Hago el esfuerzo por comprender a aquellos camaradas articulistas del portal Aporrea, que expresan sin resquemor, la intención de no hacer sus aportes a los cientos y a veces miles de personas que los leen a través de esta tribuna sólo porque no están de acuerdo con algunas políticas del actual gobierno.
La verdad, no sé si lo hacen por lograr algún tipo de protagonismo o por no estar conscientes del periodo histórico que como pueblo estamos atravesando, pero cualquiera sea la razón, estamos en presencia de un error garrafal al dejar esta tribuna referencial del pueblo, justamente en un momento, donde la derecha, tanto nacional como extranjera, está arremetiendo con todo a nuestro proceso político de transformación por ser una amenaza a sus intereses.
Al igual que muchos camaradas veo con recelo algunas decisiones del actual gobierno, que es preciso recordar tiene apenas un año. Pero jamás dejaría éste ni ningún otro espacio, pues estaría dejándole libre el camino a las opiniones de la derecha y tácitamente apoyaría al bando contrario que no es socialista, ni comunista, ni guevarista, ni NI-NI y eso también pareciera desvanecerse en la memoria de los 'articulistas desertores'.
A veces se desesperan porque no comprenden aún estos articulistas que no estamos, sino que vamos camino al socialismo. Cuando llegó Hugo Chávez al poder por medio de los votos buscó la mejor forma de gobernar para que el pueblo recuperara su dignidad, por lo que junto al pueblo venezolano, hizo la determinación de cambiar al sistema depredador y dañino, conocido como capitalismo por el socialismo que da poder al pueblo, pero alertándonos de lo largo del proceso, tanto así, que ninguno de nosotros lo veríamos, sino que somos la generación luchadora para que nuestros hijos y nietos disfruten, mantengan y desarrollen los frutos logrados. Por lo tanto, para ese cambio definitivo, estamos como pueblo viviendo en un estado de transición complejo, pues coexisten (no de manera pacífica) el capitalismo con el socialismo, donde el primero lucha por permanecer y el segundo por imponerse. En este periodo de transición, por tener dos corrientes con intereses irreconciliables vemos paradojas como encuentros antagónicos y acuerdos parciales que obviamente deben ser alertados cuando estos acuerdos pretenden perpetuarse en el tiempo.
Debemos comprender que Nicolás Maduro, como Presidente de la República Bolivariana debe lidiar con estas contradicciones y ser en extremo inteligente, ya que debe, por un lado continuar con el proceso revolucionario de cambio para que con el tiempo se imponga el socialismo permanentemente, y por el otro, mantener la paz de la república con acuerdos de carácter parcial. En ese punto es donde las opiniones de los analistas y articulistas son necesarias, para que esos acuerdos con la derecha no tengan carácter de perpetuidad. Dejar la crítica es dejarle el paso libre a los sectores de derecha que existen dentro del mismo proceso y que deben ser paulatinamente erradicados.
La verdad no es difícil hacer la reflexión y la conclusión sobre lo siguiente: Si Nicolás Maduro fuese de Derecha, no haría falta una María Machado o un Departamento de Estado tratando de cambiar el gobierno legítimamente electo en Venezuela. No haría falta que los comerciantes hubiesen hecho subir inexplicablemente los precios en muchos casos al orden del 11000% para hacer 'chillar' la economía. No haría falta querer prohibir la entrada de funcionarios venezolanos a EEUU, ni inventar que el pueblo está en una guerra civil. No haría falta tampoco pagar a tantos mercenarios para destruir los bienes de la población. Tampoco haría falta que FEDECÁMARAS y otras Cámaras estén quejándose del gobierno. No sería necesario un Robert Alonso para que en su locura quiera tumbar al gobierno a punta de carros de colores, ni mucho menos declaraciones de Jared (Co)Letto aprovechando la tribuna mundial que da los premios Oscar pidiendo 'libertad' para Venezuela. Esto es por mencionar unos ínfimos datos de los interminables que hay para la reflexión.
Por otra parte, los apátridas articulistas y dueños de comunicación de derecha como el inefable Rafael Poleo, aún cuando le dijo Chayota a Capriles, no se le ocurrió decir jamás que dejaría su tribuna para atacar al pueblo venezolano. Resulta que ahora algunos de nuestros articulistas sin noción política (pero dicen tenerla), SI quieren abandonar una tribuna aceptada por un gran sector de la población venezolana como lo es Aporrea, que incluso los leen muchas personas llanas de oposición.
En sus desaciertos, estos camaradas articulistas expresan abandonar el portal como si él fuese el PSUV u otro partido político. La verdad es el colmo del absurdo. Más bien a través de este instrumento comunicacional se pueden aportar ideas como críticas constructivas en esta lucha por hacer triunfar nuestro socialismo.
Ojalá se entienda que transformar un país en una Revolución (que nos propusimos sea pacífica) no es una cuestión cortoplacista, ni simplista, sino que lleva muchos años, pues, lo que es el periodo de vida de un ser humano, es menos que segundos para la historia de un país. Es por ello que la lucha es permanente y de transferencia generacional y lo menos podemos hacer es no estar a la altura del compromiso histórico y dejarle los destinos de un país tan valioso como Venezuela a una gente que por sus intereses nunca descansa por conseguir el poder. Por tanto, parafraseando las palabras de nuestro Chávez, nosotros, el pueblo tampoco descansaremos en esta lucha por el futuro de nuestros hijos y para la reivindicación de nuestros libertadores y libertadoras.
