Las alianzas con la burguesía, son interpretadas como una debilidad
del gobierno por parte de la oligarquía que está reunida en el
palacio. No ha funcionado la política de paz. Debemos cambiar nuestra
estrategia y nuestra táctica empleada para enfrentar este golpe. Que
busca eliminar los legados del comandante Chávez dejados al pueblo y
hoy liderados por Maduro. Cada vez nos desnudamos más ante el enemigo,
cada vez bajamos más nuestra defensa revolucionaria. Se puede decir,
que estamos atontados ante el ataque económico y guarimbero letal, de
esta derecha empresarial respaldada por el imperialismo internacional.
Nuestra preocupación de hoy se reduce a reunirnos con los empresarios
burgueses. Al mismo tiempo que se ignora postura revolucionaria del
pueblo chavista, que no es invitado al diálogo. Siendo el único que
podría sacarnos del atolladero en que nos encontramos actualmente.
Pueblo revolucionario y gobierno juntos con la Fuerza Armada
Bolivariana, es lo único que nos puede salvar de este difícil trance.
Si no damos de inmediato un golpe del timón a la izquierda como lo
ordenó el comandante eterno estamos fotutos. Pues tenemos guarimbas
para rato con el consecuente grave daño a la economía y al bolsillo de
Juan Pueblito.
¡Golpe de timón ya!
Estamos abandonando la defensa, los principios y las directrices
heredados de nuestro Presidente eterno, parecemos que estamos
perdidos, buscamos fantasmas donde no los hay. Atacamos a los
revolucionarios de izquierda, a los críticos revolucionarios ya
probados y los etiquetamos de ultra izquierdistas. Una equivocación
que nos lleva al abismo. Eliminamos de un plumazo los mejores
programas mediáticos que alimentan la ideología socialista de nuestro
pueblo y defienden a este proceso con su crítica. Recordemos que sin
crítica no hay revolución. Debemos redefinir el rumbo del proceso
revolucionario, no podemos seguir con carantoñas, apretones, abrazos,
con esta oligarquía industrial ni sentados en Miraflores a espaldas
del pueblo. No cometamos el error de aceptar mediaciones, comisiones
ni continuar aceptando puntos de la agenda de “diálogo condicionado”
por estos golpistas de la clase oligarca:
Fedecámaras, Conseomercio, Mendoza y Cisneros.
El gobierno está cada vez más arrinconando. “o somos Mariscos o somos
Moluscos”. Decía Joselo. Ahora mismo, - no sabemos me respondo yo-.
¿Qué Somos?
Las sendas de la paz, y la reconciliación que nos proponen los
representantes burgueses que se sientan hoy en Miraflores, están
condicionadas a la entrega del socialismo, de los ideales de Chávez y
no se deben aceptar. Es como ignorar este golpe de frente. Las
declaraciones de su principal vocero Cisneros, es una declaración de
guerra abierta contra este proceso y lo que el represente. La crisis
se está profundizando más y más cada día que pasa, y no hay una
respuesta firme del gobierno, no existe un alerta al pueblo chavista,
ya no se hablamos de socialismo, menos aún lo practicamos. Estamos
vaciando nuestras totumas morales, con esto del amor y la paz, y nos
acercamos cada vez más al precipicio de la historia.
Es mejor ser extremista como lo fue Chávez en muchas ocasiones y
mandar ¡pal carajo! al capitalismo. El reformismo nos acogota, no se
le dice toda la verdad al pueblo sobre las situaciones y las
realidades en los medios. Vamos hacia adelante y hacia atrás como el
cangrejo y no profundizamos el proceso. Situación esta que nos
recuerdan Libia o Siria. Estamos en una guerra ya declarada. El
proyecto original, el plan de la patria se ha desviado.
La masa debe actuar de inmediato, pues ellos son los que decidirán en
definitiva como ya lo hicieron un 13 de abril, el rumbo de este
proceso al socialismo.
La Polar y los grupos de comerciantes dialogadores, ya han puesto
nuevos precios a sus productos, existe una nueva realidad o “pacto de
caballeros de la mesa redonda”
Nuestra política comunicacional esta desfasada de la realidad, no
informa al pueblo sobre la verdad verdadera de la situación. Salvo
algunas honrosas excepciones.
¿Se ha desguazado acaso el árbol de las tres raíces?
Sin crítica no hay revolución.
¡Todos Somos Chávez!