La carta que escribiera el ex ministro Jorge Giordani y que fue publicada en la página de Aporrea.org el día miércoles 18 del presente mes, ha generado una polvareda en las filas revolucionarias, y desde las alturas del poder ha habido, aunque con cierta sutileza, descalificaciones a la persona del ex ministro, más que al contenido de su carta.
Como revolucionario consciente y comprometido considero que para analizar la trascendencia (negativa o positiva) del escrito de Giordani, debemos apartarnos del consejo de nuestras vísceras o del corazón y dejar que el cerebro haga su trabajo.
Lo primero que creo importante evaluar, para luego pasar al análisis de lo escrito por Giordani, es traer al debate ¿quién es Jorge Giordani?, ¿acaso es un salta talanquera? ¿es un corrupto al que apartaron de la macolla? o ¿es un denunciólogo de oficio? Las críticas más duras que he podido leer y escuchar en su contra, lo tildan de traidor, desleal e irresponsable. Pero como dicen que los hechos hablan más que las palabras, veámoslo a la luz de su conducta dentro del gobierno del presidente Chávez.
En sintonía con lo antes señalado, es incuestionable la confianza y el respeto que Chávez profesaba públicamente por Giordani; incluso a pesar de ciertas discrepancias que ocasionaron, en algún momento, la salida de Giordani del cuerpo ministerial. Al respecto veamos lo que acota Giordani en su escrito: ??Las diferencias que surgieron a lo largo del tiempo, primero con la despedida del gobierno por parte de mi persona luego del Golpe de Estado de abril del 2002, o con la renuncia que le presenté en diciembre de 2007 luego de una severa diferencia de concepto y comprensión de un grave problema que se venía confrontando; sin embargo, tales desencuentros no fueron nunca obstáculos para mantener vínculos de afecto? De este fragmento podemos deducir claramente, por lo menos 2 cosas: 1) que Giordani era capaz de mantener su posición, incluso frente a una posición contraria del mismo Chávez a costa de su cargo como ministro: y 2) que Chávez lo respetaba a tal punto que lo volvía a convocar en diferentes etapas y momentos históricos para que dirigiese la política económica del gobierno. Esta confianza que Chávez demostraba en Giordani, era similar a la que le daba a Diosdado, quién ha sido atacado por propios y extraños, pero a quien Chávez nunca dejó de tenderles la mano, lo cual dice mucho a favor de ellos, ya que revela que Chávez les reconocía la lealtad y compromiso revolucionario. Al final, no creo que se pueda afirmar que Giordani sea traidor, desleal, irresponsable y menos corrupto.
Siguiendo con el análisis, Giordani, menciona tres grandes objetivos que el presidente Chávez se propuso, acompañado de su equipo, donde formaba parte Giordani. Estos objetivos eran:
?1. Sacar del estado de abandono a importantes grupos desprovistos de las herramientas para superar graves privaciones materiales, culturales, de participación que les aquejaban. No le pareció al Gobierno ético no movilizar y transferir recursos a esos grupos tantas veces postergados y tratar de satisfacerlos con promesas para el futuro. 2. Desmontar la máquina de poder que tenían instalados los grupos externos e internos y que les habían permitido manejar a su favor el Estado y entre otros logros usufructuar en alta medida del excedente petrolero. Es posible ilustrarlo con la recuperación de PDVSA, de las concesiones petroleras, del Banco Central, del control del Comercio Exterior, de la tierra en poder del latifundio y de las comunicaciones públicas. Alinear a las FANB con los intereses populares y dotarlas de capacidad efectiva para defender los intereses del país frente a los intereses externos.
3. Crear un aparato público que en lo productivo dominara sectores claves de la estructura productiva, tales como insumos básicos, exportaciones de minerales, puntos clave del abastecimiento popular. Fortalecer paulatinamente las capacidades del sector público en su función de planificación y ejecución de la inversión productiva, en el manejo de empresas públicas y la formulación y puesta en ejecución de programas y políticas públicas diseñadas para construir una nueva organización social.?
Esos objetivos fueron alcanzados por la acción del gobierno del presidente Chávez y constituyen los pilares fundamentales de la Revolución Bolivariana, en los cuales se evidencia la dirección socialista que ellos en sí mismo suponen. De manera que es incuestionable la participación y el aporte de Giordani en la materialización de objetivos antes descritos; por lo que es comprensible que ante lo que considera una desviación del camino, el ex ministro reaccione. Más cuando dice haber advertido de los problemas que podría ocasionar el cambio del rumbo económico que él ayudó a construir.
Sin embargo, esta verdad no oculta la actitud prepotente de Giordani al pretender imponer su criterio como ?la única verdad?, soslayando la posibilidad de otros caminos para llegar al objetivo planteado (el Socialismo Bolivariano).
Es importante destacar que Giordani afirma que buena parte de lo señalado en su carta, había sido presentado por escrito al Presidente Nicolás Maduro, alegando además que muy poco de esto en su momento fue tomado en cuenta. Dicha posición también es reafirmada por el Ex - ministro Héctor Navarro Díaz, en su reciente comunicación escrita en apoyo y solidaridad a Giordani.
Cuando Giordani dice: ??ante el pueblo venezolano, el Comandante Chávez fue capaz de plantear de manera directa y descarnada los problemas y dificultades que se presentaban ante el país,? El Comandante Chávez no evadía, resolvía.? Nos da la impresión que quiere hacer ver que el gobierno de Nicolás no dice toda la verdad acerca de los problemas que atraviesa el país en estos momentos y lo que es peor, que los evade. Lo positivo de esta crítica de Giordani, está en el hecho que el ex ministro comulga con la necesidad de decirle la verdad y no ocultarle nada al pueblo, además de meterle el pecho a los problemas.
Algo que considero inaceptable del documento de Giordani, es su subestimación a la capacidad y entrega del presidente Maduro, así como la descripción de múltiples situaciones, que al compararlo con el presidente Chávez, sólo persiguen descalificar al camarada Maduro. En este orden de ideas, se evidencia que Giordani se dejó mal aconsejar por sus vísceras.
Sin entrar más en el detalle del documento, aparte del ataque intestino a la figura del presidente Maduro, considero que hay que revisar los señalamientos sobre el control de PDVSA, la cohesión y coherencia en la conducción del gobierno, la planificación en el accionar, entre otros, lo cual debe ser un elemento transversal en el ejercicio del gobierno revolucionario, que supone además, eficiencia en el manejo de los recursos de toda índole.
La crítica debe ser siempre comedida, pero necesaria. Giordani alega haber formulado, por escrito, las críticas que consideraba pertinente hacer, y de sus palabras se colige que no se discutieron oportunamente, aun cuando tales señalamientos provenían de un alto funcionario del gobierno.
El criticado debe siempre tener una actitud reflexiva y no defensiva ante la crítica.
Buena parte de nuestros líderes ?reaccionan? violentamente ante la crítica y descalifican a quien la formula; lo cual evidencia la inmadurez política y pobreza ideológica.
Otra cosa, y siempre se escudan en la expresión: ?no es el momento?. En revolución SIEMPRE es el momento para criticar y autocriticarnos, ya que eso es un método de evaluación y rectificación.
Lo que debemos garantizar en nuestra revolución es que exista el espacio para la crítica, y eso es función irremplazable del partido revolucionario.