El III Congreso del PSUV tiene lugar en medio de la guerra sin cuartel desatada por la burguesía apátrida que, habiendo aprovechado los resquicios del proceso para obtener márgenes de “ganancia” inconcebibles en cualquier país capitalista serio, lucha por recuperar el poder político con el fin de garantizar a futuro su acumulación parasitaria de capital, sin tener que infiltrar organismos o entenderse con chavistas que desprecia.
La coyuntura actual obliga al PSUV retomar las Líneas Estratégicas de Acción planteadas por el Comandante Eterno en enero de 2011 con el objeto de convertirlo en un instrumento efectivo para acelerar la transición al socialismo. Especialmente las referidas a superar la “cultura capitalista” de uso del poder y a convertir al PSUV en un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación y en una plataforma para el desarrollo y fortalecimiento del poder popular.
Discutir un documento “ideológico” bastante confuso para la mayoría, donde se dedican 2 páginas de 40 al partido, no parece ser la mejor manera de dar respuesta a la reactivación esperada por la base ni de implementar las mencionadas Líneas, ampliamente discutidas y aprobadas en su oportunidad por la militancia.
No parece ser la vía adecuada para sacar al PSUV de su letargo ni para acompañar al Presidente Maduro y a la institucionalidad pública en la doble y agotadora tarea de cumplir eficientemente con sus obligaciones y enfrentar en paralelo, el ataque mediático nacional e internacional, la guerra económica - política y el terrorismo.
Los responsables de organizar el Congreso, los delegados y la militancia debemos ratificar que el PSUV responde a intereses de la clase trabajadora y que lucha por ampliar el poder del pueblo en todas las instancias y rincones del país, incluyendo el propio partido.
Del III Congreso deben salir estrategias claras para remozar el partido, para colaborar efectivamente en la construcción del socialismo bolivariano, para acompañar al Gobierno en la lucha contra golpistas y terroristas, así como para fortalecer alianzas con otros partidos y pueblos de América y el mundo.