El día martes 29 de julio, acordé con un camarada que estaba confrontando una situación delicada de salud, acompañarlo hasta las oficinas de la Dirección de Misiones –DIMISOC- de la gobernación del estado Anzoátegui. La finalidad del acompañamiento era apoyarlo en unos trámites de ayuda. Pasé buscándolo y antes de salir, le pregunté si tenía preparado los requisitos para presentar la respectiva solicitud e iniciar los trámites. El camarada “Cheo”, que así es como se le conoce, me confirmó que todo estaba listo.
Llegamos a la respectiva Dirección de Misiones -DIMISOC-, cuyas oficinas están ubicadas en la planta baja del edificio José Antonio Anzoátegui, sede de la gobernación. Al momento de consignar la solicitud, la persona que nos atendió nos dice que dicha solicitud, debería ir dirigida al gobernador y con una copia, no a DIMISOC, sino a una fundación, que tiene por nombre “Fundación de Misiones”. Aún así, se nos atendió cordialmente, pero el asunto me estuvo fastidiando mucho. No entendí la cosa. Si la Gobernación, tiene una estructura que se conforma a través de Direcciones; qué sentido tiene, que una dirección para hacer lo que legalmente debe hacer, decida crear una fundación para hacer la cosa que la Dirección está obligada a realizar.
Llevo al amigo a su casa, pero me siento el ruido retumbándome en la cabeza. Regreso al centro de Barcelona donde debía cumplir una actividad, que para ser más preciso, tocaba en las instalaciones de la Escuela de Artes Armando Raverón. Ahí oí hablar de otra fundación, que tiene la misma característica de la fundación creada por DIMISOC. Las funciones que son competencia de la Dirección de Cultura de la Gobernación, la Dirección de cultura con presupuesto y todo se las transfiere a esta fundación que tiene un nombre muy particular y simpático: Cielo Azul, según la conversa que se entabló en la escuela de Artes.
“Picado” por la curiosidad busco información con amigos y camaradas con los cuales mantengo frecuente contactos y en la biblioteca Temístocles Maza, me ofrecen el aporte de un camarada que tiene los estatutos de ambas fundaciones y exactamente, puede leerse en esos estatutos y en el capítulo referido “Del Patrimonio”, que los recursos a administrar por ambas fundaciones son los recursos presupuestarios de ambas direcciones. Aquí no hay ningún vicio de ilegalidad. Nada. Todo está bajo el reino de la ley. Las dos fundaciones están jurídicamente constituidas como ordenan las normas del caso.
Pedí una explicación y me dijeron que a través de la fundación las cosas son más expeditas. Inmediatamente, la curiosidad volvió a revolotearme en la conciencia. ¿Expedita? ¿Expedita para trámites? ¿Expedita para tener prácticamente dos Direcciones paralelas que hacen las mismas cosas? ¿Expeditas para evitar el paso por administración y finanzas? ¿Expeditas para otras cosas? Decidamos ser expedito y eliminemos muchas direcciones, incluyendo la de Administración y la Dirección de Presupuesto y todo será más expedito.
Todas estas dudas y preguntas fueron amontonándose y se me ocurrió una excelente idea que ahora se la dejo al camarada Aristóbulo, sin interés de cobrarle por ello ni un bolívar, como pago simbólico. Hágase también su fundación. Dele las competencias y los recursos presupuestarios de la gobernación a una fundación y usted, no tendrá razones para complicarse la vida. Así, todo será total y absolutamente expedito.
Camarada Aristóbulo, como cosa curiosa de la “Fundación de Misiones Sociales” en ninguno de sus artículo queda expresamente determinado, que por lo menos uno de la Junta Directiva sería nombrado por el llamado “PODER POPULAR”. Aristóbulo, es duro creer que no hayan tomado en cuenta al llamado Poder Popular, cuando es una bandera de la revolución y parte del legado de Chávez. ¿Es un decir o una forma de construir auténticamente el Estado Comunal? ¿Cómo se le “pasó” esto la DIMISOC?
Para nadie es un secreto, que la Directora de DIMISOC y Presidenta de la Fundación “Misiones Sociales”, viene de Fundacomunal, que definitivamente es una cosa buena para nada, pero menos para eso del “Estado comunal”.
@ClaudioElcuaco