10 Propuestas al PSUV

10 PROPUESTAS AL PSUV
 
Roberto López Sánchez
 
Aprovecho la solicitud del presidente Maduro, y planteo algunas ideas para el mejor desempeño de la revolución, propuestas que hemos profundizado en detalle durante muchos años y que no han sido tomadas en cuenta por la dirección del proceso revolucionario. No están referidas a un aspecto particular, sino que abordan diferentes espacios de intervención política. Hasta ahora he sido militante del PSUV, pero nunca llamado para aportar en cuestiones concretas, pese a nuestra reiterada y pública disposición. No obstante, jamás hemos dejado de trabajar dentro de organizaciones populares diversas, como lo constata buena parte del movimiento popular zuliano.
 

1- Permitir la organización democrática, participativa y protagónica de los trabajadores venezolanos, para que se conviertan en una fuerza decisiva y soporte principal de las luchas por transformar el capitalismo rentístico y construir el nuevo modelo productivo socialista contemplado en el Plan de la Patria. Eso pasa por permitir la realización de elecciones democráticas en la Central Bolivariana de Trabajadores (CBST) y en todas las federaciones que la componen. De igual forma, constituir democráticamente, con estatutos de funcionamiento y normativas que sean respetadas, el Frente de Trabajadores Socialistas del PSUV y otros partidos aliados, instancia que nunca ha existido. Finalmente, convocar a un proceso constituyente de los trabajadores venezolanos, que incluya una revisión y reforma a fondo del Ministerio del Trabajo, y la aprobación inmediata de la Ley de Consejos de Trabajadores, destinada a normar el poder de los trabajadores asumiendo directamente la conducción de las principales empresas productivas del Estado venezolano.

2- Debatir y aprobar en la Asamblea Nacional la ley que regule la Educación Universitaria, superando la omisión que ha tenido la revolución durante 15 años a pesar de contar con amplias mayorías parlamentarias. Lo menos que puede esperarse de un proceso revolucionario es que transforme el sistema educativo, incluyendo al sistema universitario. Hasta ahora eso no ha sido posible. Ya sea por incapacidad para determinar políticas acertadas, o porque se ha dejado conscientemente estas instituciones como válvulas de escape de la derecha, lo cierto es que los sectores de oposición que dominan las universidades han manejado durante década y media miles de millones de bolívares, presupuestos que superan a casi todos los situados de los estados del país, ejecutando una política académica totalmente contraria a los objetivos del proceso revolucionario venezolano. El daño causado a la revolución con esta falta de políticas hacia las universidades es difícil de calcular, pero a simple vista uno de sus reflejos es el fuerte movimiento estudiantil oposicionista que desde febrero de este año sacude al país con su movilización contrarrevolucionaria.

3- Detener de una buena vez el contrabando hacia Colombia de gasolina, alimentos y productos diversos que son generados en el país o son importados para satisfacer las necesidades del pueblo venezolano. La sanción contra los militares que diariamente se involucran en esta práctica ilegal en nuestras fronteras no sólo debe ser el cambio hacia otras responsabilidades, sino que deben ser botados de la fuerza armada y sometidos a los procedimientos judiciales correspondientes, por traición a la patria y atentar contra la economía y el bienestar de los venezolanos. Esto es una exigencia que a gritos se escucha en las enormes colas que en Maracaibo se producen todos los días para comprar gasolina, alimentos, productos del hogar, cauchos y baterías, medicinas y otros rubros de primera necesidad. Cerrar la frontera con Colombia por un mes, mientras se pone orden en los puestos militares que dicen custodiarla. Combatir con fuerza a las mafias contrabandistas de gasolina y alimentos, que han penetrado a instituciones del Estado como PDVSA, Mercal y PDVAL, y que tienen muchísimas ramificaciones en la población de la frontera. Tener claro que mientras se sigue hablando y no se hace nada, el contrabando extractivo está quebrando la economía nacional, desmoralizando al pueblo y creando las condiciones para un colapso financiero y una explosión social.

4- Constituir una especie de buró universitario de la revolución, sobre bases democráticas y normas claras de funcionamiento y decisiones, para debatir, aprobar y ejecutar una política revolucionaria que transforme profundamente las instituciones de educación superior. Con participación de representantes de todas las universidades del país. Esta instancia debe constituirse de forma similar en cada uno de los estados y cada una de las universidades públicas e incluso en las privadas.

5- Modificar radicalmente la política hacia la investigación que se desarrolla desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Por ejemplo, la manera como se viene implementando el Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación, PEII, termina convirtiéndolo en un mecanismo para la humillación de los investigadores en las distintas universidades del país, pues mantiene un nivel de exigencias no cónsono con la falta de seriedad que se observa tanto en los montos que se destinan para estimular la investigación (alrededor de mil bolívares mensuales para los investigadores acreditados), como en la irregularidad en las fechas de pago (hasta con seis meses de retraso), a pesar de que se exige doctorado, publicaciones recientes, tutorías, trabajo en comunidades y otros requisitos académicos. El colocar al frente de las instancias ministeriales a un personal totalmente ajeno y desconocedor de la investigación científica y la innovación, genera numerosos y graves errores en la relación entre el gobierno y la comunidad científica nacional.

6- Implementar mecanismos democráticos, protagónicos y participativos en los procesos de selección de candidatos a ocupar cargos de responsabilidad en las instituciones del Estado. Abandonar para siempre la cooptación a lo interno del PSUV (salvo cuando ocurran situaciones de emergencia nacional que están tipificadas en la Constitución Bolivariana). Elegir democráticamente una nueva dirección nacional de PSUV y las respectivas direcciones estatales, municipales y por sectores de intervención (estudiantil, trabajadores urbanos, campesinos, profesionales, etc). Dejar para los malos recuerdos la política de rotar y enrocar a los cuadros dirigentes, implementando verdaderas medidas conducentes a impedir la consolidación de una burocracia partidista que se eternice al frente de las instituciones y del propio partido, recordando los errores que hundieron a la URSS y demás países socialistas de Europa Oriental, y que hicieron fracasar aquí en su momento al bipartidismo adeco-copeyano. Marx resaltó siempre la necesidad de evitar la burocracia en las instituciones que formaran los obreros en el proceso de transición al socialismo, haciendo énfasis en la revocatoria del mandato, en la no existencia de diferencias salariales entre obreros y dirigentes, en la rendición de cuentas periódicas, y en la permanente rotación de funciones que permita a cada revolucionario cumplir y combinar a lo largo de su vida tareas intelectuales y manuales. Se puede ser ministro un año, y al siguiente ser obrero en una fábrica; ese es el prototipo de revolucionario que Marx formuló para la sociedad socialista.

7- Diseñar una política general para la recuperación del apoyo político en los sectores y clases medias venezolanas. Teniendo claro que en Venezuela buena parte de los sectores de trabajadores asalariados se consideran clases medias. Debe incluir una política de viviendas que permita a las parejas jóvenes acceder a una vivienda, algo que hoy está totalmente negado, salvo por medio de los mecanismos de la Gran Mision Vivienda, siempre influidos por el clientelismo y por los intereses subalternos de la burocracia estatal. Debe incluir también la necesidad ya explicada de diseñar una política revolucionaria para las universidades y para el sector científico nacional. La política de producción de vehículos para las familias trabajadoras. En este campo se deben abandonar actitudes ultraizquierdistas que siempre han estado presentes en los discursos del alto gobierno, al referirse a la clase media como un sector despreciable y con poca o ninguna virtud para el trabajo honesto y la conducta ciudadana. Reemplazar a todos los funcionarios que por años han mantenido ese discurso agresivo hacia la clase media.

8- Aumento general de salarios que se ponga a tono con la descontrolada inflación que ha pulverizado los ingresos de los trabajadores venezolanos en el último año. Si la inflación ronda el 100 %, pues el aumento debe ser similar (no del 30 % como fue aprobado el pasado 1° de mayo).

9- Combate efectivo a la corrupción dentro del Estado venezolano, comenzando por aclarar la famosa lista de Cadivi, dando los nombres tanto de las empresas de maletín que desfalcaron a la nación como de los funcionarios que de forma cómplice otorgaron esos dólares. Cárcel tanto para unos como otros, empresarios fraudulentos y funcionarios corruptos. Destituir de inmediato, abriendo la respectiva investigación administrativa y judicial, a todos los funcionarios que demuestren en sus niveles de vida un enriquecimiento súbito, no acorde a sus ingresos ni a la forma de vida que tenían antes de que la revolución llegara al poder.

10- Suspender de inmediato la política de criminalización de las luchas obreras en todo el país. Suspender las acciones de amedrentamiento y acoso que cuerpos policiales municipales, la GNB y el CICPC desarrollan contra sindicatos y grupos de trabajadores que mantienen luchas en defensa de sus derechos contractuales y constitucionales.

Muchas de las propuestas aquí incluidas apuntan a corregir errores y omisiones que pensamos nosotros tienen una considerable influencia en la pérdida de respaldo popular que acusa la revolución en muchas regiones del país. El que esta revolución logre mantenerse en el poder, profundizando el camino hacia un modelo productivo socialista, depende en buena parte de que se tomen correctivos como los que aquí proponemos.
 
 
Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 09 de Junio de 2014.

 



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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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