En este día conmemorativo de las rebeldías de las mujeres por los derechos que históricamente le han sido negados, el Movimiento Caamañista-MC, en lucha por una nueva democracia y un nuevo socialismo, reafirma su determinación de acompañar a nuestras mujeres trabajadoras y a todo el género oprimido en la lucha por una democracia integral que las incluya plenamente y les posibilite ser un componente fundamental del poder de decisión en todas las vertientes de la vida en sociedad: en la relación de pareja, en el hogar, en la organizaciones sociales y políticas, en los centros de trabajos y estudios, en la producción, en el diseño de políticas públicas, en los medios de comunicación y de creación de pensamiento, en los órganos del Estado…
Nos pronunciamos por una construir una democracia de género en el contexto de una transformación que garantice la liberación de las clases explotadas y oprimidas, y ataque a fondo las raíces culturales y materiales de todas las discriminaciones, entre las que destacan el dominio del capital como relación social opresiva, el patriarcado, el racismo y la dictadura de los adultos.
Para el MC liberación de clase, emancipación de género y soberanía van de la mano en una sociedad capitalista dependiente y profundamente machista como la dominicana, en la que el empobrecimiento se ensaña contra todos/as los asalariados/as y los/as marginados/as, pero muy especialmente contra las mujeres y los/as jóvenes; que además sufren la violencia, el maltrato, el acoso físico y espiritual de un poder masculinizado que las entiende como su propiedad, como instrumentos de placer y de trabajo no compensado, algo muy funcional a la sobre-explotación capitalista.
Aquí, esas regularidades del sistema de dominación capitalista a escala mundial -constantemente reproducidas por los instrumentos destinados a dominar las mentes- están agravadas por ejercicio de poderes impregnados del pensamiento y las prácticas que sitúa a la mujer como un ser inferior en grado extremo y plagados de indignantes formas de corrupción.
El poder clasista-machista se resiste a las crecientes luchas y reclamos femeninos, que si bien a veces se traducen en leyes, en limitadas cuotas de representación y en reconocimientos que admiten derechos elementales, son permanentemente bloqueadas, menospreciadas y adulteradas; avasalladas incluso por una cultura machista centenaria, que lejos de ser progresivamente desmontada, es constantemente reciclada y camuflajeada.
Así las cosas, las campañas oficiales y las promesas de la partidocracia sobre los derechos de las mujeres resultan son formales. Tan formales y simuladas como los planes para superar empobrecimientos, discriminaciones y modalidades de explotación y corrupción que no cesan de crecer con viejas y nuevas formas.
Los femenicidios (incluso anunciados), los acosos, el tráfico humano, la prostitución de menores, la sobre-explotación, la negación de los derechos re-productivos, la instrumentalización sexual, las desigualdad en todos los órdenes, la industria de la belleza, las injusticias en la remuneración del trabajo y en la oportunidad de empleo, el afán de invisibilizar las luchas de las mujeres, la violencia estatal-policial, la exclusión del lenguaje, la paternidad irresponsable…no dan tregua al sufrimiento de nuestras mujeres.
Bien se ha dicho que no hay mayor desgracia para un ser humano en este país que ser mujer pobre, negra y de origen o ascendencia haitiana. Y hay de las jovencitas y niñas con esas características.
Es hora de ir a la raíz del problema y exigir cambios sustanciales. Es hora de construir contrapoder popular feminista articulado a todos los movimientos en lucha contra la dictadura de clase, contra la dictadura de la partidocracia, contra el racismo, contra la burguesía transnacional depredadora de nuestros recursos naturales y empobrecedores del país.
ES HORA DE LA INDIGNACIÓN COLECTIVA FRENTE AL DRAMA POPULAR Y LA TRAGEDIA FEMENINA AQUÍ Y EN TODO EL PLANETA.
Por la Coordinación Central:
Narciso Isa Conde
8-03-2015, Santo Domingo, RD.
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