Y llegamos al año 15 de este siglo, con un sabor amargo por la ausencia física del Comandante eterno pero con el corazón cada vez más comprometido con la lucha por la construcción del socialismo, único norte y última frontera por el bien de la humanidad.
Han sido 16 años vividos bajo el acecho de los conspiradores y petulantes y para bien de todos hemos salido victoriosos de todas las batallas y en todos los terrenos. Seguimos apostando a la democracia participativa y protagónica aunque los obstinados neo fascistas opositores no cesen en sus campañas contra todo cuanto signifique dignificar a un pueblo que cada día es más consciente de su papel histórico.
Seguimos demostrando ante el mundo que el mas subversivo acto que realizamos en Venezuela es darle poder al pueblo, situación que al imperio le incomoda y a la derecha le saca yagas en sus carcomidas neuronas.
Por eso es que somos fuertes y a pesar de los férreos ataques de los apátridas opositores, seguimos colectivamente y bajo el mando de Nicolás Maduro venciendo las dificultades, corrigiendo nuestros errores y principalmente fortaleciendo nuestra democracia.
Este año en particular vamos a elecciones, vamos a someternos a la voluntad del soberano quien para todos los efectos es el único dueño de los destinos de la patria. Un escenario donde debo decir que los revolucionarios sin caer en triunfalismos, nos sabemos organizados, definidos y disciplinados, no así en el campo opositor, allí el ego, el personalismo y las ansias de poder hacen de la MUD un caldo bacteria de cultivo cuya podredumbre perfuma la lucha interna por hacerse de la nominación de candidatura.
Ahora bien, lo triste de esta oposición maniaco depresiva, es que sigue creyendo que con difamaciones va llegar al poder, sigue apostando al rumor, al sabotaje, a la guerra económica, al racismo, xenófobo y chovinista contra Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay entre otros donde el socialismo avanza y lo peor siguen al igual que gato, intentando ocultar el excremento neo liberal sobre el cual tienen puestas todas sus aspiraciones como estrategia para confundir a los aletargados e idiotizados por los fetiches de la sociedad consumo. Estamos en batalla así que a luchar por la victoria. Todos con Maduro es nuestra única consigna.