Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo,
A los Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Publicas Nacional e Internacional,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
Con respecto a la carta escrita y publicada por Giordani, y la actitud asumida por muchos, ahora retractores del mismo autor, nos llega a la memoria la canción que interpreta uno de los magníficos cantantes de Venezuela, como lo es Gualberto Ibarreto, “La Carta”, del compositor Enrique Hidalgo.
♫ “Denme claridad que voy a leer / la carta que ayer me dio Soledad (BIS)” ♫
El contexto político actual: innegable que el Proceso Revolucionario, si lo delimitamos desde febrero de 1989 hasta la actualidad, atraviesa su más peligrosa crisis moral y política, debido, por un lado, al repunte político y mediático de la derecha burguesa, a través de su aparataje comunicacional, el apoyo financiero desde el imperio estadounidense, su guerra económica, como estrategia de Guerra de IV Generación, y sus métodos violentos y terroristas como lo son las Guarimbas; y por otro, al triste papel que han desempeñado muchos de los funcionarios del gobierno, que se han visto sumergido en corrupción, que no han demostrado convicciones revolucionarias sólidas, o que simplemente no han tenido la suficiente fortaleza moral para hacer la critica necesaria en el momento oportuno.
La crisis económica y moral que se ha agudizado desde la enfermedad y posterior muerte de Chávez, no es producto del desempeño de Nicolás Maduro como presidente. Es el resultado de la confluencia de diversos elementos, que fueron encubándose, muy bien por el oportunismo de muchos funcionarios que prefirieron callar ante errores estratégicos y tácticos de Chávez, para no ver afectadas sus cuotas de poder por la misma personalidad y liderazgo del Comandante (Chávez), o bien por estar inmiscuidos en “guisos” y corruptelas, o simplemente no tener los cojones de denunciar a quienes saqueaban (y saquean) la Nación.
♫ “Y esa carta desgraciada / puño y letra de mi amada (BIS)” ♫
El autor de dicha carta: Jorge Antonio Giordani Cordero, nacido en San Francisco de Macorís, República Dominicana es un ingeniero electrónico, profesor y político venezolano de origen dominicano e italiano, quien fuese Ministro del Poder Popular para la Planificación del gobierno venezolano en varias ocasiones, hasta el 17 de junio de 2014. Se graduó en la Universidad de Bologna, Italia, como ingeniero electrónico. Dio clases en la Universidad Central de Venezuela hasta 1999. Fue el diseñador fundamental de las políticas estratégicas de gobierno y de su concepción de fondo durante el periodo gubernamental de Hugo Chávez.
Giordani, con sus aciertos y errores, fue leal al presidente Chávez, manteniéndose firme, dentro del proceso bolivariano en todos los difíciles momentos que se enfrentaron. Por ello no se puede etiquetar como un traidor al pueblo, aunque por su formación académica y social no lograse diseñar y establecer líneas de gobierno que fuesen realmente en el fortalecimiento del poder popular, la reinversión de la renta petrolera en un aparato productivo socialista, que nos garantizara independencia alimentaria, tecnológica, diversificación de la economía, participación social efectiva en la política y la economía, desplazamiento de la burguesía por las fuerzas populares en cuanto al aparato económico y el Estado burgués.
♫ “Ay que ingratitud, ay que padecer / la carta que ayer me dejó sin luz (BIS)” ♫
La crítica necesaria, a tiempo: Es la posición de Giordani, una denuncia y una crítica necesaria, pero a destiempo, pero no por ello podríamos decir que es un traidor.
Habrá que preguntarles a los que salen afanosamente a desacreditarlo cuál es su posición ante el caso de Rafael Isea, quien es acusado e investigado por la paralización de 5 obras y el desvío de 58 millones de dólares y de 9 millones de euros; a su vez por el caso de una avioneta capturada en las Islas Canarias con 1.4 toneladas de cocaína; y el cual se ha convertido, desde septiembre de 2013, en colaborador del Gobierno de los Estados Unidos en contra del Gobierno de Venezuela.
Así mismo, qué han dicho sobre el caso de Alejandro Andrade, quien fungió como tesorero nacional, como viceministro de Gestión Financiera, manejó instituciones de ayuda social como la Fundación Pueblo Soberano (2001) y el Fondo Único Social (2002), llegando a ser presidente de Bandes entre 2008 y 2010; y el cual actualmente vive en una mansión en Wellington, Florida, considerada la capital norteamericana de los deportes ecuestres, la gran pasión del ex militar, y en donde es vecino de magnates como Bill Gates y Athyna Onassis, actores como Robert Duvall y Tommy Lee Jones, cantantes como Bruce Springsteen y Madonna.
Por qué antes de atacar y etiquetar como traidor a un hombre por hacer, a destiempo o no, lo que le dicta su conciencia, no exigen al gobierno que deje de proteger a quienes estafaron al país a través de Cadivi con empresas de maletín y funcionarios corruptos. ¿No será el mismo “a destiempo” con el que harán pública dicha lista, con todo el retraso en materia judicial, dando el tiempo suficiente para que huyan o maquillen las pruebas, salvándoles el pellejo a los más cercanos al alto gobierno?
Y eso es sólo para nombrar algunos casos, de quienes sus traiciones al Pueblo Venezolano son suficientemente notorias. ¿Qué diríamos de quienes aún están en el poder y se vinculan a personajes como estos?
♫ “Y esa carta desgraciada / puño y letra de mi amada (BIS)” ♫
El chantaje oportunista: Ya basta del chantaje oportunista y contrarrevolucionario con el cual, desde las altas esferas del poder, intentan desacreditar y callar toda crítica que se le haga a los errores o vicios que minan la administración pública. La corrupción es tan contrarrevolucionaria como la derecha burguesa. A ambas hay que atacarlas y frenar su avance, de manera contundente y a tiempo. El Gobierno debe tomar acciones ejemplarizantes ante este flagelo que ya se radica en toda la sociedad. Debe incluir entre sus filas, en la gestión pública a personas probas moralmente y con capacidades suficientes para desempeñar cargos de administración pública de manera eficiente. A su vez, crear mecanismos vinculantes de participación en cuanto a la toma de decisiones en el Poder Gubernamental, por parte de los sectores populares y revolucionarios, diseñar nuevas formulas de participación y acelerar la transferencia de competencias al pueblo organizado.
♫ “Denme oscuridad que voy a romper / la carta que ayer me dio Soledad (BIS)”♫
Acabar con la impunidad y la corrupción: Es la Contraloría Popular, Social y Revolucionaria la que debe imperar en la gestión pública para frenar el descaro con el que muchos funcionarios saquean a la Nación. Es el Pueblo quien debe ejercer y fortalecer los Procesos Revolucionarios, construyendo nuevas formas de Poder Comunal, presentando propuestas de solución ante los problemas del país, denunciando y desarrollando la crítica necesaria a tiempo, dando el ejemplo de moral y trabajo colectivo.
Es por ello que, una vez más, el Poder Popular le sugiere al gobierno, asumir a dos camaradas revolucionarios, de firmes convicciones y comprobada trayectoria, para cargos estratégicos de Poder Político, como lo son Freddy Gutiérrez y Rafael Uzcategui, los cuales han mantenido una relación directa con las bases revolucionarias y populares, y considerándoles dignos interlocutores del pueblo.
Únicamente, asumiendo el Pueblo las estructuras de Poder, conquistando posiciones políticas de toma de decisión, fortaleciendo el verdadero Poder Comunal, podremos desdeñar estas tristes historias que debilitan al Proceso Revolucionario, y benefician al enemigo del pueblo, como lo es la burguesía.
♫ “Esa carta desgraciada puño y letra de mí amada…” ♫
Fortaleciendo la Moral Revolucionaria.
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 522 años del inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 204 años del inicio de Nuestra Independencia,
Coordinadora Simón Bolívar
Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.