Si hablo, escribo o critico algo soy acusado de traidor. A propósito del testamento del monje Giordani

Da risa ver como unas simple palabras erizan y hasta se hinchan de ira y allí es donde viene lo bueno, señalamiento de traidores a un proceso por cuestionar acciones pero aún más reviento a carcajadas es cuando hay mercenarios ideológicos que son iguales o peores a los perritos de carros que nunca dicen no y solo esperan que la pluma de la decisión de escribir plasme algo y así lanzar sus dardos de palabras enteramente preparadas sean disparadas contra quien cuestione la forma o método de dirigir las políticas y más aún contra quien haya ocupado un cargo por tanto tiempo en el gobierno; me refiero al monje Giordani. Este las tuvo bien puestas para no dejarse amedrentar por las metrallas que podrían venir en su contra, así como también asumir con pleno hecho la responsabilidad de su acción.

Ya esto se está volviendo costumbre calificar de traidor a la Revolución Bolivariana a quien se atreva a decir algo y que logre causar sabañón y esta costumbre es muy peligrosa cuando existe socialismo, donde la crítica, autocrítica son armas de avanzar en la construcción real de espacios políticos libertarios. En lo particular estas acciones que toman los señores de poder en contra de quienes osen desafiarlos ideológicamente me da temor por lo que el día de mañana puedan hacer, no temor por una vida o por cien, total el mundo es mundo unos se van y otros llegan, da temor es como ver que lo que el comandante Hugo Chávez construyó se está desmoronando.

La pérdida de la camaradería como principio revolucionario no se plasma al contrario se plasma es la metralla ideológica y los bombazos contra quienes hayan ocupado o no cargos de nivel en el gobierno. Pero los que sí están alegres ante esta salida son las firmas capitalistas estadounidenses si no que lo diga Merril Lynch que ya muestra alegría ante "la salida del ala marxista radical del gobierno" así mismo como ellos lo han denominado. Entonces yo me pregunto quién carajo se alegra más ante esta algarabía y quienes son los que están ganando serán los patiquines que nos causaron más de treinta muertos en las guarimbas o las grandes firmas capitalistas que se frotan las manos y babean con la esperanza de que mi patria le abra las puertas al capital privado extranjero causante de las maldiciones que llevaron al comandante Chávez a entregar su vida por nuestra patria.

La arrechera que me causa y las ganas de vomitar son padrotas como se dice en el llano pero qué camino tenemos: el de callar el pico, quemar los libros que con mucha sabiduría revolucionaria Chávez mandó a dar al pueblo para que despertara y no callara o ser sumisos ante el temor de ser tildados de traidores, contras o agentes externos. Esta vaina tiene que acabarse porque de no ser así vamos rumbo a un cercenamiento de lo que se piensa y de como vemos el rumbo de la revolución.

ramos.oglis19@gmail.com


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