Ya habrá tiempo para cuantificar el inmenso daño que las llamadas guarimbas o barricadas le han causado a la sociedad venezolana en las últimas semanas. Aunque están casi extinguidas, todavía persisten pequeños grupitos que de manera obstinada y disociada persisten en hechos delictivos. Por supuesto aupadas por el imperio, medios de comunicación privados del golpismo, embajada gringo y los partidos de la llamada MUD. Se resisten a reconocer que al igual que en Abril del 2002, han sido de nuevo derrotados por la invencible unidad cívico-militar que nos dejó el gigante Hugo Chávez. El presidente obrero Nicolás Maduro ha sabido conducir magistralmente la tarea que le encomendó el comandante eterno. Lo que ha pasado con las guarimbas ha sido una verdadera puñalada al corazón de la patria, ya que estos grupúsculos no han tenido contemplación con nadie. Civiles y militares han sido asesinados por estas acciones irresponsables y criminales (van 41 fallecidos). Cientos de heridos y mutilados. Para la CIA estos son “daños colaterales”. Y qué decir de las universidades, locales de mercal, PDVAL, Bicentenarios, Barrio Adentro, CDI, CANTV, escuelas; que han sido saqueadas e incendiadas. Asedio prolongado de urbanizaciones de clase media, donde se les prohíbe a vecinos el libre tránsito y la posibilidad que vayan a su trabajo o centros de estudios. Quema de más de 5 mil árboles, lo que constituye un ecocidio descomunal. Bestial campaña de descrédito de nuestro país en el exterior. Persecución a los hermanos cubanos. Desprecio a nuestros símbolos patrios y valores culturales mediante una campaña de odio a nuestra venezolanidad. No creen en legalidad alguna, en tanto desconocen a los poderes constituidos, lo que representa una ofensa a nuestra carta magna. Ni siquiera las guarderías ni los templos religiosos se han salvado de la furia del terrorismo. Es tan grande la estupidez guarimbera, que ahora se atreven a proponer una ley de amnistía. Ellos creen que el pueblo no tiene memoria. Ya lo hizo el presidente Chávez en una oportunidad y los mismos líderes amnistiados siguieron en sus andanzas de terror y muerte. No puede haber impunidad para los que han bañado a nuestro país de violencia, para los que han regado la violencia en las últimas semanas. Que se imponga el estado de derecho y que siga actuando la justicia como se ha venido haciendo hasta ahora. Cero impunidad al fascismo opresor. Cerremos filas a favor de la paz, con la Constitución Bolivariana por delante y la sabia conducción de nuestro presidente obrero y chavista Nicolás Maduro. Viva Venezuela y su herencia histórica de Bolívar y Chávez. El pueblo quiere paz.