Es muy bueno saber de qué y cómo se alimenta un ser. Saber eso, permite tener una idea de lo que podemos esperar de ese organismos y de los riesgos a los cuales está sometido. Sabemos que la alimentación y cómo ingerimos estos alimentos, es determinante en la salud de un ser.
Esto que es válido para un ser humano, vale igualmente para una institución partidista partido-. Si hacemos un registro retrospectivo de la corta vida del PSUV y de cómo viene alimentándose como organización política y consideramos además su antecedente, es fácil deducir los riesgos que tiene.
Este PSUV es producto de un embarazo temprano de lo que fue el MVR. Es una criatura producto de un ser -MVR- que tenía una cultura y esquema de alimentarse y de actuar muy particular . Se alimentaba fundamentalmente a través del sentido de la vista, lleva una vida sedentaria. No se movía o se movía más o menos en elecciones, porque prefería que las personas fueran a verlo en grandes concentraciones y grandes salones. Hasta ahí se movía el MVR.
Esta criatura llamada PSUV y que es producto de un embarazo temprano del MVR, adoptó la costumbre y los hábitos alimenticios y la forma de ser del MVR. Prefieren que las masas vayan a verlo en un gran salón o gran avenida. Disfruta eso y tiene escaso movimiento. Se engulle esa masa de gente que acude a los actos por convicción unos y por obligación. Así se alimenta y piensa que todo va bien. Frente cualquier circunstancia, prefiere que lo vayan a ver a Caracas. Concentración es su lema pero ha aprendido a movilizarse y movilizar. Se salvó una vez porque el pueblo se movilizó y porque el gordo y pesado MVR optó por irse a la retaguardia. Así lamentablemente fue y así puede ser este PSUV que tiene las misma mala- costumbre.
Ha hecho un esfuerzo por adoptar otra dieta y una dinámica que lo haga más ágil. Efectivamente en el 2010 decidió imponerse una dieta que conocimos como las 5 líneas estrategias, se nos habló de cinco condiciones que podían darle al PSUV un perfil menos obeso y que le permitiera una mejor apariencia y actuación. Dentro de estas cinco condiciones, estaba -o está- una que era el más rigurosa y tenía el objetivo de ponerlo en movimiento para que dejara de ser una cosa pesada, floja y muy cómoda, que solo se interesaba porque la gente vaya hasta él. Su casi único esfuerzo lo realiza en buscar un lugar donde su pesado cuerpo pueda estar cómodo y tranquilo oyendo bulla de mucha gente que a veces -esto hay analizarlo- va esos grandes salones y avenidas un poco indispuesto.
Ese régimen pretendía colocarlo en un permanente movimiento que no ha podido cumplir. El PSUV continúa aun bajo la tesis de estar quieto como aparato o máquina e insiste en que la gente este visitándola en masa. Cuando mucho, se viene a una entidad donde ya le tiene el salón y la gente sentada y él se limita al discurso.
El PSUV ve gente que viene y va. Ese sistema de visitas masivas le llena los ojos y el estómago. Gente que va porque lo desea y por obligación y que luego se regresa de su casa y se siente bien porque cumplió y tiene su chamba segura.
Viene las elecciones y este gordo hace casi lo mismo, la gente lo visita en marcha y concentraciones y pide que algunos militantes llenen una lista de 1 x 1o. Al ver muchas listas de 1 x 10, que luego resulta más o menos en 1 x 4 en promedio; ese PSUV se vuelve a llenar el estómago y así lleva su vida. No se mueve, no se organiza y por esa vía pude tener una fuerte diarrea -mal menor- o puede sufrir un ACV, que lo pude dejar sin posibilidad de mayor movilización.
Ese PSUV que se llena los ojos y el estomago viendo la gente en concentraciones sin organizarla, continua siendo una maquinaria. El congreso puede ver esto y debería tratar de corregirlo, porque no es suficiente pregonar la unidad cívico-militar; es necesario que unidad exista, pero con un partido organizado. No un partido para votos.