Viendo quizás el paso de mis últimos días. Viendo quizás los últimos días de mis últimos pasos. Viendo en fin no sé qué que deba ver, observo sin embargo que aún queda un rescoldo de mesura en el capitalismo. Y eso quizás convence a los socialistas que dudan. A los socialistas que razonablemente fundan empresas para cubrirse de las nefastas consecuencias que, de sus propias y agudas críticas pudieran derivarse, por ser ellas axiomáticas.
Desconfiar del socialismo es tan lógico, que hasta los socialistas más enconados recelan de su viabilidad con una retórica sospechosamente secuaz. Y en razón de eso fundan empresas que sirven de mucho a muchas otras… Y no es para menos, sobre todo viendo lo arduo –o mejor, lo peliagudo, según Giordani– que resulta instaurar el socialismo…
En realidad ni sé por qué digo esto. Tal vez porque estoy desvariando. Por favor, discúlpenme. Mi real propósito es hablar de otra cosa.
Pero decía que el capitalismo tiene mesura –aun cuando en dosis de rescoldo, y distinto al socialismo, que pareciera no tenerlo en nada– porque acabo de leer en la no sé si bien o mal acreditada BBC, una noticia que, evidentemente es burda de esperanzadora, para nuestro destino. En tal sentido debemos recordar que en 2012 la industria del porno en Los Ángeles, California, gozaba de pleno empleo. Pero resulta que en 2013 la demanda de permisos para que se pudieran filmar tan excitantes películas se redujo en un 90%. Prácticamente a nada. No sé qué opinará la MUD de eso. (Y que conste que las veo solo por razones estrictamente académicas, o científicas. No por otra razón justificadamente cuestionable). Y todo porque el calvinista capitalismo de Los Ángeles (con razón tenía que ser de allí) corrió una ley que obligaba a los talentosos actores a usar condón al menos durante la filmación. Porque fuera de ella, es ya su problema…
Es cuestión de libertad individual. (Y menos mal que en tiempos del angélico presidente Clinton no existía tal extravío chavista). Pero por eso es que el capitalismo está destinado a triunfar. ¿Habráse visto, por dios, método más ingenioso para estimular el uso del condón?
El problema es que esta floreciente industria estadounidense se ha comenzado a trasladar a otros posibles paraísos “fiscales”… Sobre todo por huirle a la autoritaria imposición esa de usar el condón. Razón por la que de pronto pudiera decidir recalar aquí viendo que no existe legislación en tal sentido, además de que hay videos políticos por ahí que pudiera hacerla pensar que el terreno aquí es propicio en demasía. Y como quiera que Diosdado es acusado (sin prueba alguna, por supuesto) de ser el propietario de cuanto dios crió dentro y fuera del país, y, viendo que pudiera ser acusado también de ser el propietario de la “Venezuelan Cabello´s Metro Pornus without condom”, me luce prudente, sospechando, y en razón de lo que expresara antes (de que no existe ley alguna en tal sentido dentro del enorme pajar jurídico nuestro), que se promulgara de inmediato una ley que exija, para filmar cinco condones, a ver si como la harina de maíz, decide la tal industria eventualmente desviarse hacia otro país que no sea tan regulador de la iniciativa privada… Porque debe tenerse claro, además, que pudiéramos ser acusado ante la “comunidad Internacional” de país paria en lo más, de Estado fallido sin apelación debido a que dentro de tan prospectiva e infecta industria no se exija condón, o, cuando más, uno…
Seamos precavidos, por favor, lo ruego. Propongo que exijamos cinco. Pero eso sí, uno sobre otro. Porsia. No nos sigamos dejando sorprender por la realidad moral de un mundo tan lúcido.