Esta lectura constituye un aporte sobre la disputa y confrontación muy específica que hoy corre por dentro de nuestra realidad. La intención es contribuir en ese debate extendido entre muchos colectivos, individualidades y Pueblo Bolivariano en general. Lo hago con sumo respeto porque creo que es necesario compartir apreciaciones políticas, también surgidas del debate en distintos espacios y en nada alejadas de las conversaciones familiares que se dan por dentro de los hogares venezolanos y que entiendo pueden asumirse como parte de ese aprendizaje colectivo que emerge en toda coyuntura donde se intensifica la lucha de clases.
1.- A la derecha nacional e internacional se le está enredando cada vez más su plan de escalamiento golpista con las “guarimbas” y su oleada de violencia. Dicho plan es una réplica tardía de lo que pretendían hacer si en las municipales del 8-D lograban superar al chavismo, pero eso no sucedió.
Pretendían cabalgar un hipotético triunfo en las elecciones municipales para activar el plebiscito y generar una crisis de gobernabilidad sobre la base de una victoria electoral. Un plan en desfase: entraron en derrota y transitoriamente se les produjo otra crisis interna debido a que no pudieron justificar el “fraude” que propagaron con relación a las elecciones presidenciales.
Con mucha antelación tenían preparada la ofensiva conspirativa sobre la base de un escenario de triunfo, que no se les dio y que lo activa el sector más desesperado al que la MUD le asignó esa tarea. Tarea imposible de detener por parte de la dirección fracturada de la MUD y que ya no tiene control sobre ese tejido de conspiradores de la clase media y alta de esa parte de la dirección de la derecha vinculada a los intereses más oscuros de la oligarquía venezolana en la que delegó la parte operativa de la conspiración “guarimbera” y golpista.
Activaron el plan sobre otro escenario (no de triunfo electoral sino de derrota) y están llevando a jóvenes en su mayoría desesperados, a quienes les han inoculado, no un plan político, sino una orientación fascista dirigida a imponer a como dé lugar un “Nuevo Régimen” u “Orden” que dé al traste con el gobierno de Maduro y, principalmente, contra los avances conquistados en la CRBV. Todo un plan descolocado coyunturalmente, que apunta a irrespetar y desconocer las decisiones de la mayoría del pueblo en los últimos procesos electorales, que se monta sobre el descontento de la población debido a la crisis económica generada por las personificaciones del Capital y de una Burocracia Corrupta que se han robado los dólares y que utiliza y alienta a una parte minoritaria de la población, en especial a sectores jóvenes de la clase media, para acabar con el gobierno e ir a contrarreformas dirigidas a desmontar las conquistas sociales logradas durante el proceso bolivariano. Una aspiración neoliberal cínicamente develada por la posición de los medios de comunicación capitalistas y que, seguramente, se va a estrellar contra el aprendizaje más progresivo del Pueblo Bolivariano en su ejercicio procesual revolucionario: evitar que la burguesía nacional e internacional recupere el control total de la Renta Petrolera con la que se ha venido honrando parte de la Deuda Social que se tiene con el Pueblo Venezolano.
2.- La oposición no recupera los espacios perdidos y necesarios para una aventura que les dé un mínimo de éxito en su plan, no logra extenderse y que le sigan sectores populares y de la clase trabajadora. Protagonizan una insurrección burguesa y de sectores medios confinada en sus cotos y enclaves de clase, aunque con capacidad para generar graves daños y perturbaciones al funcionamiento económico y social en áreas de las grandes ciudades.
Menos aún han logrado construir la dirección y la movilización de masas que acumularon en el 2002 y que les permitió sacar por menos de 40 horas a Chávez e incluso prolongar el Golpe transformado en saboteo y paralización de la industria petrolera.
Están debilitados:
a. FEDECAMARAS está desprestigiada porque es parte esencial y responsable encubierta de lo que se ha denominado “guerra económica”: ente y operador político-económico que ha logrado cooptar los funcionarios del Estado que permitieron degenerar y perforar el Control de Cambio como mecanismo de defensa de los dólares provenientes de la Renta Petrolera.
b. La Conferencia Episcopal, que constituye el alto mando de la Iglesia venezolana aún no sale de la derrota del 2002 y de su crisis interna por la oscura osadía de involucrarse en un golpe, enfrentado en la calle y contra ellos, por la gran mayoría de su propia grey o “rebaño de fieles”.
c. Y el aparato de la CTV, cuya dirección sindical traidora ha servido de furgón de cola de la burguesía nacional y extranjera para generar confusión al interior de la clase trabajadora del país, sigue siendo un cadáver insepulto.
3.- Hay que reconocerle a la derecha más resuelta y que intenta sacar a Maduro ya, que han hecho un gran esfuerzo de preparación para echar vaina hasta el cansancio. Bueno… hasta que el Pueblo Bolivariano, contenido por la política de pacificación de Maduro, se lo permita. Pueblo Civil y Uniformado que no solo está en los barrios sino también en sectores de la llamada clase media: profesionales, técnicos y trabajadores calificados capaces de evaluar un importante número de medidas dirigidas a que recuperaran un nivel de vida que estaba siendo pulverizado por un sector financiero e inmobiliario corrupto y que con el gobierno bolivariano les fue restituido. Esto lo decimos, porque en última instancia el mismo Pueblo del 13 de Abril sabrá colocar la situación en sus justos términos: políticamente la conspiración nacional e internacional está cabalgando derrotas… subestiman los triunfos electorales, la inmensa participación en esos eventos y, tercamente, insisten en obviar su debilidad para poder voltear el Proceso y su actor esencial: el Pueblo Bolivariano. Sépanlo: no basta sacar a Maduro, como no bastó sacar momentáneamente a Chávez. Porque más allá de la dirección política del proceso está el pueblo de esta revolución y con éste tendrán que confrontarse. Un nuevo 11 volvería a tener un 13.
4.- La inmadurez política de la derecha es tan demencial, que toda la preparación con antelación para actuar en un “escenario de victoria en las elecciones municipales con su correlato plebiscitario”, pretenden introducirla a juro en una realidad totalmente distinta a la que ellos visualizaban si ganaban las elecciones municipales. Este simple desatino en la lectura de la realidad los ha conducido a la desesperación y a la más despreciable irresponsabilidad. Su equivocada política solo se explica porque actúan como simples lacayos tarifados de intereses foráneos, sin importarles nada el saldo provocado en muertes y todos los desmanes que han llenado de intranquilidad y zozobra a la población del país: una actuación no solo equivocada sino recurrente en su insistencia antidemocrática de desconocer la voluntad de una mayoría que se mantiene atada al proceso bolivariano y que ha evitado, en cada momento de peligro, el asalto de la derecha por derrocar el gobierno por vía conspirativa e inconstitucional.
5.- Por supuesto, tienen un plan en desarrollo, así la correlación de fuerzas y la propia realidad los contradiga. Plan que hay que detener, porque que en nuestras filas se prendieron las alarmas ante las declaraciones de Vielma Mora y que rápidamente el gobierno tuvo que contener. La vanguardia del proceso bolivariano conoce ese formato: si la conspiración tiene con qué y activa la fase de goteo; es decir, comienzan a desertar de las filas del gobierno los que han sido tocados por la contrarrevolución y la lógica más corrupta del capital, entramos en otra situación que amerita urgentemente un cambio en el rumbo y en la política actual del gobierno de Maduro. Pero si este cambio de rumbo o Golpe de Timón no se produce y continúa prevaleciendo la debilidad y falta de resolución por parte del gobierno en enfrentar la conspiración, los sectores consecuentes con derrotar a Maduro pueden imponerle la misma política a la totalidad de la oposición, lo cual podría llevar a un cambio en la correlación de fuerzas que les permitiría avanzar hacia un punto de inflexión, en medio del tránsito de una crisis económica y de gobernabilidad, que nos conduciría a otros escenarios. Escenarios que, seguramente, ellos ya han evaluado y que fundamentalmente se centran en el aprovechamiento y la confusión que generaría un estado de caos generalizado en el país para forzar, hipotéticamente, a un sector del estamento militar a intervenir.
“Intervención clásica” dirigida a separar al presidente del cargo: ante la posibilidad de una “confrontación de pueblo contra pueblo” y que conllevaría a administrar salidas controladas dentro del “marco constitucional” para dar paso a un gobierno transitorio presidido por el Vice Presidente de la República. Una alcabala que, seguramente, la derecha también habrá evaluado como débil ante un nuevo cuadro político superestructural surgido de la ofensiva movilizadora que, supuestamente, creen poder acumular. Otro escenario a evaluar lo podría activar el propio Maduro, apelando a un ejercicio democrático y refrendario o plebiscitario sobre su continuidad en el mando presidencial y dirigido a evitar un escenario de guerra civil. Por supuesto estos escenarios hipotéticos, en un supuesto negado de que llegaran a ocurrir, serían responsabilidad principal del propio gobierno y de su falta de capacidad resolutiva e instinto revolucionario para defender el poder y el proceso. Algo injustificable a la luz de la experiencia adquirida y que condujo al golpe de estado del 11 de Abril del 2002: una experiencia también asimilada por el Pueblo Bolivariano Civil y Militar y que, independientemente de los errores del gobierno, más temprano que tarde entrará en escena para poner orden en medio del actual desorden provocado por la derecha nacional e internacional.
Repitámoslo una vez más: ¡No basta sacar a Maduro, como no bastó sacar momentáneamente a Chávez! Hay un pueblo bolivariano que es la base de sustentación del proceso revolucionario.
6.- La derecha nacional e internacional busca como sea un vacío de poder para abrirle paso a los anteriores escenarios, pero su búsqueda puede ser revertida y conducirlos a otra derrota contundente. Para ello, el propio Maduro tiene que emular su mejor momento como Presidente. Y no es otro, que la decidida conducta de tomar medidas anticapitalistas de emergencia que favorezcan a la población que vive únicamente de su trabajo.
Sin las medidas puntuales del 6 de noviembre 2013 contra la usura, el acaparamiento y el desabastecimiento programado que tomó antes de las elecciones municipales y que tuvieron un impacto positivo en el pueblo, incluso entre los que votan en su contra, no se hubiera logrado la inmensa participación electoral ni ese triunfo que cerró la incertidumbre de “fraude” que trató de instalar la oposición con relación a las elecciones presidenciales. Esas medidas permearon tan contundentemente en el pueblo que muchos chavistas y sectores abstencionistas, independientemente de su posición política pero asqueados de la estafa evidente de comerciantes, importadores y banqueros, sumado al silencio cómplice de la oposición que no podía atacar a sus usureros financistas, provocaron un reanimamiento inmenso a favor del proceso bolivariano. Oxígeno que el gobierno y el propio Maduro no pudieron sostener por falta de consecuencia y confianza en esas medidas reclamadas por el pueblo chavista y opositor mientras, contradictoriamente, continuaba en esa insistente política de buscar una “burguesía patriótica” y una “oposición conciliadora y pacífica”, inexistentes y que para la base social del proceso nunca merecerá la mínima confianza.
7.- Hay que generar la contraofensiva para conducir a la derecha hacia un salto al vacío que los imposibilite políticamente para seguir actuando como factor conspirativo contra la República y su marco constitucional. Para ello, se hace necesario y urgente debatir y construir un Plan Económico y de Defensa que active un Estado de Emergencia Nacional junto al Pueblo Trabajador, sus fábricas, instituciones públicas y comunidades, dirigido a cambiar el rumbo como clamó Chávez en el Golpe de Timón, mandando con el pueblo y orientado a:
a.- Implementar medidas anticapitalistas que permitan avanzar en un Plan de Emergencia para revolucionar las instituciones del Estado e ir a una gestión de gobierno que tenga como centro regular y normar su actuación a favor del Trabajo y en contra de los estafadores del Capital y de esa Burocracia Corrupta que acumula privadamente a costa del erario público.
b.- Apelar al protagonismo y gobernabilidad del pueblo, quien es el único que puede evitar que los controles sobre los dólares provenientes de la renta petrolera sean perforados por la lógica capitalista y sean escrupulosamente cuidados y distribuidos para ir a un modelo de producción de fábricas y comunas productivas bajo control obrero, de la comunidades y de todo el Pueblo Trabajador.
c.- Centralizar, democratizar y ampliar la gobernabilidad junto al Pueblo Trabajador sobre todos los mecanismos de control económico del Estado para evitar que sean perforados por la lógica corrupta de los operadores políticos y económicos del capital y la burocracia que se encuentran dentro de las instituciones del Estado, es decir, armonizar sobre la base de una lógica anticapitalista y en un solo ente u organismo de emergencia institucional las políticas de: control de cambio, control de precios, costos, ganancias y salarios; control de las importaciones y exportaciones; control sobre toda la cartera crediticia de las instituciones bancarias y, urgentemente, control sobre el Presupuesto Nacional para ir a su sinceración sobre la base de eliminar gastos e inversiones que no se ajusten a las necesidades del pueblo.
Estos controles son imposibles de hacer si no activamos el Artículo 62 de la CRBV, creando mecanismos de participación directa de contraloría social para los trabajadores de las instituciones y empresas del Estado dirigidos a develar las corruptelas y corruptos que han malversado o se han apropiado delictualmente de los recursos de la nación. Contraloría Social que debe extenderse sobre todas las Misiones surgidas al calor de la defensa del proceso, principalmente, aquellas que garantizan derechos constitucionales como la alimentación, salud, vivienda, trabajo, estudio y recreación. Pero de igual forma y con igual contundencia, deben habilitarse también mecanismos de contraloría social para los trabajadores del sector privado comercial, empresarial y bancario de donde provienen los planes programados de desabastecimiento, especulación, usura y apropiación criminal de los dólares de la renta petrolera.
d.- Activar los órganos del Poder Judicial, Fiscalía y Contraloría General de la República sobre la base de un plan conjunto con los demás organismos del Estado dirigido a precisar los responsables de carne y hueso y sus empresas, vinculados en la estafa y robo de los dólares de la renta petrolera y públicamente denunciado por Jorge Giordani, Ministro de Planificación y Emma Betancourt, ex presidenta del BCV en la cantidad de 20 mil millones de dólares durante el 2012 y, recientemente, por Rafael Ramírez, Vicepresidente del Área Económica, quien anunció una desviación delictual del 30% de los dólares asignados por CADIVI durante los tres (3) primeros trimestres del 2013.
e.- No sofocar con los diálogos la lucha contra la impunidad. Los responsables políticos y estratégicos de la guarimba golpista deben ser detenidos, enjuiciados, condenados y presos por los crímenes y pérdidas causadas a la Nación. Y eso requiere de una actuación contundente del Poder Público y Judicial dirigido a abrir los procesos establecidos en las Leyes de la República para que los actores intelectuales y materiales de los desórdenes públicos paguen con sus bienes los daños causados, sin ningún tipo de miramientos: confiscando sus empresas, capitales, propiedades y cuentas bancarias para poner todo eso bajo propiedad social y resarcir a las comunidades y poblaciones afectadas por la violencia conspirativa.
8.- Advertimos contra la maniobra que utiliza la burguesía nacional e internacional: por un lado presiona con las “guarimbas” al gobierno, mientras por el otro atiende al dialogo, promovido por el propio gobierno, con el fin de obtener concesiones para el capital, frenar la revolución bolivariana y flexibilizar los controles institucionales conquistados y dirigidos a defender la Renta y la propia Industria Petrolera, evitar la estafa en las importaciones y la continuidad en la destrucción de la política monetaria, el desmantelamiento de las Misiones y sus intenciones de reventar la Estabilidad Laboral, los logros obtenidos en la LOTTT y sus pretensiones de pulverizar el salario con el fin de reducir costos laborales. Mientras no puedan tumbar a Maduro, tratarán de forzarlo a que gobierne más para ellos que para el pueblo y para la revolución bolivariana. En este sentido llamamos al gobierno a apoyarse a fondo en el Pueblo Bolivariano movilizado y consultarlo en todas las decisiones fundamentales. Y para ello, las organizaciones y corrientes políticas del pueblo, de la clase trabajadora en revolución, debemos aprovechar el reforzamiento de nuestra lucha unitaria en defensa del proceso para exigir y ganar espacio en el ejercicio del gobierno bolivariano. Alertamos que hoy la burguesía está en ofensiva y plantea una “constituyente económica y productiva” que no puede aceptar Maduro ni el gobierno. La actuación correcta de una dirección revolucionaria en el gobierno es impulsar ya la postergada e inexcusable decisión de ir a una Asamblea Constituyente del Pueblo Trabajador, del que vive únicamente de su trabajo para desmantelar un modelo económico y productivo que hasta ahora solo favorece la lógica del capital y los intereses de la burguesía nacional y trasnacional.
9.- Cierro estas anotaciones, convencido de que la actuación demencial de las personificaciones del Capital Internacional, en su actual momento de más degeneración, corrupción y estafa, promueven ya una nueva crisis de mayor profundidad a nivel mundial. El Capitalismo hoy está incapacitado para detener la codicia que impone el sector financiero internacional. Cada vez este sector acumula más dinero virtual sin ninguna sustentación en el Trabajo y la producción, cada vez más intentan inútilmente superar sus crisis a través de medidas que atentan contra las condiciones mínimas de existencia de los pueblos: recortan conquistas laborales, privatizan servicios públicos, pulverizan el salario, encarecen el crédito generando cierres de fábricas y destrucción de inimaginables millones de empleos, endeudan y llevan a la quiebra económica a países y pueblos enteros… percatémonos, cada vez más el Capitalismo tiene rostro de Barbarie. Ante esto alertamos, nada tenemos que buscar ante los organismos mundiales del Capitalismo: todos se confabularán contra el proceso bolivariano. Vivimos un momento donde la derecha capitalista de la MUD y sus desprendimientos naturales, debido a su crisis interna, está incapacitada para dirigir nada: ni siquiera la violencia y arrechera de un conjunto de jóvenes que participan por la libre en los distintos focos territoriales que el plan conspirativo y de corte fascista les ha programado para utilizarlos como masa de maniobra. Van a contracorriente de la realidad de las luchas verdaderas de los pueblos del mundo… luchas que no tienen salidas en el marco del Capitalismo y que por falta de direcciones revolucionarias son congeladas, manipuladas y capturadas por los intereses de los dueños del capital mundial. No tienen proyecto nacional, tienen hipotecada su política a intereses foráneos y del gran capital. Por eso su propuesta económica de país no augura futuro para el pueblo venezolano, porque el camino o salida que levantan es el de un Capitalismo en su fase más criminal de destrucción de la Humanidad y el Planeta.
Por todo lo anterior, reiteramos nuestra exigencia a Maduro y a su equipo de gobierno: ¡Golpe de Timón, a la izquierda para cambiar el rumbo! ¡Construyamos el Punto de No Retorno! Llegó la hora donde los más resueltos empujan a los vacilantes, infunden confianza y militan con la acertada consigna: ¡Prohibido Fallar!