Después de unos meses de haber elegido a Nicolás Maduro como presidente de nuestra querida Venezuela, empezamos a escuchar y leer un montón de comentarios al estilo, "Soy revolucionario, pero ahora …" "Soy chavista, pero con Maduro …" "Soy socialista, pero …"
Bla, bla, bla …
Le digo "bla, bla, bla" por una simple razón.
Me parece que en pareja, cuando dos personas están enamoradas, pero de verdad, las dos personas desarrollan o amplían en conjunto varios sentidos o sentimientos humanos innatos, llevándolos a un nivel más elevado o avanzado en pareja. Si esto no ocurre, la pareja pone en riesgo su futuro ya que las dos personas se encontrarían a menudo en dos ondas muy diferentes, lo que crearía muchísimos conflictos y mal entendimientos, y eventualmente, una posible ruptura (o peor).
La mente y el corazón de las dos personas deben encontrarse al mismo nivel de desarrollo para poder sobrevivir y sobrepasar cualquier obstáculo en el camino del desarrollo comunal.
En una verdadera pareja se pudiera desarrollar, por ejemplo, la paciencia, la tolerancia, el entendimiento, la empatía, el sentido de humor, la conciencia, el reconocimiento de lo bueno en otros, la anticipación, la simpatía, la calma frente a la tormenta, el escuche versus la habladera, el rigor, la honestidad, y la capacidad de abrir el alma a lo desconocido, pero con humildad versus prepotencia.
Pero existe un elemento fundamental, y eso es la confianza.
Sin confianza al 100% no puede existir una verdadera y exitosa pareja en matrimonio, o en negocios, o en cualquier cosa.
Lo mismo se aplica en Revolución.
Cada participante debe poder enfrentar la verdad en cualquier momento, pero con valentía y no cobardía, no debe engañar, ni emocionalmente, ni mentalmente o físicamente, ni debe mentir, ni ser hipócrita, como para protegerse, así como muchas veces me sugieren algunas mujeres, "Tu esposa nunca se enterará." Pero yo, muy orgullosamente, tengo una sola mujer, una sola esposa, por siempre, y no me presto para engaños o hipocresía.
Es igual con la Revolución.
Pero --- hay otros que dicen ser fieles --- pero solo cuando les conviene, o cuando las cosas van bien --- pero --- cuando las cosas se ponen un poco feas o difíciles empiezan a justificar su falta de lealtad, es decir, empiezan a hacer excusas para sus debilidades, y así es la vida de algunos --- la pareja no se enterará, ¿verdad?
Cuando voté por Maduro, voté con el reconocimiento de que decidí confiar en él al 100%, así como confío en mi esposa al 100%, si no, no hubiera votado por él, y nunca hubiera aceptado estar en pareja con mi esposa.
Confiar en alguien al 100%, pero de verdad, es una decisión que uno hace, no es alguna conveniencia pasajera, o algún antojo, o alguna promesa para el futuro, o alguna fantasía o deseo impalpable, o alguna esperanza, no, es una decisión --- bueno --- a menos que uno sea un hipócrita.
Es una decisión.
Así como la mayoría de los chavistas, yo sabía que a raíz de la muerte de nuestro querido Chávez, la cosa se iba a poner muy, pero muy difícil, y muy fea, no solamente para nosotros, pero también para Maduro, y para los equipos del gobierno Revolucionario.
Sabíamos que la corrupción y los robos iban a aumentar significativamente después de la desaparición de nuestro Comandante Chávez, lo sabíamos. Estaban esperando su muerte. Sabíamos que la violencia opositora iba a desatarse. Sabíamos que los ataques por parte de EEUU iban a incrementar.
Nada ha sido una sorpresa.
Cualquier verdadero chavista sabía esto, y sabíamos que al votar por la continuación de la Revolución debíamos estar preparados mentalmente, espiritualmente, y psicológicamente para lo que vendría, y así fue para la mayoría de los chavistas que votamos por Maduro.
Esa es la realidad.
Como con la mayoría de los chavistas, cuando decidí casarme con la Revolución, decidí casarme, pero de verdad. Lo hice por siempre, y sin ninguna condición.
Así es con mi esposa, así es con la Revolución, así es con Maduro.
Pero parece que existe un paquetico de socialistas, amargados, llorones, infelices, algunos muy bien conocidos, que no entienden este concepto de la unión matrimonial, o de la pareja, es decir, de igual manera que despotrican con sus sinnúmero de quejaderas, bla, bla, bla, contra el presente proceso Revolucionario bajo Maduro, me imagino que despotricaran contra su(s) pareja(s) cuando les conviene.
¿O será que no tienen pareja, pero de verdad?
¿Será por eso que esos socialistas no entienden nuestra Revolución?