Al revisar la historia de América Latina, vemos que, prácticamente, no hay antecedentes de un hombre que siendo Jefe de Estado haya utilizado la comunicación de manera tan directa, tan espontánea, incluso en todos los terrenos de la comunicación, no sólo la televisión, también la radio, la prensa escrita y, por supuesto, el diálogo que permanentemente mantenía con los ciudadanos en la calle. Con una peculiaridad, que Chávez no ocultaba nada, algunos dicen que era un tremendismo de él, que era una manera de sacarle provecho a las situaciones. José Vicente Rangel opinó en ese momento, que debía ser la manera como se comporta un verdadero Jefe de Estado democrático.
Lo más importante en él, era que lo hacía de manera espontánea. No había una actitud forzada en él. Era un hombre que tenía inmensas y complejas tareas como Jefe de Estado venezolano, por las circunstancias de impulsar un cambio revolucionario que nunca antes intentaron otros gobernantes en el país, por los choques con el Imperio, enfrentamiento con las fuerzas económicas, incluso con los factores de derecha de la Fuerza Armada Nacional.
Todas estas consideraciones, debido a sus apariciones en Cadena Nacional, explicando las grandes obras que ha hecho y está haciendo el Gobierno Nacional en beneficio del pueblo Venezolano. Veíamos con asombro una gran cantidad de obras que desconocíamos que se estuvieran realizando. El Pueblo y muchos líderes del mismo gobierno no conocían. Son obras “clandestinas”, repetía muchas veces y eso que él daba instrucciones precisas a sus Ministros y funcionarios para que se publicitaran, sin embargo no lo hacían. Si no hubiera sido por las cadenas, tan odiadas por la oposición, no estaríamos informados de las obras del Gobierno del Presidente Chávez y ahora las de Maduro.
Los columnistas sabemos lo que significa, el esfuerzo de escribir una columna semanalmente y hay veces, a última hora tenemos que desecharla o agregarle algo más, por la misma dinámica del país. Las situaciones permanentemente están cambiando tanto en Venezuela y el mundo. Claro el columnista que dice e inventa mentiras, vive del chisme y las ofensas personales es tarea fácil, pero con el tiempo va perdiendo credibilidad. Esto es lo peor que le puede pasar a un periodista o a un columnista.
El Presidente Chávez, con tanto trabajo y tantos problemas, escribió su columna semanal por dos años, del 23 de enero de 2009 al 1ero de 2011, en un total de 103 entregas. El las escribía de su puño y letra, nadie se las escribía. Chávez manejó un universo de conocimientos que ningún jefe de Estado Venezolano ha dominado hasta los actuales momentos. Las citas de escritores, de intelectuales de artistas, hacen ver la capacidad de lecturas a las cuales el accedido.
El grado de inteligencia de Chávez estuvo por encima de lo normal. Se salía de un tema y lo retomaba con mucha facilidad. Hacía cita de canciones, de poesías, de hasta dos páginas y las repetía de memoria. No creo sinceramente que exista otro jefe de Estado en Venezuela que haya leído más, y los temas más variados, novelas, cuentos, economía, política, absolutamente todo, con la curiosidad y ansiedad de Chávez. Por eso me dio pena ajena, cuando al Candidato de la Mesa de la Ultra Derecha, para entonces; un periodista le pregunto qué obras había leído y él le respondió, “que para que él iba a leer”. O sea que en el supuesto negado de que hubiera llegado al poder, Venezuela hubiera tenido un Presidente ignorante, acostumbrado a que le hicieran los discursos para repetirlos como un loro. Con lineamientos trazados desde Washington; afortunadamente esto no ocurrió así, y ganó ese monstruo de la política, de la comunicación y de las grandes causas sociales, como fue el Comandante eterno, Hugo Chávez Frías. Unidad, Lucha, Batalla y Victoria para seguir teniendo Patria.
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