En escritos anteriores y en semanas próximas pasadas (¿Se oyó bonito? ¡Coño! Próximas pasadas, como todo un señor oportunista intelectual sobrevenido); pero en fin, en semanas anteriores, tuvieron a bien “En nuestra querida y contaminada” trinchera de lucha en la batalla de las ideas… ¿adivinen Quien?… ¡SIIII!; como lo es aporrea.org, la amabilidad de publicarme un escrito, al cual titulé, como por cosas mías “Personal de Confianza en la administración pública (Locuras de "El Negro Chua")”, y todo esto basado en real y absoluto propósito de que los Ministros y Ministras, y todos los camaradas que tienen responsabilidad en el alto gobierno, evaluaran muy bien a quienes coño delegan sus responsabilidades, a los niveles que tienen que ver con el personal administrativo, porque no se puede poner en función de jefe, a un coño o una coña, con ínfulas de mayoral, es decir, a unos coordinadores o coordinadoras, directoras o directores con mentalidad de esclavistas, tan solo para que resuelvan los líos o asuntos administrativos de alguna oficina, maltratando al personal que en esas oficinas laboran, aplicando lo que en la jerga laboral en la actualidad han denominado “Terrorismo laboral”…claro esta, coño e madre que no trabaje, ni haga su trabajo como es, que lo manden pa’l coño, pero veerrrsia, sin crearle traumas psicológicos a las personas, es decir, los trabajadores y las trabajadoras, porque, eso aparte de que daña la siquis, perjudica y daña la imagen y la gestión de cualquier ministro o ministra, por mas capaz, leal y sincero, que esta o este sea…he dicho ¡coño!
En ese escrito también hago ver o dejo entre ver, las prepotencias de algunos ministros, y algunas ministras, directores, directoras, coordinadores, coordinadoras, gerentes,…¿gerentas? ¡Veeerrrsia!, en fin; en ese escrito, dejo ver la arbitrariedad con que actúan algunos y algunas de estas figuras con responsabilidad administrativas, cuando llegan a esos cargos, violentando cualquier cantidad de derechos fundamentales, incluso, hasta los constitucionales, llevándose por el medio cualquier mandato con su actitud, por no respetar la continuidad administrativa, y para dejar por sentando, de quien es que verdaderamente, manda y gobierna en esos espacios reducidos del estado, y quien es el que garantiza la estabilidad laboral de los trabajadores y las trabajadoras en esos lugares, porque, quien no cumpla el capricho del nuevo jefe…y quien sabe, tal vez, quizás, digo yo; los caprichos berrincheros de alguna que otra ¿amanta? o ¿amanto? ¡Coño! administrativamente sobrevenida…corre el grandísimo y nefasto riesgo de quedarse sin empleo, eso entre otras cositas, por no decir lo mucho, digo lo menos. Mosca con eso pues.
Ahora bien; y en virtud del titulo alusivo a este escrito; como muchos deben saber, existe en venezolana de televisión, un programa conducido, no se si producido, por el periodista “a mi tu no me jodes” Luis Guillermo García, el cual lleva por nombre “Entre todos”, en donde este camarada periodista, configura los significantes de la información de los medios de comunicación nacional, de una manera (para que negarlo) magistral, en donde desnuda la noticia con el verdaderos significado de esos significantes. Ese programa conducido por este periodista, hay un segmento llamado “El Gato encerrado” en donde se realizan denuncias de casos graves presentadas por algunos usuarios y usuarias, que día a día, le hacen seguimiento a ese programa; pues bien, el camarada Luis Guillermo (a mi tu no me jodes) García, con su estilo muy particular, hace publicas las denuncias; y en la misma explica, que: palabras mas, palabras menos: Yo hago publica las denuncias, para que los entes encargados y a los cuales les compete la materia denunciadas se avoquen a la resolución del asunto en cuestión; pues bien; Resulta que a las denuncias del camarada LUSI GUILLERMO GARCIA, relacionadas con abuso con los consumidores y consumidoras, de los productos de la cesta básica, de los bienes y servicios que presta el estado, no son procesadas, por razones meramente burocráticas, y es aquí, en este preciso instante, donde se justifica la habladera de paja en los párrafos primarios de este escrito; porque, es que por ese bendito CULTO A LA ADULANCIA del jefe, se violentan las normas legales vigentes de la Republica Bolivariana de Venezuela.
En la constitución venezolana se contempla y se establece, que no se sacrificara la justicia por meros formalismos; pero en cualquier ente del estado, por capricho de algún funcionario de poca monta, y por el temor que produce la perdida del empleo, los servidores y empleados públicos, se ven en la imperiosa necesidad de hacer de la constitución un rollo de papel higiénico; también en existe una Ley de Simplificación de Tramites Administrativos; en donde se faculta a los servidores y empleados públicos, para que construyan mecanismos expeditos, para desburocratizar las diligencias administrativas y así acabar con los traumas de las trabas burocráticas, pero, vuelve otra vez la burra al trigo, si no lo ordena o lo permite “Don perico de los palotes” en señor encargado de la oficina, todo aquel hijo de pueblo, que salga a realizar una diligencia de suma urgencia, para solucionar un asunto mínimo de simple tramitación, tendrá que pasar por encima de los cadáveres ambulantes de la ADULACION ADMINISTRATIVA del señor encargado. Mientras tanto LUIS GUILLERMO GARCIA, seguirá tirando o lanzando gatos enjaulados y encerrados a las calles entrabadas de la administración pública; para ver si alguien con verdadera voluntad política, “le pone el cascabel a los gatos de “Tu a mi no me jodes” LUIS GUILLERMO GARCIA.
¿Sera que estos coños y coñas, se habrán enterado del gran descontento que existe en el país, y de la gran arrechera contenida, que hay en PUEBLO CHAVISTA?
Con la candela no se juega
CHAVEZ, vive en la consciencia y en la memoria de todos los pueblos pobres del mundo.
