Acabo de leer un reportaje sobre el estreno en los próximos días de la película “El Desertor” basada en la terrible persecución que vivió la juventud venezolana durante los gobiernos de la tétrica cuarta república. Seguramente si se le pregunta a un joven actual sobre el significado de esta palabra (Recluta) la desconoce por completo ya que esta practica fue eliminada cuando el Presidente Chávez llega al gobierno. Los jóvenes entre 18 y 30 años sufrían la cacería de las fuerzas policiales para cumplir la “cuota” del servicio militar obligatorio. A cada quien se le pedía la identificación de una manera compulsiva (¡cédula pajarito!). Dice Raúl Chamorro director del mencionado film que: “Es una historia que quiere reflejar lo que hace el poder cuando se usa este para abusar y hacer cosas indebidas.
Esta película tiene muchas lecturas, como lo debe tener el cine en general, pues tiene algo de histórico y mucho de sociológico”. Para esa época guardaban silencio cómplice las organizaciones de derechos humanos, gremios periodísticos, SIP, CNP, ONG, OEA, EEUU, Medios de Comunicación y demás instituciones al servicio del gran capital. Justificaban semejante práctica la recluta implicaba demás un trato despótico y represivo una vez que los jóvenes pasaban a un cuartel. Por supuesto solamente iban a cumplir el servicio militar los hijos de los obreros y campesinos ya que los niños pudientes lo amparaba el mismo sistema. Me entero que la película “El Desertor” cuenta la historia de un campesino que ingresa al servicio militar luego de ser reclutado. Allí sufre maltratos y humillaciones de todo tipo hasta el punto que toma la decisión de escapar de su cautiverio. En esas andanzas fuera del cuartel el protagonista vive una intensa historia de amor, sinsabores y mucha reflexión sobre el desenlace dentro y fuera del cuartel. El mencionado films fue rodado en la región andina de Trujillo. Sobre la olvidada Recluta habló en estos días nuestros versado Ministro de Educación Camarada Héctor Rodríguez llamando la atención de rescatar nuestra memoria histórica. Sin haber visto la mencionada película seguramente este films ayudara en buena parte a refrescar la memoria de lo que significó la despiadada y represiva recluta durante los gobiernos del puntofijismo. Y no hablemos de la ley de vagos y maleantes donde los pobres por simple capricho de cualquier funcionario iban a parar a cualquier cárcel del país. No había derecho ni a pataleo ni a defensa alguna. El propio estado forajido y terrorista. Y no hablemos de la masacre de Yumare. De Cantaura y la victoria. No hablemos de masacre de El Amparo y la isla de Tacarigua. Y si hablamos de Cocollar, Cachipo o de la cruel y dantesca masacre del “Sanz”, donde fueron asesinados los estudiantes Rafael Guerra y César Alberto Millán (Guerra y Millán). Todo esto para no recordar lo que hicieron en 47 horas cuando dieron el golpe de estado en Abril del 2002.
Fue la Revolución Bolivariana la que instauró un estado de derecho y de justicia, respetando de verdad los derechos humanos. Definitivamente esta gente (MUD) no tiene compón. Por eso es que hay que tener presente la consigna: ¡Prohibido Olvidar!
