¿QUÉ HACER?
"Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha" debe ser la consigna central que nos fortalezca y unifique como pueblo trabajador ante el enemigo de clase.
Sí, porque estamos inmersos en una lucha de clases; el pueblo que vive de su trabajo ha despertado y tomado conciencia que el camino revolucionario es el correcto, es el camino que define su posición de clase trabajadora, el camino que le conviene como pueblo explotado que lucha por romper las cadenas que le oprimen, por ello votó y sigue votando mayoritaria y consecuentemente a favor del Proyecto Revolucionario Bolivariano. A pesar de la desmesurada propaganda anti-proceso (anticomunista), liderada por los imperios y sus lacayos "nacionales", el pueblo de a pie, la clase trabajadora, sin tapujos, eligió el camino del socialismo y punto.
¡Eso es lo que tenemos que defender! El alerta del compatriota Maduro, expresado en ocasión de la conmemoración a los 198 años de Ezequiel Zamora en el estado Miranda, nos pone la carne de gallina porque devela que hay mucho dinero aupando a los golpistas y él, nos informa, está preparado lo suficiente para cuidarse, y consideramos que a su familia también, pero duda en cuanto a nuestra preparación para rescatar nuestra democracia, nuestra revolución. Al expresar que el pueblo debe estar preparado para "rescatar su democracia, su revolución" da a entender que los golpistas triunfaran y nosotr@s (pueblo) debemos estar preparad@s para rescatar lo perdido.
¿Ustedes están preparados? Nos pregunta Maduro en su discurso. Pues no lo estamos Presidente, porque durante estos años de Revolución a nuestra dirigencia (ustedes) le dio miedo empoderar al pueblo y, por ende, prepararlo para asumir desde todos los ángulos la defensa del proceso en el cual hemos estado participando electoralmente y en una que otra movilización pero no participando y protagonizando el proceso emancipador como lo pauta la Constitución Nacional y las pocas Leyes que una Asamblea Nacional ha aprobado tímidamente.
Tanto es así, "Presidente Obrero", que este es uno de los pocos procesos revolucionarios (por no decir el único) que desde sus inicios no ha permitido y ha constantemente saboteado la incorporación de la clase obrera organizada en función de gobierno. Recuerde Presidente que al inicio del Proceso Bolivariano, estando reunidos en La Ciudad Recreacional "Los Caracas" l@s directivos de los más combativos sindicatos y federaciones (venidos de todo el país), usted, el "Chino" Khan, Vera y el "mocho" Jacobo entre otros, por indicaciones de "Don" Luis Miquilena, se opusieron a la toma de la sede central de la CTV (Cova y compinches ya tenían hecha maletas para volar). Desde ese episodio comenzó el aislamiento contra la clase obrera organizada, pero esa es otra historia. Lo innegable es que este ha sido un proceso divorciado de las luchas de clase del obrero, del campesinado y de lo más puro del pueblo indígena no tarifado.
Golpe de Estado cruento significa que será sangriento y fundamentalmente protagonizado por factores del ejército nacional, pues que sepamos, en el mundo todo "Golpe contra un Estado democrático" ha sido propiciado por quienes tienen absoluto control de las armas: el ejército y cuerpos policiales. Los civiles no tienen la capacidad bélica ni armas para dar un Golpe de Estado, lo más que pueden hacer es acompañar, apoyar a los militares golpistas. !Esa es la realidad¡ Lo demás pura paja.
Siendo así, el Presidente no está siendo claro con nosotr@s e informándonos cuanto sabe sobre l@s involucrad@s en la movida: ¿quiénes y cuántos son? Por lo que intuimos, en función del perfil de los militares que hasta hoy han desertado o traicionado los principios revolucionarios, los dispuestos hoy a la asonada golpista deben de ser aquellos incursos en hechos de corrupción y los hay bastante. Sólo basta revisar las empresas del Estado que han sido arruinadas y desfalcadas por el componente militar cedido a funciones gerenciales, Guayana es el ejemplo más deplorable. Auditar CADIVI y los SICAD I y II es igual a dictar auto de detención contra la plana mayor de los generales que gerenciaron el mayor desfalco conocido en la historia de la nación. Revisar y auditar el Ministerio de la Alimentación y entes adscritos es misión imposible. Conseguir hoy cabillas, cemento y automóviles chinos pasa por conectarse con la mafia castrense se ocupa de su distribución. Ni que hablar de los cómplices y socios del contrabando de extracción, todos apostados en las fronteras que debían haber protegido.
Así las cosas, estamos bailando en un tusero. Ellos presiente que está llegando a su fin el estado de impunidad que irradian los entes encargados de detectar, investigar y encausar a los corruptos. Los pone nerviosos el hecho de que cada día más y más venezolan@s se convencen de la necesidad de revisar y auditar las instituciones del Estado que asoman hechos dolosos.
Pero pueblo salva a pueblo y las acciones que se preparan no cuentan con la aprobación de la oficialidad que recién se ha formado en nuestras casas de estudios castrenses. Oficialidad que se ha formado en el estudio de la Constitución Bolivariana, en la nueva doctrina militar con visos latinoamericanocaribeños; joven oficialidad que ensayó y se compenetró con los gritos: "Patria o muerte, venceremos", "Patria Soberana y Socialista". Oficialidad que ha sido mudo testigo del derrape de sus superiores en sus correrías fraudulentas y que han soportado estoicamente maltratos y desprecios por esos nuevo ricos que les comandan.
Amanecerá y veremos pero esa oficialidad, patriota, no comandará tropa alguna para masacrar a su pueblo, porque en el Proceso Revolucionario se ha hecho pueblo y su tropa es pueblo.