La “alianza macabra” vino a Venezuela a dar “lecciones de democracia y de respeto a los derechos humanos”. Cuando (des) goberrnaron fortalecieron el narcotráfico, crearon y fananciaron a los paramiltares, dieron luz verde para asesinatos y desapariciones selectivas conocidas como “falsos positivos”, conspiraron y respaldaron golpes de Estado, vendieron su país. Crearon la triple entente del crimen organizado.
Prontuario:
El cartel de Cali aportó a la campaña presidencial de Andrés Pastrana (1993-1994) la suma de 6 millones de dólares, el mismo cartel que sembró de muerte a Colombia, el mismo que “ayudó” a Álvaro Uribe Vélez a cambio de legalidad, con sumas mil millonarias. Ambos se hicieron de la vista gorda ante las matanzas de connacionales. Pastrana y Uribe crearon el paramilitarismo, idearon las fosas comunes y los llamados “falsos positivos”. Colombia es hoy, gracias a su acción, un campo de batalla, con de muertos y desplazados para arrebatarles las tierras a sus legítimos dueños: los campesinos. Los sindicatos fueron barridos, sus dirigentes asesinados, igual que miles de dirigentes de izquierda y con la siembra de bases militares de los gringos, con lo cual vendieron su soberanía. Implementaron el llamado “Plan Colombia”. Es conocido como “Patraña” y Uribe como el “Paraco Mayor”.
Felipe Calderón dijo en el Foro Derechos Humanos y Democracia que a los venezolanos les da miedo andar en la calle, pues los padres se preocupan por la inseguridad. Nada dijo se los 43 normailistas desaparecidos y calcinados en México. Fue en Guerrero, donde como presidente permitió que se fortaleciera el narcotráfico y las bandas criminales, privatizó el país azteca y dejó sentadas las bases para que Enrique Peña Nieto continuara con su labor de desaparecer a los pobres. Cuando culminó su “desgobierno” había 51 millones de pobres.
El otro “demócrata”, Sebastián Piñera, avaló al dictador Augusto Pinochet en los crímenes políticos, las torturas y las desapariciones, la venta de Chile, reforzó la política neoliberal del dictador al privatizar la educación. Actuó contra el pueblo “Mapuche” y reprimió a los estudiantes con los Carabineros que actuaron en el golpe contra Salvador Allende. No modificó el fraudulento sistema electoral chileno que le dio amplias ventajas a la dictadura auspiciada y respaldada por Estados Unidos.
Es la “triple entente criminal” que viene a dar “lecciones de derechos humanos y democracia” con un prontuario delictivo sin parangón en la historia. Es una mezcla de narcos, paramilitares y represores. Son los mismos que en alianza con los dueños de medios de comunicación privados, nacionales e internacionales, en sus respectivos países impiden que se conozca la verdad.
Son indeseables, mensajeros del imperialismo yanqui, defensores del fascismo y de terroristas como Leopoldo López y María Machado.
Y para que no quede dudas de qué intereses defienden se negaron a recibir al Comité de Víctimas de las Guarimbas.
Es la “alianza macabra” que no son bienvenidos a la patria de Bolívar, a la patria de Chávez.