Hay que confesar que la carta del compatriota es muy mala en sentido político, aunque el Sr Giordani diserta acerca del valor de la planificación estratégica, que es su tema predilecto. En verdad que este artículo no entrará en ese tema.
Luego de leer la carta pareciera que fuera un “volante de la filosofía pequeño burguesa” por el alarde presuntuoso que hace revestido de economía. Este tipo de filosofía es ridícula porque no ha comprendido la situación social de nuestros días en su engranaje, ya que es incapaz de comprender que el modelo de desarrollo económico bolivariano persigue liberar al pueblo trabajador de las cadenas invisibles del capitalismo, y no simplemente redistribuir la renta petrolera.
El compatriota Giordani no afirma directamente que la vida burguesa sea para él una verdad; pero lo hace al encasillarse en las categorías que expresan en forma de ideas las relaciones burguesas que persigue erradicar el socialismo bolivariano plasmado en La Ley del Plan de La Patria.
Este compatriota quiere lo imposible, mantener las condiciones burguesas de vida, sin las consecuencias nefastas de miseria y exclusión de estas condiciones. El error proviene de que, para el Señor Giordani es indispensable un hombre como él, como única base posible de la sociedad venezolana en transformación, proviene también que no puede imaginarse un obrero dirigiendo un Estado en que cada hombre y mujer hayan dejado de ser ciegos y tengan la capacidad de dirigir sus destinos.
El único punto en el que hay que estar de acuerdo con el señor Giordani es su repulsión hacia el fascismo y el imperialismo. A nuestro Partido PSUV, no hay nada en esta carta que aporte algo para lograr orientarse, más allá de sus declamaciones personalistas y señalamientos negativos hacia la figura del Presidente Obrero Maduro que está empeñado en seguir el camino trazado por el Comandante Eterno Hugo Chávez.
