"...que no vengan a decirme que hemos cambiado y que el sistema de justicia en Venezuela se corresponde con la revolución bolivariana. Aquí ha cambiado todo y las cosas siguen cambiando, menos el sistema de justicia. Tampoco podemos decir que vamos hacia lo mismo, no, es que estamos en lo mismo cuando tocamos el tema de la justicia, o mejor, las formas de la justicia. Es un problema que no podemos evadir y, algunas veces, pienso que nunca lo hemos entendido en más de doscientos años…" ("Justicia y Transformación", artículo de Beltrán Haddad, Últimas Noticias del 25/08/2014).
Impunidad, matraca y rabia incontenida son una directa consecuencia de los retardos inexcusables de una justicia que, como lo asevera el abogado penalista Beltrán Haddad en el fragmento del artículo citado, con la autoridad que le otorga su dilatada trayectoria en el área en el campo del derecho y quien fue magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, cuando nos dice que en nuestro país "ha cambiado todo y las cosas siguen cambiando, menos el sistema de justicia…"
No podemos en las actuales circunstancias en que los grupos de la oposición todavía persisten en sus esquemas golpistas, con el apoyo cada día mayor del gobierno gringo y sus adinerados lacayos criollos, seguir tolerando que nuestro sistema de justicia se mantenga igual de ineficiente y manipulable, tal y como funcionaba en la Cuarta República. ¿Será, acaso, que han vuelto a reinar las poderosas tribus judiciales como aquellas que controlaban el sistema de justicia en todo el país y que eran tuteladas por el dirigente adeco, David Morales Bello, en las décadas del setenta, ochenta y noventa? No creo que hemos llegado a esos niveles tan nefastos, pero de que nuestro sistema de justicia anda bien mal, no hay duda alguna en asegurarlo…
Desde que asumió Nicolás Maduro la Presidencia de la República por decisión mayoritaria de los venezolanos, la oposición no ha descansado un sólo instante en llevar adelante planes de todo orden y calibre para sacarlo del poder, los cuales han dejado el saldo trágico de más de 45 venezolanos asesinados y cientos de miles de millones de bolívares en daños al patrimonio público y algunos cuantos de sus autores intelectuales, como lo son el Señor Capriles Radonski y la exembajadora alterna de Panamá ante la OEA, M. C. Machado, el primero con su llamado a "drenar la arrechera…" y, la otra, con su convocatoria a la guerra ya con "La salida", siguen allí en la calle como si no hubieran roto un plato. Nuestro sistema justicia se paraliza. Absolutamente nada hace, pareciera que fuerzas muy poderosas lo bloquean para que no haga nada, para que se abstenga de imputar a esos sujetos, cuyas pruebas para llevarlos a la cárcel son más que abundantes. Impunidad absoluta ha habido con ellos, lo cual nos cuesta entender cuáles son las causas y/ razones que conducen a que eso esté ocurriendo…!!!
De mantenerse ese modus operandi en los estamentos de la Fiscalía General y los estrados judiciales, ahítos ambos en casi todo sus niveles funcionariales, tanto bajos y medios, como en los de la muy alta gerencia, de gente marcadamente opositora y más aún antichavista, le estaríamos dándole armas y muy poderosas a quienes dirigen los planes de la conspiración permanente para derrocar el gobierno Bolivariano y, obviamente, apuntalando con ello, aún más, este sistema perverso de justicia que tenemos.
El retardo en la toma decisiones para sancionar a quienes cometen delitos del tipo que fuere o para hacerle justicia a cientos de miles de venezolanos atrapados por años en causas que no terminan de decidirse en tribunales y que por ello pasan por penurias inenarrables*, sólo se resuelve con voluntad y decisión revolucionaria, de manera que allí lo que hace falta no son nuevas leyes, sino hombres probos para reemplazar a los fiscales y jueces incapaces y corruptos, por ciudadanos intachables, bien formados, con ética a toda prueba y dispuestos a trabajar, sin descanso alguno, por la salud moral de la República de la mano del ideario de nuestro Libertador Simón Bolívar y de los llamados que hacia ese rumbo nunca dejó de hacer el Comandante Hugo Chávez Frías.
Estamos convencidos de que el liderazgo actual de la Revolución tiene la inmensa responsabilidad de darle un vuelvo de ciento ochenta grados a nuestro sistema de justicia, de manera de transformarlo en instrumento al servicio exclusivo de la construcción de una patria para todos y en donde el respeto a la vida, la equidad, la igualdad y la solidaridad, no sean simples palabras huecas, sino los códigos de una nueva manera de gobernar para lo trascendente, para lo sublime…
Otro si:
Recomendamos leer del mismo personaje, Dr. Beltrán Haddad, este artículo publicado igualmente en del diario Últimas Noticias del 10 de agosto último, bajo el título: Corruptos y especuladores
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(*) Simón Bolívar decreta ley contra la corrupción - Iconos de Venezuela
(*) Conocemos de manera directa de un caso que ya tiene estancado en tribunales casi diez años, debido a que la persona afectada es parte de nuestra familia, quien tiene ya más de 80 años de edad y padece, además, de una grave enfermedad (cáncer) la que, a Dios gracias, la medicina la tiene bajo control. El asunto, aun cuando parezca mentira, tiene que ver con la imposibilidad que ella ha tenido de recuperar su vivienda (¡ojo…! PRINCIPAL) alquilada a una persona de muy altos ingresos, lo cual no lo ha logrado debido a un retardo judicial inexplicable e inexcusable. Si este asunto llama la atención en alguna instancia supervisora y/o de control del Poder Judicial, informamos que la pondríamos en contacto con la afectada, para que sea ella misma la que les relate el calvario que le ha tocado vivir en estos, sus últimos años de vida…