El presidente Hugo Chávez nos hablaba desde la belleza, desde el alma, desde la pedagogía del amor y la ética, en cada obra y acción dejaba esa huella.
El amor y el humor estuvieron presentes ¡hasta en los momentos más duro de su vida! El amor entendido como sacrificar el "yo" por el compartir, ayudar, luchar por y con el prójimo.
El Comandante Chávez dio prioridad al "nosotros" para conjugar luchar con igualdad y justicia, nunca separó el hombre de la naturaleza; insistió siempre en cambiar el sistema, la cultura para salvar al planeta, la civilización.
Una vez nos contó -por los medios- con ese humor que lo caracterizaba, sobre la música llanera: "Yo amo la canción, amo la poesía. No canto bien, pero canto bonito, así dijo un llanero: Chávez no canta bien porque es desafinado, pero canta bonito porque canta con el alma".
El Comandante sabía de la geopolítica mundial y el papel de la Revolución Bolivariana como ejeplo para los pueblos del mundo, que luchan por su independencia.
Y proféticamente con el bicentenario de la Carta de Jamaica nos habló del 2015 y citaba, "el velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya hemos sido libres y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos"
Las acciones de la revolución en este año 2015, deben estar marcadas por ese legado de amor y lucha del presidente Hugo Chávez y reforzadas con una campaña comunicacional impregnada por uno de sus aportes más importantes: habernos hecho comprender que somos sujetos históricos, protagonistas de nuestro destino.
Es un año para que nuestros medios asuman de una buena vez que es una revolución ética, material, anticapitalista; que los valores se aprenden, que es una lucha contrahegemónica.
Es un año de apoyo incondicional al legado de Hugo Chávez y al presidente Nicolás Maduro.