¡Pídele a Malaver que te la recete!

No deja de sorprenderme que alguien nacido y criado en Nueva Esparta pueda haber alcanzado el grado de cultura, de madurez política y de tolerancia para con las doñitas del este y oeste (dicho sin distingo de género) que nos ha mostrado Roberto Malaver a lo corto de su trabajo en ComoUstedesPuedenVer.

Alguien que haya sido criado chupando de las tetas de Maria Guevara pero bajo la filosofía esotérica de "Usted, usted, usted lo mando a poner. Que si la pone la paga y si no la pone también", no puede, por exclusión darwiniana, formar parte del movimiento socialista. Esa filosofía de alguna forma tiene que haber sido neutralizada. ¿La lectura, las novias, el activismo?, ¡quien sabe! ¡Hasta un beso (o un carajazo) de suegra!

Lo que es grave es que ahora que se ha puesto de moda decir que somos la colonia de una isla, tal y como dicen las doñitas (dicho sin distingo de punto cardinal), he llegado a la conclusión de que es Margarita la que ha deshojado (debería decirse despetalizado!) sobre nosotros su perniciosa filosofía como parte del colonialismo cultural impuesto a fuerza de zona franca. ¡Que jubilosa contradicción!

Que las viejas (dicho sin distingo de edad ni de género) oligarcas, semi-oligarcas y que se las dan de oligarcas critiquen a la revolución y a su vanguardia en el gobierno con el argumento primitivo, esotérico, pernicioso del "que si la pone la paga y si no la pone también" vaya y pase. ¿Que mas se podría esperar de gente "educada" por laicos, curas y monjas derechistas desde kinder hasta obtener dudosos grados universitarios?

Pero, ¿y como es eso que sea el mismo argumento que usan "revolucionarios verdaderos" (así se autocalifican) para atacar la acción de gobierno? ¿Como es que en la listas de bolivarianos se pretende destruir el trabajo que viene haciéndose en VTV, en RNV y en YVKE Mundial para mejorar y elevar la conciencia política del venezolano? ¿De que revolución social me hablan estos revolucionarios que hacen uso del chisme como herramienta de trabajo, o la pataleta walteriana, cuando la cosas no se hacen como ellos dicen que deben hacerse?

¿Como debemos interpretar esa actitud? ¿Donde esta la evaluación positiva para el esfuerzo y el trabajo de los compañeros? Y por sobre todas las preguntas ya hechas: ¿Estas tú haciendo bien el trabajo que te corresponde hacer como miembro de una sociedad? ¡¡¡Muéstralo!!! Echa pa' fuera todo esos logros y obras tangibles. Muéstranos que tan efectiva ha sido tu acción radical y participativa en la comunidad. Deja que te evaluemos a ti y a los que como tu solo nacieron para criticar. Y -lo que es peor- para criticar cosas que ni por oficio, ni por arte sabes de que se tratan.

Por lo pronto escríbele a Roberto Malaver. El, seguramente, te dará la receta para liberarte de esa triste forma tan poco productiva, tan poco eficiente, tan indigna, de conducirse en una sociedad socialista.

A los carajazos!, que algo queda...


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Manuel Brito


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