerzas chavistas. Esa jugada política la hicieron en complot con el Consejo Supremo Electoral, llamado así para entonces, y donde era manejado por el partido Acción Democrática (AD). En el 2002 le propinaron un golpe de estado a la Revolución, solo duro 48 horas. Luego sobrevino el Lockout patronal manifestado por la extinta Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y el gremio de comerciantes de Fedecamaras que junto con la iglesia paralizaron al país. Esta acción abarco a la industria petrolera y su cúpula tecnocrática, es así, como, la Republica pierde en 64 días de saboteo continuos más de 13 mil millones de dólares, la mitad de nuestras reservas internacionales. Al fin esta acción apátrida llega a su fin y, su fracaso contribuye al saneamiento de la nómina de PDVSA, en la cual ahora trabajan verdaderos hombres y mujeres comprometidos con el país y su gente.
Pasan los años y, en el 2004 aparece un fenómeno violento denominado “Guarimba” cuyo creador es un cubano mayamero, este cubano gusano, también trata de montar una emboscada al gobierno reclutando paramilitares colombianos los cuales aloja en una finca llamada Daktari. El gobierno desmonta la guarimba atizada por alcaldes del este de Caracas y de otras zonas de clase media en el interior del país. Los nombres de Leopoldo López y Capriles Radonski ya con un prontuario en el golpe del 2002, son los protagonistas de estas guarimbas, La guarimba y la acción paramilitar fracasan.
En el 2007, la Revolución sufre por escaso margen su primera y única derrota electoral en el referéndum para la reforma de la constitución. Un triunfo no tanto por la oposición a la misma, sino, por errores cometidos a lo interno del Chavismo político al tratar de introducir sin consulta previa al pueblo unos artículos que no estaban en el texto original presentado por Chávez. Por supuesto esta victoria pírrica pero triunfo al fin también fue ayudado por una campaña mediática de la derecha que dejo al descubierto la falta de acción comunicacional por parte de la Revolución.
No podemos pasar por debajo la acciones violentas o guarimbas ocurridas en las elecciones presidenciales del 2013, cuando el lechuguino Radonski mando a “descargar la arrechera sobre el pueblo chavista”, en esa acción se destruyeron Propiedades Públicas, CDI, Ambulatorios, Vehículos Oficiales, y lo peor; asesinatos de militantes chavistas y de niños inocentes por parte de los fanáticos caprilistas, 13 muertos fue el saldo fatal. Estas acciones criminales para nada hicieron mella en el triunfo de Nicolás Maduro.
Hoy, Febrero 2014, nos encontramos con una mezcla de todas esas acciones anteriores. Guarimbas, Manipulación de noticias a través de medios nacionales e internacionales, Pronunciamientos de la Casa Blanca a favor de los facinerosos, Cierres de algunos comercios de expendios de alimentos. Faltan cuatro ingredientes principales, diríamos esenciales para aproximarse al golpe definitivo, como son el apoyo de las Fuerza Militares y de la Industria Petrolera, así como el de la Clase Obrera y de los Sectores Populares. Sin estos sabores, la guarimba debe perecer lánguidamente como las llamas de sus llantas o cauchos.
Ahora bien, que vendrá después del fracaso de esta acción apolítica de la derecha nacional e internacional. Reza un dicho popular..”Que después de la tempestad viene la calma”.. O este otro más en acorde con la ciencias sociales..” Después del caos viene el orden”.. Es así, que al finalizar este desabrido que está viviendo sectores de clase media, vendrá una recomposición de las políticas nacionales en algunos aspectos importantes.
La Revolución como gobierno debe entrar a capitulo. Los temas económicos no pueden pasar por debajo de la mesa, deben ser abordados de manera inmediata y con la participación de los sectores económicos que hacen vida en el país principalmente el pueblo. La seguridad ciudadana debe una vez por toda ser tratada de manera integral por todos los sectores que vivimos en este país (Ciudadanos, Iglesia, Oposición, Estudiantes, Industriales, Gobierno). Estos dos factores (Economía y Seguridad) que son muy delicados y, penetran e influyen todos los estratos sociales sin distingo de clases, son dos buenos puntos para empezar el dialogo que tanta falta hace en Venezuela.
El dialogo debe ser sin cortapisas, debe ser genuino, democrático, colocando al país y a los más vulnerables de primero. No puede ser un diálogo de sordos, tampoco acomodaticio, sus primeros resultados deben ser a corto plazo. No puede ser entreguista, la soberanía del país debe ser respetada. El único ganador debe ser la sociedad plena, es decir, todo los ciudadanos del país.
Sería una buena nueva para todos si esto se concreta. Ya dejada atrás la guarimba y sancionados sus responsables, pensamos que una nueva Venezuela se abre camino. Es Ahora o Nunca
Venceremos¡¡¡