Nombrar la palabra asesores y acompañarla del gentilicio francés, inevitablemente invocó al maltrecho asesor desasesorado.
Puse el título a mi nota, copiando uno que casualmente leía anoche en ND, escrito por un opositor indignado por las declaraciones de Dieterich a CNN y sus últimas danzas frente a Capriles, cual meretriz de esquina. Al levantarme me encontré e Aporrea al asesor alemán, ese a quien denuncié que Samán me había confesado que Chávez le dijo que le había pedido un millón de dólares.
“El doctor Dieterich protagoniza el colmo de la taumaturgia: después de inducir la gangrena de las extremidades y servir el instrumentario ideológico para amputarle las piernas a la economía venezolana recomienda mandar los restos a un quiropedista, para que le quiten los callos, le corten las uñas y le calcen las medias. Y en su afán por corregir sus dislates de ideólogo marxista in partibus infidelis y recaudar fondos para comprarles zapatos de marca sugiere cortar por lo sano y entrarle sin melindres al neoliberalismo salvaje. Lo dice sacudido por la autopsia que acaba de llevar a cabo su ex socio de taumaturgias, Jorge Giordani, el monje loco.”
“En una de las tantas entrevistas en que se muestra de cuerpo entero, ora tocado con un extravagante sombrero de pistolero de la noche de San Valentín, ora con un abrigo de costosas pieles, trajes a rayas cortados a la medida y pañuelos de seda, con todo lo cual más parece representante de una nudista internacional que un pensador de Treveris, ha sostenido sin que se le remueva el maquillaje que Venezuela debe volver a las mismas fórmulas neoliberales que intentara poner en acción en 1989 Carlos Andrés Pérez, provocando la reacción del establecimiento político, alebrestando al golpismo, provocando motines y saqueos y despertando al monstruo dormido de la barbarie venezolana. Al que corrió a asesorar.”
Antonio Sánchez García/ ND.
Dieterich inventa toda una French Connection, donde ataca a quienes si le serrucharon el piso a él como asesor hace unos años, a Ramonet, Le Monde Diplomatique, Marta Harneker y a cuanto monsiur encontró por el camino. Ivan Gil y otros tantos patriotas formados en Francia, del equipo de nuestro canciller Elías Jaua, quienes son el grupo denominado “los franceses” ni los nombra. Pero ese es su problema.
Quienes no vieron a Dieterich en CNN hace una semana en donde decía que a Maduro lo iba a sacar el pueblo de Miraflores, quizá caerán en la trampa de sus dislates, de meretriz barata que tongonea sus cocos a todo posible cliente, como intenta hacerlo con su nuevo escrito, en Junio 24, casi un mes de su fallida profecía, que no le daba más de Mayo a Nicolás para estar fuera del gobierno. Este señor ya es un opositor declarado y confeso, quien solo habla pestes de Nicolás Maduro y le anda poniendo fechas a la caída de la revolución compitiendo con el profeta brasileño.
Este extraño escrito está dedicado a tres personas, una de ellas se llama Enrique, ¿Será a Capriles? ¿A quien Dieterich ahora adorna en cada escrito como el futuro presidente y el más cuerdo de la oposición?.
El profeta fallido de la sexta república, además, en este escrito, trata a Chávez como dictador. Dice que su modelo de dominación es desarrollista capitalista y niega, de cuajo, que en estos 15 años existiera jamás una pizca de socialismo.
Para Dieterich no es socialismo que en Venezuela se redujera la pobreza extrema heredada de la 4ta, no lo es los millones de patriotas que hoy tienen acceso a las universidades, ni quienes han recibido ya millones de vivienda, tampoco es socialismo Barrio Adentro ni ninguna de las misiones, no, para Dieterich eso no es socialismo.
Dieterich, intenta fallidamente lo que nunca va a suceder, que las clases populares se rebelen, que hagan guarimba los obreros, los barrios y los pobres. Saca una carta de obreros de la automotriz y la esgrime intentando presagiar ahora que los pobres se sublevarán y que al gobierno de Maduro solo le quedará la opción de las ballonetas. Es decir, más claro no puede quedar desde donde escribe este profeta frustrado. Le dice a Capriles que suba cerros pa que baje al pueblo, pero ninguno tiene bolas para meterse en el 23.
Venezuela cuenta, para su pesar señor Dieterich, aunque usted lo sabe pero no lo reconoce, con índices muy fuertes en su economía, el PIB y las reservas internacionales son fuertes, nada que ver con ese descalabro que habla. Cambios en la microeconomía se aproximan, seguramente superando esos esquemas del siglo 20 inoperantes de que habla y como siempre usando medias verdades. Los controles de cambio se unificarán y se dará un nuevo giro a la economía, lo que no significa jamás una entrega a las fauces del FMI.
Este pueblo, que es chavista a muerte, no es pendejo. Sabe muy, pero muy bien lo que nos pasaría si regresara la cuarta. Por eso, a pesar de los problemas que tengamos, con lealtad al comandante Chávez, seguiremos con Nicolás los caminos que nos dejara asignados nuestro jefe.
¡Chávez vive, la patria sigue!