Nota: Publicado originalmente en CommonDreams.org y CounterPunch.org. Traducido al castellano por "raed1298@yahoo.com" y corregido por aporrea.org
El viaje del secretario del Tesoro Paul H. O'Neill al Brasil, Argentina y Uruguay ha ayudado a enfocar un poco la atención a las crisis económicas y financiera de esos países. Pero hay un país donde los Estados Unidos están jugando un enorme rol - y altamente destructivo- que ha sido dejado fuera del panorama: Venezuela.
El pasado mes de Abril, la Administración Bush envió un poderoso mensaje no sólo a los venezolanos sino a todos nuestros vecinos del sur: si a nosotros no nos gusta el presidente que ustedes eligieron, usaremos nuestro poder para zafarnos de él de cualquier manera. Eso fue lo que quedo sobreentendido cuando la administración respaldó el intento de golpe militar del 11 de abril contra el Presidente electo de Venezuela. (La Casa Blanca más tarde justificó su respuesta diciendo que ellos pensaban que el Presidente Hugo Chávez había "renunciado"; pero no lograron engañar a nadie al sur de Río Grande).
Ahora veremos si el Senado de los Estados Unidos liderado por los demócratas, objetara esta política extranjera al estilo de los años 50.
El 3 de mayo, el Senador Christopher J. Dodd miembro del comité de relaciones exteriores del Senado solicitó una investigación del Departamento de Estado Americano, para averiguar que ocurrió en Venezuela. Lo que él obtuvo fue un informe encubridor -- el cual fue enviado al Senado la semana pasada.
La supuesta oficina independiente de contraloría general del Departamento de Estado, no entrevistó a ningún venezolano sino confió en los funcionarios de la embajada de Estados Unidos y otros, quienes tienen un interés directo de encubrir lo sucedido. Esto es comparable a investigar a ENRON entrevistando a KEN LAY y ANDREW FASTOW (*).
Las partes importantes del reporte permanecen clasificadas, específicamente, una sección titulada " Publicaciones Diversas hechas por los medios de noticias en Venezuela o en Estados Unidos." ¿Qué noticias elaboradas por los medios venezolanos y norteamericanos quiere mantener lejos de la discusión pública nuestro Departamento de Estado?
Por supuesto ellos no pueden esconder lo que los medios ya han publicado. El Washington Post y el New York Times citaron numerosas reuniones entre funcionarios superiores de los EE.UU. y las personas que lideraron el golpe militar del 11 de abril. La prensa europea fue aún más explícita sobre estas reuniones: "El golpe fue discutido en detalle, incluyendo la sincronización y las oportunidades de éxito, que fueron juzgada como excelentes," reportó el periódico inglés The Observer de Londres, citando fuentes en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Había docenas de pistas como esas en la prensa, que el Departamento de Estado hubiera podido investigar. Pero decidieron no hacerlo; o si lo hicieron, ocultaron los resultados a la opinión pública.
Algunas de las concesiones del reporte son más dañinas que las omisiones. Enumerando las razones de la hostilidad de EE.UU. al Presidente Chávez, el reporte señala "su implicación en los negocios de la compañía venezolana de petróleo (PDVSA), y el potencial impacto de esto en los precios del petróleo". Aquí tienen pues, la razón número uno para que el Departamento de Estado estadounidense apoyara un golpe militar en contra de un presidente elegido democráticamente. ¡Él tenia el descaro de involucrarse en las decisiones sobre cuanto petróleo debía producir Venezuela, en vez dejar estas decisiones a Washington! Y la gente se pregunta por qué el sentimiento anti-estadounidense esta renaciendo en Latinoamérica.
Sin embargo lo más importante del informe, es que admiten que funcionarios estadounidenses hicieron poco o nada para advertirle a los lideres del golpe, que Estados Unidos impondría sanciones a un gobierno instalado por la fuerza militar. Esto significa que todas las advertencias que hizo la embajada estadounidense de no apoyar un golpe, mientras que en Washington llenaban de millones de dólares a organizaciones pro-golpistas, eran una mera formalidad. El mensaje real fue una gran luz verde.
La oposición antidemocrática venezolana continua sin entender el mensaje, hasta que no halla una declaración explícita de la administración Bush de que un golpe daría lugar al corte de relaciones económicas y diplomáticas con los Estados Unidos.
El Senado debe exigir exactamente tal declaración y conducir una real investigación en lugar del encubrimiento del Departamento de Estado. Al no hacerlo, se estaría diciendo al mundo que nuestro Congreso -no sólo la administración Bush- tiene poco respeto por la democracia en Latinoamérica.
Mark Weisbrot es codirector del Centro para la Investigación Económica y Política(Center for Economic and Policy Research, www.cepr.net) en Washington, D.C. También es coautor (con Dean Baker) de Social Security: The Phony Crisis (University of Chicago Press).
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(*) Andrew Fastow fue director financiero y Ken Lay fue CEO de ENRON, ambos son responsable de la quiebra de la empresa.