Observo con preocupación que en algunos compatriotas de buena pluma, al criticar al gobierno se tornan desconsiderados y parcializados con un solo lado de la realidad político social en la que vivimos. Ellos por lo general toman la realidad desde el dogma como quien reduce el mundo a una solo interpretación, cualquier otro enunciado les sustituye la razón y casi que los pone a coincidir con el adversario opositor.
Sé que la intención de estos camaradas es mantener el rumbo de la revolución, y hasta creo que su preocupación es válida, pero no puedo entender, como aquel que se llama marxista, materialista dialectico o socialista científico, no pueda entender las condiciones objetivas y subjetivas en la real política actual.
A esos compatriotas es menester recordarle que la fortaleza del proceso político bolivariano es el carácter esencialmente democrático y participativo electoral. Condición que diferencia el proceso bolivariano de otros intentos por construir el socialismo. Es cierto, el comandante eterno, empujo con todas sus fuerzas hacia la izquierda, al punto, de dejar la vida en el intento, pero hay que recordar, que sus movimientos estratégicos siempre sucedieron en correspondencia con las condiciones emanadas de la enconada conducta de los enemigo opositor que en su afán por derrocarlo, mostraron lo malévolo que suelen ser los capitalista y la derecha internacional cuando de tomar el poder se trata.
Para muestra recuerden el 2002, un Golpe de Estado, un Cristo y al año siguiente la proclama por el socialismo.
En esas aguas se formó el comando cívico militar de la revolución, el cual hoy bajo el mando del Presidente Maduro ha demostrado con excelente maestría que calza la bota heredada por el Comandante Eterno.
El que tenga ojos que vea, y para mejor entender interróguese: ¿Será que es socialdemócrata quien convoca a la paz, desarma a los violentos, detiene la especulación y traer a la mesa a la burguesía nacional, con el fin de seguir dando al pueblo la mayor suma de felicidad posible?. ¿Es reformista continuar con el impulso del estado comunal? ¿No es socialista y disciplinalmente revolucionario invocar la paz a pesar de las agresiones?
Camaradas, no olvidemos que tenemos quinientos años de modernidad y solo quince de revolución, nuestro proceso es singular, no llegamos por las armas, llegamos por los votos y continuamos gracias a los votos consientes de un pueblo que sabe que este es el único camino.
En ese orden de ideas, con humildad les ruego, ante de criticar revisemos la totalidad, solo así estaremos haciendo un aporte a la revolución, de lo contrario pudiéramos estarle dando oxígeno a la derecha recalcitrante y guarimbera que persiste en tomar el poder por cualquier vía y a cualquier precio.
LA REVOLUCIÓN ES UN CONTINUO DIALECTICO QUE SE CONSTRUYE EN EL HACER INFINITO DE LOS HOMBRES NI INTERMEDIA NI EN EL MEDIO CONTINUA Y HACIA ADELANTE