Cómo debe odiar la administración Bush al gobierno venezolano. No acaban los ecos de la Cumbre de presidentes en la Argentina, donde George W. Bush debió soportar la pifia del pueblo y de los mandatarios reunidos en Rio de la Plata, Argentina, cuando Hugo Chávez acaba de infringirle otra tremenda afrenta: le tendió a los más pobres de EE.UU. una generosa mano amiga y les mandó combustible barato para que se calienten en este invierno.
Cada temporada de frío representa un desafío para unos 50 millones de habitantes de Estados Unidos que necesitan la caridad privada o gubernamental para pagar las cuentas de calefacción y no morir congelados. Este año será fatal por el alto costo del gas y petróleo que significará un pago adicional de no menos de 700 dólares en sus facturas. Los pobres casi no cuentan con la ayuda de esta administración que muestra su verdadera “compasión” como en el caso del huracán Katrina.
Los damnificados en Nueva Orleans ya fueron avisados que en diciembre de este año se acabará la ayuda federal, y cada uno deberá resolver sus problemas. Las compañías aseguradoras también anunciaron que desde el primero de enero de 2006 termina la mora de hipoteca para los habitantes de esta castigada ciudad, pese a que 217 mil perdieron el trabajo. Baste estos datos: Antes de Katrina el 64% era afroamericano hoy se redujo al 35 %. La población se redujo de 500 mil a 70 mil. El resto fue diseminado por todo el país y no tienen condiciones de regreso, uno, porque no hay trabajo, y dos, las rentas se han duplicado. A otros les impiden retornar a sus hogares bajo el pretexto de que las autoridades cuidan de saqueadores. Los barrios ricos están siendo reconstruidos pero el resto sigue en el abandono. Todo indica que es una limpieza racial y de pobres, porque con las medidas han logrado que el índice de la pobreza que antes Katrina era 34%, baje a un 16%.
Las grandes corporaciones norteamericanas del petróleo tampoco han mostrado compasión. Recientemente declararon ante el Congreso que no bajarían el combustible para ayudar a los pobres en el invierno “debido a la crisis energética y la falta de recursos financieros”. Como dijo el congresista de Nueva York, José Serrano, “es absolutamente vergonzoso que ninguna compañía estadounidense haya ayudado a pesar del récord de ganancias que han registrado estas empresas en los últimos meses”.
Apenas los primeros camiones de la corporación venezolana CITGO empezaron a distribuir los prometidos 8 millones de galones de combustible en El Bronx y 12 millones en Boston, los medios de comunicación al servicio del gobierno que es la mayoría, gritaron que el gesto de Chávez era cálculo político, y un soberbio Bush salió a decir que era “filantropía empresarial”. Pero eso no piensan los habitantes de Rhode Island y otros 200 pueblos de la primera superpotencia, y están solicitando que Venezuela les tienda la mano a ellos también.
Hugo Chávez hizo lo correcto al mostrar su rostro humano, al pueblo cuyo gobierno nunca dejó de hacer todo lo posible para hacerle caer. No hay que olvidar que la meta de EE.UU a plazo mediano es remodelar el Medio Oriente para controlar su oro negro. Sin embargo, a largo plazo, sabiendo que fallará en los países árabes, es apoderarse de las reservas energéticas que están cerca de casa. Venezuela en este aspecto es una atractiva joya geoeconómica.
Por el momento la guerra en Irak y Afganistán ata las manos, los bolsillos y las intenciones de la administracion Bush, y por eso, a Chávez jamás le perdonarán la humillación del gesto de ayuda, “subversiva” para la mentalidad de los halcones neoconservadores. El mandatario venezolano sabe que el Gran Patrón nunca perdona y que debe estar preparando condiciones para deshacerse de la cabeza de la Republica Bolivariana. El reciente descubrimiento del plan que incluia el asesinato de unos 15,000 militantes chavistas, tiene el tufo de la CIA.