Frente a la arremetida imperial, la convocatoria a la lucha y a la defensa de la patria es clara, llana y tajante, no admite resquemores y menos aún vacilaciones ideo políticas, ni pretextos inútiles que a los sumos, solo sirven para justificar la incompetencia, el revanchismo y la apatía, con la cual se expresan aquellos que no embargan un huevo de la canasta en favor de la patria, pero que viviendo de ella y en ella, se erigen como los gurúes de unaestadio de análisis puro y exquisito,con el que se pretende descodificar y clasificar al gobierno bolivariano, desde las catatumbas de los reconcomios, donde solo hay tinieblas y desesperanzas, malas noticias y desasosiego.
En ese sentido, partiendo de la afirmación del Comandante Fidel cuando dijo que: revolución es sentido del momento histórico, estoy convencido que más allá de la unidad de los patriotas, el momento exige el reconocimiento y fortalecimiento de la estructura político institucional que soportan al estado y que ordenan su funcionamiento. Esta semana por ejemplo, hemos vistos la movilización del pueblo,de la fuerza armada, de sus instituciones, de los partidos y demás organizaciones políticas. Hemos visto como el sentido de patria ha brotado hasta en las filas de la oposición y felizmente hemos observado como la ultraderecha apátrida se ha quedado sola gritando al vacío.
Pero cuidado, que el imperio no da puntada sin hilo, ni dedal, y aunque su arrogancia, sus secuaces y las torpezas de sus cachorros criollos, le presentan como idiotas bobalicones, tras la charada se esconde el asesino que en cualquier momento ataca. (Hagamos memoria de los últimos veinte años).
Reconocemos que nuestro pueblo nada sabe de guerras, invasiones, torcer brazos y asesinar hombres desarmados, mujeres y niños. De lo que sabe es de patria, lealtad y compromiso, y eso es más poderoso que todas las bombas atómicas, pues la contundencia de nuestro amor por la libertad, hoy es ejemplo en el mundo y por ello paradójicamente somos una amenaza para el Señor Obama.Ellos no descansaran en sus intentos por re colonizarnos. Tal vez hagan silencio y hasta retiren el infeliz decreto, pero seguirán golpeando.
En ese sentido, cuando digo: Todos con Maduro, Diosdado y el comando Cívico Militar, les digo parafraseando a Chávez: Que nadie se equivoque. Viva Nicolás Maduro, viva la revolución.
