Vientos de la sabana

¡No al terrorismo!

La noche del miércoles pudimos ver, nuevamente, como las fuerzas del chavismo y la revolución bolivariana hacemos inmensos esfuerzos para consolidar la paz en Venezuela. Allí se pasearon las voces democráticas del país opositoras y chavistas, dejando claro algunos aspectos en los que nos unen como venezolanos y como sociedad cohesionada con valores y principios de altas consideraciones. La paz, paz, paz…, al parecer, al unísono esa fue la expresión de deseo de las grandes mayorías de los que habitamos este suelo sagrado. Allí se desnudaron verdades, se abrió un diálogo sin agendas ocultas, disímiles puntos de opiniones pero centrados en un solo objetivo de alcanzar la paz entre todos los ciudadanos y ciudadanas del país.

Sin embargo, en este inicio de la Conferencia Nacional de la Paz, se pudo observar como supuestos dirigentes opositores como Capriles Radonski, Henry Falcón y Liborio Guarulla, los tres gobernadores opositores, que en democracia justa y participativa, alcanzaron mayoría en sus regiones y que las autoridades y el pueblo chavista los reconoce, pues, no se acercaron y perdieron esa valiosa oportunidad de expresarse con sinceridad a todos sobre sus conceptos y aportes para pacificar el país.

Esto deja claro que sus intenciones van más allá de sus discursos retóricos e hipócritas cuando llaman a la protesta pacífica. A esta hora del partido ya todos sabemos que sus verdaderos propósitos son derrocar el gobierno constitucional y legítimos del presidente Nicolás Maduro y extinguir de la faz de la tierra todo vestigio de la revolución Bolivariana y Chavista. Sus agendas oscuras y ocultas son la de estimular a la violencia en las calles, la guarimba, el sabotaje, crear un clima de incertidumbre internacional donde se hace pensar que los venezolanos estamos en una guerra civil y, por último, el máximo sueño apátrida, ver una intervención militar de las fuerzas extranjeras.
Toda una locura política que se ha venido trabajando con antelación y que se desbocó con el malévolo e irresponsable llamado de Leopoldo López a desatar unas acciones fascistas que ya han dejado varias familias enlutadas. La ausencia de Capriles y María Machado a la Conferencia Nacional de Paz es laprueba fehaciente de que ellos no aman la paz, sueñan con la violencia, la anarquía, la desestabilización, la guerra y la muerte. Su intolerancia ya raya en terrorismo y este pueblo noble y sabio está dando también una muestra fehaciente de cordura y alta conciencia social y política.

Podríamos decir que el terrorismo de estos grupitos de desadaptados sociales y sus dirigentes antidemocráticos están siendo abofeteados y condenados no sólo por la belleza humana y espiritual del pueblo chavista y revolucionario sino por gran parte de los opositores que han sido víctimas de sus propios excesos y maldades. Opositores que se cansaron de ver como estos malvados venezolanos han alimentado por años matrices de odio y violencia, de desconocimiento de las autoridades y de atropellos a la constitución sólo por elevar sus egos y sus ambiciones personales.
El pueblo en las calles grita NO AL TERRORISMO de estos delincuentes que desviaron sus huecas protestas a acciones vandálicas en algunas ciudades del país y que ahora, gracias a las bendiciones, sólo están focalizadas en San Cristóbal donde brilla el paramilitarismo y actúan los ejes del mal internacional a través de los “paracos” de Alvaro Uribe Velez.

Gracias a Dios ya el país se está calmando, el inicio de los trabajos del parte del Ejecutivo Nacional han dado los frutos que todos queremos recoger que no es más que la paz y la pacificación del país. El pueblo organizado con voz calmada pero firme debe seguir desnudando a los opositores radicales, apátridas, que habitan en cada parte del país y que a través de sus presentaciones en los medios, en especial la radio, ventilan sus frustraciones, sus odios, sus mentiras y sus manipulaciones, azuzando a muchos incautos a prestarse a su juego diabólico de acabar con la patria. Gracias a Dios el pueblo, como lo dijo Chávez, despertó para siempre de esa pesadilla de manipulaciones y dominio de unos pocos sobre los demás…. Se nos vino el carnaval! Vamos a llevar a nuestros niños y niñas a disfrutar de los disfraces, de las comparsas, de los desfiles, de la alegría y del amor en sana paz…, mientras vemos como los violentos se van a ir poco apoco quitando la máscara del fascismo a donde lo han arrastrado tanto odio que orean sus pseudos dirigentes políticos que, seguro, más temprano que tarde tendrán que verse frente a frente con el rostro de la justicia nacional.


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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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