Giordani denunció a un grupo de asesores franceses que le serrucharon el piso. La verdad que por más que busco a los franceses, no los encuentro sino en la bendita carta de Giordani que desató todo un mar de dimes y diretes.
A pesar que Giordani dice que Nicolás no es de la talla de Chávez en liderazgo, creo que Nicolás está asumiendo con un par de cojones bien puestos, liderar un cambio fundamental en el desarrollo de la revolución al reconocer que la falla inmensa en los diseños económicos y su planificación han sido culpables, junto a la burguesía oligarca, del tremendo pastel que vivimos hoy. Eso tenía que comenzar con la destitución de Giordani.
El pueblo aguanta parejo la inclemencia de colas, escases y robo con los precios, eso es herencia no de Giordani solamente, es verdad, quien quizá si es el padre, pero esas ideas que desbarataron la economía, en nombre del socialismo, propuestas por su ministerio, fueron aprobadas hasta por el mismo Chávez, quien siempre supo enderezar entuertos, quizá lo que le toca hacer a Nicolás Maduro ahora, al tener que hacer algo con este desastre de economía que terminó jodiendo es al mismo pueblo que pretendemos liberar.
Maduro, creo, que va a tener las bolas de desarmar esa trampa a riesgo de que se le sentencie como traidor a él. Fueron un fracaso que ha estado a punto de hacer fracasar la revolución. Los controles de cambio pararon la sangría en su momento, pero abrieron, como siempre pasa, la corrupción y el desastre en la economía. Cada vez más cambios y más corrupción.
Esa culpa no es de Giordani, es de todos los que creímos que esa era la forma correcta en su momento. La revolución debe ser capaz de cambiar o perecería si no lo hace, de eso se trata en esta coyuntura. Superar pronto esa fallida política de restricciones cambiarias, de unificar un solo cambio y al implementarlo tratar de regular la economía de un país que, como todos, debe interactuar con un mercado internacional que es capitalista de punta a punta. Tarea nada fácil.
Los franceses parece ser solo el nombre de un grupo dentro del chavismo, según los chismes de pasillo, donde el camarada Arreaza anda por delante. O sea que no hay invasión francesa, Giordani estaba organizando grupos anti Maduro y “los franceses” trabajando en la planificación alterna al desastre que nos deja Giordani como herencia, como sea, hay que pasar la página.
Venezuela debe seguir adelante, los cambios en sistemas cambiarios no son los que hacen la revolución, los hace el poder en manos del pueblo, la producción en las comunas, la planificación en economía mixtas que cada vez permitan más la independencia.
Lo más importante es la activación económica que sepulte el desabastecimiento y los mercados paralelos de la leche, las baterías, la harina pan, el aceite, el papel toalet y un largo etc, etc. Eso es lo primero. Luego revisar las fallas que hemos tenido en confiar en el pueblo. En darle el poder económico al pueblo, cosa tampoco fácil porque muchos se hacen capitalistas de la noche a la mañana al recibir la dirección de una fábrica popular, llevándola a la quiebra. Pero hay que seguir inventando, intentando.
Lo cierto es que parece que se acabará pronto un modelo y se intentará otro modelo.
El total apoyo a las misiones que desarrolla Nicolás Maduro hace saber que es allí donde el desempeño económico ha logrado darle respuesta al pueblo, hay que aplaudirlo y apoyarlo. Así se tilde de populismo es la única forma de lograr que la renta petrolera se convierta en felicidad para los humildes.
Ya nos tocará volver a empezar a inventar y crear el poder económico socialista, cosa que suena bien pero cuesta una bola.
Con Chávez seguiremos inventando o errando, pero siempre capaces de superar los abismos de los errores y renacer con mejores propuestas.
¡Chávez vive y vive, la patria sigue y sigue!