Ecuador es víctima de la justicia transnacional hasta en el futbol. Ravshan Irmatov, árbitro de Uzbekistán, designado por la FIFA para el juego entre Ecuador y Suiza, no vio las tres ocasiones de penalti que los espectadores pudimos apreciar por televisión a miles de kilómetros de Brasilia. Eso sí, bastaba que un ecuatoriano mirara mal a un helvético para que una falta fuera pitada.
¡Ay la banca suiza! ¡Ay el suizo Blater!
El arbitraje internacional ha manipulado el proceso a favor de la transnacional Chevron, que la justicia ecuatoriana condenó a pagar 9.500 millones de dólares por los daños ambientales causados en la región amazónica de Lago Agrio, donde también sufrieron secuelas los pueblos originarios allí asentados ancestralmente. Pero no hay manera de hacer cumplir la sentencia soberana contra los manejos imperialistas de la petrolera gringa.
El águila imperial disfrazada de buitre acecha la nación Argentina. La Corte de EEUU rechazó la apelación gaucha para protegerse de la voracidad de los capitales especulativos que persiguen desmadrar sus finanzas. El máximo tribunal norteamericano ratificó el fallo del juez Thomas Griesa y de la Cámara Federal que ordena a la Argentina pagar 1330 millones de dólares en efectivo a los fondos especulativos NML, Aurelius, Blue Angel y otros. Este fallo es el peor para Argentina.
Venezuela es asediada por la acción cotidiana del gobierno estadounidense. Cada dos días se produce una declaración de altos funcionarios gringos contra la patria bolivariana. El vicepresidente Joe Biden denunció que nuestro país no tenía internet y que la institucionalidad democrática estaba debilitada.
El Senado de USA aprueba normas para sancionar funcionarios venezolanos. La vocera de la Casa Blanca dice que “no es el momento para aplicar sanciones”. Nuestro gobierno saluda ese gesto. No entiendo.
Pero Washington aporta 18 millones de dólares a la prensa venezolana que promueva la democracia, y otros tantos a la oposición política trajeada de ONGs. La injerencia es evidente.
Por cierto Bolivia ha expulsado a varios parapetos de estos montados por países imperialistas para inmiscuirse en asuntos nacionales con fines desestabilizadores.
Cuba sortea diariamente, y desde hace medio siglo, la torpeza criminal del imperialismo yanqui. Recientemente han arreciado las acciones encubiertas y apoyo a la conspiración.
Esta es la política amistosa de Obama hacia los gobiernos dignos del continente. Habría que evaluar la ruptura colectiva de relaciones con ese vecino problemático e inútil.
Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.