"La opinión (pública) cambiada absolutamente a nuestro favor, vale aún más que los ejércitos.
Esto lo escribió el Libertador Simón Bolívar en carta del 5 de enero de 1817 al General de Brigada Lino de Clemente y al Dr. Don Pedro Gual y varios días después, el mismo año de 1817, para ser precisos el 1 de septiembre, le escribe con urgencia a su agente en Trinidad, Don Francisco Peñalver, para decirle: "Mándeme usted de un modo u otro la imprenta que es tan útil como los pertrechos (para la guerra)". De todos estos avatares, nació menos de un año después, el 27 de junio de 1818, el Correo del Orinoco.
¡Qué visión y que mayor verdad encierra ese aserto de nuestro más grande hombre!
Palabra sabia la de nuestro héroe máximo que jamás ha dejado de tener plena vigencia y por supuesto más aún en los períodos más oscuros de la historia de los pueblos y tanto ha sido así que durante esos períodos oscuros en cualquier latitud del globo terráqueo y en todo época, han sido, precisamente, la prohibición y la censura para expresar lo que sienten o lo que quieren, la característica que tipifica esos momentos de la mayor angustia, de rabia incontenida que lleva a los pueblos a rebelarse hasta encontrar, por la vía que fuese, el restablecimiento de tan sagrados derechos humanos.
Ante esa verdad del tamaño del universo vemos necesario reiterar lo que siempre hemos sostenido, que para consolidar cada día más este proceso de cambios revolucionarios en que ha vivido el país durante los últimos quince años, catorce de la mano de nuestro Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías, debemos hacer cada día todo el esfuerzo posible para que con la mayor eficiencia y eficacia, nuestro pueblo esté bien informado, tanto de lo bueno como de aquello que pudiera estar enturbiando el derrotero que nos hemos trazado de construir el socialismo del Siglo XXI y que de ambas realidades, como todos sabemos, las opiniones y las discrepancias, por pequeñas que ellas sean, abundan como la hierba, lo cual nos parece no sólo lógico, sino necesario que así sea, pues de las diferencias y de sus discusiones surgen las mejores respuestas
¿Pero es que acaso los venezolanos carecemos de información oportuna?
En absoluto dudamos en afirmar que, efectivamente, esa ha sido una de las mayores fallas de nuestro gobierno revolucionario y eso lo reconoció el propio Presidente Chávez en sus programas domingueros de Aló Presidente y no es que solamente confesó esa realidad una y mil veces, sino que la calificó como uno de los peores pecados de su gobierno y no dudó ni un segundo para reclamar tan inconcebible falla, en términos -por cierto- bien duros, a quienes en esos momentos tenían bajo su conducción esa importantísima responsabilidad.
Efectivamente, son reiteradas las ocasiones en que nada se nos informa. Las más de las veces la información que recibimos sobre la obra de gobierno, por ejemplo, es muy escasa y la poca que se advierte está referida exclusivamente a la Gran Misión Vivienda Venezuela y a algunas obras de vialidad muy puntuales que se adelantan en la Gran Caracas, lo cual aplaudimos, obviamente, pero sobre los grandes esfuerzos que la Revolución ha estado haciendo en el campo a favor de las masas campesinas y, particularmente, en los sectores de la producción agrícola y pecuaria y que, entendemos, han venido dando excelentes resultados en el área social y en el incremento importante de la productividad con cifras, inclusive, en niveles nunca antes vistos en la historia del país, nada se nos informa y ello por supuesto permite que sectores de la economía estrechamente vinculados a la oposición golpista, divulguen estadísticas que muestran todo lo contrario y lo peor del cuento es que no vemos que voz alguna del sector oficial salga a desmentirlas y a poner las cosas en su sitio, tal cual son en la realidad. En esto, como vemos, hay fallas de comunicación e información bien graves
En las estadísticas de fallecidos por la delincuencia, como otro caso bien importante de resaltar, sólo vemos a diario las que nos suministra la mediática opositora y muy rara vez vocero oficial alguno las refuta. Unas Ong´s que se dicen defensoras de los derechos humanos y que reciben financiamiento del exterior (Usaid, Ned, Freedom House, etcétera), aseguran con datos cuyas fuentes se desconocen, que en Venezuela para 2013 fueron asesinados 79 personas por cada 100 mil habitantes y ante ello el ministro Rodríguez Torres declaró a los medios gubernamentales que eso es falso, que en base a cifras oficiales precisas, la realidad es que el pasado año hubo 39 asesinados por cada 100 mil personas, pero allí todo se queda. La data que sale al exterior y a los organismos de derechos humanos multilaterales es la que pergeñan esas Ong´s y no la que informó Rodríguez Torres, de donde nos preguntamos el por qué esas organizaciones no son denunciadas ante la Fiscalía por incurrir en el delito de mentir en un asunto tan relevante y por qué, por otra parte, no enviamos misiones especiales al exterior para desenmascararlas y decir la verdad???
Se nos dice, tomando otros ejemplos, referidos a sucesos que han conmovido al país en este último tiempo, como sucedió con el develado plan de asesinato de Leopoldo López por las autoridades policiales y de inteligencia, que no serán hechos públicos los detalles de la conjura y menos los nombres de los supuestos implicados, con el argumento infeliz de que hay que preservar la paz del país. El único dato que hemos conocido hasta el momento es que los promotores del proyectado crimen es gente que milita en la misma oposición, lo cual hace imposible admitir, visto ello desde nuestra óptica, que alguien, por más indiferente que fuese, pueda digerir tan absurdo argumento y acepte pasivamente y convencido de tan absurda explicación. Por el contrario, ante un hecho de esa significación, como es el haber puesto al descubierto una planificada acción criminal opositora en contra de una de sus figuras de dirección, es cuando más tiene el país que conocer en todos sus detalles los entretelones de la misma. Ocasión inmejorable, además, para desenmascarar con sus propias acciones a una oposición que, sin duda alguna, está desquiciada y que sólo merece el desprecio de la gente.
Pero hay más. Allí está el caso de las llamadas empresas de maletín que le estafaron al Estado, en complicidad con burócratas deshonestos disfrazados de chavistas, sin duda alguna, más de veinte mil millones de dólares, según lo denunció en abril del año pasado, la Dra. Edmée Betancourt, a los pocos días de asumir la presidencia del BCV y esta es fecha que el pueblo aún no conoce el nombre de los implicados en semejante robo a los venezolanos, no obstante que se viene anunciando desde hace no menos de diez meses, que la próxima semana se publicará la lista de esas empresas de maletín y el nombre de sus accionistas y nada ocurre...!!!
Hay muchos otros casos, pero no queremos extendernos más, pues con esta breve reseña consideramos suficiente para que desde el gobierno se reflexione y sobre la marcha se corrija lo que deba ser corregido en materia de información y comunicación.
Es inconcebible que continuemos viendo con indiferencia que el pueblo siga siendo manipulado de mil formas por la poderosa maquinaria mediática opositora y no tengamos una política informativa y comunicacional revolucionaria que enfrente con la fuerza de la más absoluta verdad, las falsedades que vomita cada segundo del día esa atroz estrategia anti patria de unos medios al servicio de intereses de una oligarquía que trabaja para los poderes fácticos imperiales
De manera que hay razones de sobra que nos llevan a la mayor preocupación ante el desamparo en que nos encontramos los venezolanos en el tema de la información y la comunicación, pues no sólo es porque los medios de la derecha nos tuercen la verdad y nos ocultan todo lo que a ellos para nada les conviene divulgar, como es, a título de ejemplo, la entrega cada semana de cientos de viviendas a la clase trabajadora en todos los rincones de la patria, algo que jamás sucedió en nuestro país y que, por otra parte, estamos absolutamente convencidos de que nunca pasó por la mente de los gobernantes de la Cuarta República que eso pudiera ser una realidad, cuando en sus cuarenta años de desgobiernos, en ninguno de ellos les fue posible alcanzar ni siquiera la tan cacareada meta que tanto vocearon de 100 viviendas por año!!!
Otro si
¿Qué pasa con los aceites PDV para los vehículos automotores que no llega a las estaciones de servicio y sólo se logra conseguirlos, luego de intensa búsqueda, en puestos de buhoneros en Petare o detrás del Makro de la Urbina, donde lo venden a un precio seis veces y más al establecido por la petrolera estatal?