Hambruna
La oligarquía es bocona. Se jactó de inocular los tres tipos de hepatitis a la economía. Ahora anuncia, por su vocero El Nacional, “la inminencia de una hambruna”. Conspira para que ese editorial del 29/8 se convierta en profecía autocumplida. Es el objetivo de la guerra económica, paso previo para el zarpazo al orden constitucional. Ya fracasaron con la guarimba terrorista y su “hambruna inminente” es deseo que no empreña. Estos profetas del hambre no tendrán última cena.
Fedejudas
Fedecámaras ofrece disculpas al país por las captahuellas. Es el guión de la guerra económica. El perdón del que te apuñala. Es el beso de Judas antes de venderte por 30 monedas. Es la confesión de los que “especulamos pero damos empleos”. Hay, empero, una excusa pendiente. La que debe Fedecámaras al pueblo por los muertos y las pérdidas millonarias de 2002. La que Jorge Olavarría denominó “la factura de ignominia” de Pedro Carmona y los empresarios. Esa factura está pendiente.
Parlagolpe
PJ grita a sus pares de la derecha que hay que ganar la Asamblea Nacional en 2015 para sacar a Maduro. Acaricia un golpe parlamentario tipo Paraguay. Los de “La Salida” (VP, MID, ABP,BR, VV, CC, BUN y BAN) ripostan que eso es distraccionista y que no van a esperar tanto, que ya no aguantan. El cacerolazo del 28 fracasó y los conatos de guarimba también. Lo del parlagolpe es tentador, pero pasa por ganar la AN, con el fantasma del plebiscito del 8D ahí, martirizándolos.
Ni guayas ni ollas
Las dos facciones de la derecha ensayaron sus métodos la semana pasada y ambas fracasaron. La “Salida” quiso guarimbear en Chacao y San Cristóbal. La “gente decente” no la acompañó. La MUD convocó a un cacerolazo y la clase media o “sociedad civil” respondió con “un vasto silencio de leones”. Ni las cacerolas para atormentar vecinos ni las guayas para degollar trabajadores convencen al desconcertado antichavismo. Lo dicho: sin tetas no hay paraíso y sin líderes no hay Miraflores.
Padre Nuestro
Puede gustar o no el Padre Nuestro versionado en el PSUV, pero el comunicado episcopal es tardío y politiquero. Si se trata de un patrimonio divino de la iglesia, debió rechazar anteriores versiones del arte nacional y universal. Ya lo hizo Pablo Neruda, Nobel de Literatura, cuyo Canto para Bolívar empieza: “Padre Nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire”. O el “Credo” de otro Nobel, Miguel Angel Asturias, también dedicado a Bolívar, o el de nuestro Aquiles Nazoa. Amén.
Colas buenas
Con su guerra económica, la burguesía estéril provoca las colas que critican sus medios y partidos. Pero no siempre las colas fueron malas para la derecha, las hubo buenas. En la Cuarta, las de los bachilleres sin cupo y las de los viejitos que pedían en vano sus pensiones y les lanzaban agua, gas y rolo. En la Quinta, durante el sabotaje petrolero, las de más de tres días para echar gasolina o conseguir una bombona de gas. Hoy, las de las trancas criminales de las guarimbas.
Curules vacías
Hay un paisaje desolador en el ala derecha de la Asamblea Nacional. Las sillas vacías forman parte de esa asolada geografía política. Los diputados de oposición brillan por su ausencia. En parte, por irresponsabilidad con sus electores, pero también por las pugnas internas que los obligan a no descuidar patio y partido, donde los suplentes se los quieren masticar. Otros usan la curul solo como trampolín para alcaldías y gobernaciones. Y así quieren ganar la AN, desde la ausencia.