Nadie nos lo ha contado y aceptando como inapelable el dicho que dice: "para muestra, basta un botón", les contamos bajo ese título muy atrevido porque estamos así -efectivamente- generalizando, asunto que jamás lo deseamos, pero que en absoluto descartamos que es eso lo que está sucediendo, por más lamentable que sea, que estuvimos ayer (27 de agosto) en el supermercado Bicentenario de la urbanización Macaracuay y nos causó la mayor sorpresa enterarnos, después de hacer una cola por más de hora y media para ingresar a sus instalaciones y hora y tres cuartos para salir con apenas seis productos (desde la 10:05 am hasta las 12:45 pm), que la causa de tanta demora seguían siendo los cajeros, pues de nueve (9) que hay instalados, solamente estaban en funcionamiento cuatro (4) y que estando ya adentro, observamos que habilitaron uno más, quedando sólo cuatro inoperantes, lo que nos hizo dirigirnos a hablar con el Gerente, persona a quien no pudimos localizar, pues nos informaron que había salido, por lo que a falta del jefe mayor, decidimos conversar con uno de sus asistentes.
Se trató de una dama, muy atenta, por cierto (debemos reconocerlo), pero cuyo nombre nos lo reservamos, para evitar que pudiera ser sancionada, ya que ella nos dijo que el problema de las cajas inoperantes no lo era por falta de personal, que allí ninguno de los empleados que integran el equipo de las cajas había faltado, que todos ellos (palabras más, palabras menos) "ha concurrido hoy a sus puestos de trabajo", sino que se debía a que los equipos no funcionaban y eso ocurre porque se trata de que son muy viejos y el Ministerio de Alimentación no se ocupa de hacerles el necesario mantenimiento, cuando lo que debería hacer es sustituirlos por equipos nuevos.
Le respondimos a la dama que no creíamos para nada lo que nos estaba diciendo, que más bien, le agregamos, estamos convencidos de que ahora como el Presidente Maduro ha tomado cartas en este asunto y ha puesto a todo el que tiene ver con este tipo de establecimientos públicos de ventas de alimentos a ponerse las pilas y a trabajar para acabar con las colas, pues ya los empleados habilitados para manejar las cajas están cumpliendo, como usted nos lo ratifica, con sus horarios para impedir que los despidan, por lo que la quinta columna enquistada en estos abastos Bicentenarios, como lo está en todos los organismos públicos, optó ahora por afectar los equipos, visto que ya no le funciona el cuento de que no hay cajeras y así torpedear las acciones que decidió tomar el gobierno para acabar con el martirio de las colas.
Ella de inmediato nos aseguró que decía la más absoluta verdad y tanto fue así que nos dio su nombre y nos pidió que como parte que somos nosotros del pueblo, que los ayudemos a ellos para que las instancias del gobierno que centralizan el manejo y operación de esos supermercados le pongan la debida atención no solamente al mantenimiento de los equipos y/o reposición de los mismos, sino a toda la infraestructura de los almacenes y asuntos conexos (asepsia, pintura, mejor y más rigurosa supervisión, mayor vigilancia, etcétera), pues eso, nos agregó, no lo podemos hacer nosotros, más allá de que lo quisiéramos hacer, pues no es competencia nuestra disponer de los ingresos de las ventas para atender esas tareas…
Efectivamente, no creemos que esta mujer nos "cayó a muela".Vimos en sus ojos y en sus palabras que hablaba con la verdad, de manera que aquí dejamos este testimonio en el interés de que sea revisada esa realidad que ella nos ha dicho y, además, que se investigue con el debido rigor, si el daño de los equipos es culpa de quienes deben ocuparse del mantenimiento de los mismos o si, por el contrario, es parte de un plan de sabotaje interno en el propio almacén o en el Despacho de Alimentación.
No olvidemos que el enemigo lo tenemos durmiendo con nosotros y eso no es asunto que está sucediendo ahora, ocurre desde que el Comandante Chávez asumió la Presidencia el primero de febrero de 1999 y de allí jamás se ha levantado….!!!