El tema económico es cardinal para nuestra Revolución. Mientras no se resuelvan los problemas económicos, la derecha tratará de aprovechar esta circunstancia para generar posibilidades de crisis en nuestro país.
Pero aunque parezca mentira y pudiera parecer contradictorio, aunque no es lo deseable, esta coyuntura atizada con lo económico, ha favorecido al Gobierno y a los factores que defienden la Revolución Bolivariana debido a que la amenaza contrarrevolucionaria ha unido de manera férrea a los sectores revolucionarios. Al contrario, en la derecha hay divisiones e incapacidad de construir un discurso que llegue a los sectores populares.
Pero no se puede subestimar a los enemigos de la Patria. Dentro de ellos trata de emerger un liderazgo fogueado al calor de la lucha callejera. Además, la contrarrevolución armada se preparó para crear este escenario, porque posee formación, logística, recursos, cuadros, pero sobre todo, apoyo externo.
Esta crisis se ha desarrollado aprovechando nuestras debilidades, tras el fallecimiento del Comandante Chávez. Esas debilidades de la transición post- Chávez han sido germen para el surgimiento de la crisis. La falta de Chávez es un elemento que favorece la crisis.
Sin embargo, los escenarios planteados no han surgido por un descontento popular ni por una genialidad de la contrarrevolución criolla, sino que son impulsados por el Imperio Norteamericano. Tienen un carácter exógeno que siempre debe tenerse en cuenta y denunciarse.
Por último, estos escenarios de conflictividad y crisis, o como los hemos denominado: focos policéntricos de desestabilización y conflictividad social, por todos los elementos anteriormente señalados, no se solucionarán en el corto plazo sino tendrán un carácter prolongado.
La conjugación del Poder Popular con el Poder Militar Socialista es el tronco del Arbol Bolivariano pilares de la construcción socialista y de la defensa de nuestro proceso.
