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*JUAN MARTORANO.
Luego de que en nuestro último artículo explicabamos lo que desde nuestra perspectiva consideramos una Guerra de Mediana Intensidad en el país. Es importante destacar, en medio de las tremendas contradicciones que afrontamos hoy en día en nuestro país, tener muy claros quienes son nuestros afines, las personas diferentes, aquellas que pueden estar haciendo cosas distintas a las nuestras, pero que no presentarían un obstáculo para nuestros proyectos e ideas, los indiferentes, que popularmente los consideramos los "apáticos" o "ni-ni", y los verdaderos opuestos.
Sobre todo, inspirándome en esta madrugada un tanto fría en Caracas, pensando en el sacrificio de nuestros mártires indígenas, de nuestros obreros, mujeres, soldados, guerrilleros, de nuestros desarrapados, y sobre todo hoy, cuando recordamos 66 años de una de las felonías más grandes cometidas en nuestra Latinoamerica caribeña unida, como lo fue el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que le cerró los pasos a la paz y al progreso a la hermana República de Colombia, y la ha mantenido en un baño de sangre durante seis décadas y media ya, y que no queremos en nuestra República Bolivariana de Venezuela, que episodios como los que hoy viven nuestros hermanos colombianos los tengamos que vivir aquí.
Es bueno acotar, que una cosa es tener adversarios y otra muy distinta tener enemigos. Los primeros, son los que luchan en el marco de unas reglas de juego claramente establecidas, y que si nos podemos permitir el término, no buscan eliminarte, en caso de resultar ellos vencedores, sino que te respetan. De igual forma debería ocurrir si el vencedor eres tú, porque hay como una especie de "Pacto entre Caballeros". Los segundos, los enemigos, no son precisamente eso, los enemigos poseen una actitud verdaderamente hostil y, además de ello, buscan aniquilarte, aplastarte, destruirte.
Por eso es que, desde el pirncipio, todo lo que hemos estado afrontando en la Venezuela de hoy en día no es más que una genuina expresión de lucha de clases. No olvidemos que hasta hace poco, la izquierda era oposición y la derecha gobierno, pero pese a que nosotros hoy en día somos Gobierno, nos comportamos como si aún estuvieramos en la oposición, y la derecha que esta en la oposición, se comportan como si aún fueran Gobierno, claro, eso tiene que ver con aquellos conceptos de lo que es el poder aparante y el poder real, además que hablamos de que se enfrentan dos bloques históricos claramente delimitados y definidos.
Los enemigos de nuestro proceso revolucionario tienen muy claros sus objetivos: 1.- La destrucción del Bloque Histórico Revolucionario, que en estos momentos se basa en la unidad de los ementos políticos, ideológicos, económicos, sociales, morales, militares y culturales de nuestra Revolución y 2.- La instauración, o mejor dicho, la restauración del Bloque Histórico de carácter capitalista que acabe con las conquistas revolucionarias y entregue el poder ala burguesía criolla y al imperialismo.
La contrarrevolución expresada en la derecha venezolana no solo busca el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro,sino que tienen como objetivos fundamentales los siguientes:
1.- La restauración del capitalismo, y específicamente en su faceta más salvaje, el neoliberalismo, estableciendo el dominio de las fracciones financiera y comercial importadora de la burguesía.
2.- El realineamiento de Venezuela con el eje imperialista.
Para la consecución de estos fines, la contrarrevolución venezolana debe lograr concretar dos procesos sumamente importantes para ellos:
1.- Quebrar y erradicar la identidad popular chavista.
2.- Deslegitimar el proyecto histórico socialista convirtiéndolo en una alternativa inviable e indeseable.
Es por ello, que en nuestras denuncias que hicimos en nuestro artículo anterior, señalabamos en la primera operación psicológica como psicológicamente la derecha busca dejar de llamar "chavistas" a los que defendemos el proyecto político, ideológico e histórico que representa el legado de nuestro Comandante Eterno y Supremo, Hugo Chávez Frías.
Es por ello, y apoyándonos en un excelente trabajo del colectivo Resistencia Antiimperialista, seguiremos delineando las estrategias, líneas de acción y actores que están actuando como enemigos de nuestra Revolución, para poder entender la coyuntura, prepararnos para las sucesivas fases de la desestabilización que se nos ha venido, y poder contraatacar y seguir conduciendo nuestra transición hacia el Socialismo, que conduzca nuestra Revolución Bolivariana de manera irreversible por el camino del no retorno.