¡Se acabó el pan de piquito! Abuchearon a Embajada Radonski cuando llegó a una concentración en Chacaíto. Esa vaina es una demostración de que ya no creemos en nadie.
Leopoldo –cheque Pdvsa- López está preso. María -Sumate- Machado se quedó sin el chivo y sin el mecate. Y Antonio – lacrimógenas- Ledezma está buscando lo que no se la ha perdido. Es decir, estamos gritando en la oscuridad para ver si aparece un líder que nos diga: “Aquí estoy. No se ha perdido todo”. Y ni Ramos Allup ni Ramoncito -el cimarrona- Aveledo, contestan.
Tenemos que reconocerlo, hemos mostrado al mundo nuestras caras de sinvergüenzas. Nos importa un carajo la democracia, lo que nos interesa es salir de Maduro ya y a como dé lugar, y por eso no salimos a criticar este soberano peo de las guarimbas que nos tiene locos a todos y que no podemos controlar, lo único bueno es que Ramón – reportero- Muchacho, descubrió para qué servía el twitter y se la pasa gozando una bola cuando las guarimbas atacan y queman y pretenden dejar niños sin guardería en el Ministerio de la Vivienda, en Chacao.
En fin, que no contamos con nadie para llegar al poder. Y la estamos poniendo de oro con las guarimbas. Y menos mal que los chavistas se están portando muy bien con nosotros, porque si se llegan a arrechar y salen a jodernos, ay, papaíto, la carrera que vamos a pegar no la podrá parar la embajada de Estados Unidos cuando todos lleguemos allá con el culo a dos manos y pidiendo auxilio.
Los chavistas están pasando por el canal de ellos, es decir, el canal ocho, el video donde le caemos a abucheos a Embajada Radonski y le gritamos unas cuantas pesadeces, aquello da una pena del carajo. Hay quienes le gritan: “Ponte las bolas, Capriles”, y esa vaina no se hace. Ese es el peo de no tener un programa político, un pensamiento, una coherencia, lo único que queremos es el gobierno para quedarnos con Pdvsa y mandar a los chavistas bien lejos al carajo. Eso lo sabe medio mundo y más. Y ahora la Conferencia Episcopal, el cura Padrón, sacó un documento que parece escrito por La Mud, es decir, que ya no ocultamos ni las apariencias, estamos mostrando todas nuestras cartas y seguimos cuesta abajo en la rodada.
El papá de Margot, por primera vez en mucho tiempo, cambió de canal y fue directo al canal ocho, el canal chavista ese, y allí estaban pasando el video de los abucheos a Embajada Radonski, y el hombre prestó atención, mucha atención, y vio y escuchó aquella vaina y eso le bastó para tomar el control y apagar el televisor y decir: “Váyanse al carajo”, y se puso de pie y salió arrechísimo al cuarto y se escuchó un coñazo tan grande, que el vecino gritó: “Llegó el tsunami de chile aquí”.
- Ese mar es mío.- me canta Margot