Lamentablemente junto a la disminución temporal del acoso violento de la derecha a la revolución bolivariana se ha vuelto a poner de moda la fragmentación y el sectarismo dentro de los movimientos de izquierda, ahora con la modalidad de mandarse pa`l carajo entre chavistas Light, chavistas duros y los que se dicen más revolucionarios de ultraizquierda, como si la revolución socialista no es una sola aunque tenga infinitas formas de abordarla y diversos caminos por los que se puede transitar sin que alguien pueda determinar a priori cual es el más indicado sin haberlo construido primero, pues la revolución socialista no puede ser copia y calco sino creación popular heroica.
En tiempos pasados las luchas revolucionarias se diluían entre quienes creían en la lucha armada o en la electoral, entre marxistas, guevaristas, maoistas y cualquier cantidad de corrientistas que teniendo objetivos comunes de la toma del poder por el proletariado, diferenciándose en la forma de organizarse y luchar por el poder, terminábamos fragmentados combatiéndonos entre nosotros mismos al servicio del enemigo de clase que jurábamos combatir porque siempre esta pequeña diferencia pudo más que la voluntad de transformación de la sociedad.
Hoy miro que preocupación como camaradas con los cuales comparto los mismos objetivos revolucionarios estén refiriéndose entre ellos en términos de mandarse unos a otros pa´l carajo como si ya no tenemos posibilidades de remar en la misma dirección aunque con diferentes estrategias y no podemos ponernos de acuerdo en elementos básicos que nos permitan avanzar en la construcción del socialismo.
Mandar pa´l carajo a Maduro y su combo implica mandar pa´l carajo a Chávez y su legado y con ellos la mayor fuerza de cambio que jamás se había gestado en Venezuela desde tiempos de Bolívar y Zamora, o es que acaso Chávez con todo y que en sus principios habló de la tercera vía y hasta el final pidió a los empresarios que lo acompañaran en la producción de bienes y servicios no fue el que revivió el concepto de socialismo, no fue Chávez el que nos rescató a los socialistas de ser una especie en extinción a un movimiento con acceso al poder, no fue gracias a Chávez que el común de los venezolanos no se aterroricen cuando se les hable de socialismo, revolución y de Cuba sino que en su mayoría salgan a su defensa. Pido disculpas pero es muy cómodo tratar de tomar tienda aparte después que el trabajo transcendental lo hizo otro y es irresponsable tratar de echarlo a la basura por sectarismos absurdos. ¡El que se considere independiente del portaaviones de Chávez que lance la primera conciencia!
Me pregunto si dividir al chavismo entre supuestos revolucionarios y reformistas dejaría a alguno de los 2 sectores de la izquierda en condiciones de vencer a la derecha y si esta una vez que nos haya derrotado no aprovechará su poder y nuestra debilidad para destrozarnos y desterrar cualquiera posibilidad de construir la sociedad socialista en Venezuela y por efecto dominó en el resto de los países latinoamericanos. O es que el sector que hoy llama a la división se considera capaz de hacer y sostener la revolución por las armas muy a pesar de los que creemos más en la creación de conciencias que en su imposición por la fuerza o de los que consideramos que el contexto internacional no permitiría tamaña osadía (Libia o Siria).
Del otro lado tampoco se pueden mandar al carajo a los que insisten en la construcción de la patria socialista, a los que no creen en conciliación alguna con la burguesía, a los que intentan abonar otras vías, eso si, sin sectarismos que promuevan la división revolucionaria, a los que critican el aparato burocrático clasista constituido, a la corrupción, la negligencia y el burocratismo de militantes revolucionarios, a las desviaciones reformistas y a las denuncias de los infiltrados
Los que creemos en la construcción del socialismo debemos establecer parámetros de convivencia sin que ello implique abandonar nuestros principios y formación ideológica ni mucho menos la sumisión de unos a otros pero sin perder la perspectiva de avanzar hacia la extinción de las clases sociales y el logro de la suprema felicidad de nuestro pueblo trabajador. Sin jugar a destruir el poder constituido en manos de camaradas que desde esa estructura burocrática burguesa impulsan cambios graduales hacia la construcción del socialismo intentando en todo momento avanzar hasta donde la pueda defender desde esa instancia de poder ni intentar descalificar a los que apuestan por los cambios revolucionarios radicales y critican sus errores y omisiones.
Para hacer revolución necesitamos ayudar a construir al hombre nuevo y esto pasa por revertir la cultura capitalista basada en el individualismo y la supervivencia del mas apto con nuevos valores de solidaridad, colectivismo, complementariedad y amor al prójimo y para esto el poder revolucionario constituido a generado estructuras organizativas y leyes que deben servir de base para la consolidación del poder popular en estructuras organizativas capaces de ejercer el control social de los medios de producción y distribución de bienes y servicios para en definitiva, en base a su propia experiencia, asumir el poder en plenitud de condiciones. Nada nos hace incompatibles, mientras el poder constituido siga apostando a la construcción del socialismo y los revolucionarios radicales se dediquen de lleno a la formación y conformación del poder popular haciendo factible la revolución desde la acción práctica. En este sentido, podemos defender al poder constituido mientras este trabaja desde sus espacios y a su manera y al mismo tiempo desarrollar las estrategias como las propuestas por el Movimiento Guevarista Revolucionario como respuesta al que hacer? las cuales comparto siempre y cuando no se usen de manera que le sirvan más a la derecha como en los tiempos de la IV república, pues la actitud positiva está en criticar para avanzar y no en contra de nosotros ya que nuestro enemigo está claramente identificado en la burguesía y sus servidores de la clase trabajadora enajenada desaparecerán con ellos.
Extracto del artículo del Movimiento Guevarista Revolucionario http://www.aporrea.org/ideologia/a186637.html
, la pregunta que surge como ya se la formulara el gran Lenin en su tiempo ¿Qué hacer? Y la respuesta desde el guevarismo militante y revolucionario:
No mentirle a la clase obrera ni al pueblo explotado y pobre de la cuidad y el campo.
No ilusionarlo con una salida pactada con la derecha económica y política
Organizar para el combate de clases a la propia clase obrera y a los pobres y explotados.
Construir junto a otras fuerzas revolucionarias el nuevo sujeto político y social de la revolución socialista verdadera.
Organizar el Poder Popular real desde la base, desde fuera del podrido Estado burgués y en permanente lucha contra él.
Educar teóricamente a la vanguardia que necesariamente será compartida y complementaria sobre tres principios básicos: independencia de clase, lucha por el poder real y combinación de las formas de lucha.
Sumergirnos en los sectores populares, crear organización social militante y combativa.
Oponernos con todo a la entrega del proceso bolivariano, denunciar los pactos y crear una nueva cultura revolucionaria.
Combatir al fascismo en todas sus expresiones, no perder de vista el enemigo principal que es la burguesía, ya que ella es el representante local del imperialismo. No hay forma de ser anti imperialista sin ser a la vez anti burgués lo demás es falacia pura y dura para mantener el régimen de explotación y en definitiva servirse de él.
Copar los espacios sociales y públicos con la voz de los explotados, de la clase obrera en lucha.
Construir nuevos organismos de la clase obrera alejados del clientelismo, de las mafias sindicales, de los grupos de poder, de los compromisos con los patronos.
Dar la batalla teórica a la burguesía, a la tradicional y a la surgida en estos años al amparo de ser gobierno.
Preparar estratégicamente nuestras fuerzas, controlar espacios y territorios con el Poder Popular construido sobre la base de la lucha y su propia autogestión.
Construir un nuevo sujeto mediático popular con miles de cabezas ojos y bocas en todas partes pero, que respondan a los intereses de la clase obrera y de los pobres y explotados de la ciudad y el campo.
No renunciar a ninguna forma de lucha pero integradas todas en un plan estratégico de acumulación de fuerzas.
Impulsar la movilización de la clase obrera y de los sectores populares por sus derechos, la defensa de sus conquistas, alcanzar nuevas y ambiciosas metas que nos acerquen al objetivo estratégico de la revolución socialista.
Quebrar el nuevo pacto social que pretenden construir los segmentos de la burguesía desde el gobierno y la oposición, e irrumpir en el escenario con el nuevo sujeto político social de la revolución.
Enterrar para siempre a la vieja izquierda capitalista justificadora de todo pacto con la burguesía, para conservar un pobre rinconcito en los altares del poder.
Como se puede apreciar, para los Guevaristas no es solo a Nicolás Maduro al que hay que mandar para el carajo. Él ya eligió de qué lado de la historia quería estar y la forma en que quería entrar en ella.