De la desgracia a la conciencia

Mensaje por el Día del Periodista por Harim Rodríguez D'Santiago dirigido a algunos colegas

¿De dónde venimos?, Venimos de una patria maravillosa despreciada, anulada, abusada, por una clase política que no escondía su alcoholismo, sus barraganas, sus prebendas obtenidas por regalar el petróleo a 6 dólares al país con el ejército más poderoso del mundo.

Venimos de un desastre colosal,  no había dinero para pagar a los empleados públicos, no había comida para los pobres. Nuestro pueblo vivía el drama de comer perrarina, los teteros llegaron a ser sin leche y de espaguetis. Nosotros mismos comíamos carne una o dos veces por semana, el jamón era un lujo para la arepa.

Los hospitales, el seguro social, las escuelas y universidades estaban listas para limitarlas sólo a quienes pudieran pagar. No más profesionales en los barrios, parecía ser la consigna.

El fantasma de la privatización era un monstruo real, el recorte a todas las ayudas gubernamentales al pueblo era cotidiano, mientras los vagabundos políticos sonreían plácidamente en lujosas recepciones a los poderosos financistas de sus partidos. Era el país de los que tenían todo y no permitían al pueblo acceder a nada.

Los indígenas abandonados, los trabajadores robados por la tripartita, los  atletas olvidados, los pensionados reprimidos, los disidentes torturados, perseguidos, asesinados y desaparecidos, de allí venimos.

Y llegó un veguero de Barinas, con Venezuela y Bolívar entre el pecho y el corazón, los que no leían ahora leen, los que no veían ahora pueden ver operados gratuitamente, nuestros niños con problemas del corazón tienen el Cardiológico más grande.

Los abuelos recibieron una pensión digna y a las personas con alguna discapacidad les fue reconocido su derecho a ser gente, a trabajar, a estudiar, a ser atendidos por un médico, eso se hizo ley.

En nuestros barrios se abrieron casas de alimentación para los que no tenían nada, los presos ahora pueden acceder a una Sinfónica Penitenciaria y los atletas pasaron a ser seres con atenciones especiales.

Se acabaron los bachilleres sin cupo y ahora hay aldeas universitarias en las comunidades, Guaicaipuró renació para velar por nuestros marginados aborígenes. Niños, hombres y mujeres en condición de calle encontraron a una amorosa Negra Hipólita.

Las madres solteras consiguieron apoyo para criar a sus hijos, los cultores encontraron un espacio para enseñar a amar a las tradiciones venezolanas con la Misión Cultura, los marginados ahora tienen médicos allí cerquita, Barrio Adentro.

Los CDI no existían, las Salas de Rehabilitación Integral tampoco, una rehabilitación era casi imposible para un pobre como nosotros. Las viviendas dejaron de ser un lujo para los damnificados, hay una sensibilidad social sin precedentes que debemos cultivar, promover y mantener en el tiempo.

Mientras los enemigos de la paz, incendian, destruyen, sabotean nuestra economía y muestran como mayor logro la angustia económica de los venezolanos y el terror de su violencia en las calles, nosotros no debemos perder la sensibilidad humana, la conciencia que nos hace mejores.


Unidad en Amor a la Patria colegas, este es el mensaje en un día del periodista como hoy.

Feliz Día del Periodista hermanos de esta lucha, nunca olvidemos de dónde venimos y lo que hemos logrado juntos, porque aunque lo extraordinario se haga cotidiano…olvidar que es extraordinario podría llevarnos al despeñadero.

harimrodriguez@gmail.com



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Harim Rodríguez D'Santiago


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