Siguiendo la ruta trazada por el Comandante Presidente Hugo Chávez, nuestras relaciones internacionales al mando del Presidente Maduro, cada día tienen más fuerza en el mundo. Hoy somos una referencia de respeto apoyada por casi la totalidad de los países del planeta gracias a una dinámica geopolítica estratégica, que lejos de arrodillarnos al derruido imperio norte americano, nos abrió las puertas de las naciones, incluyendo aquellas con las cuales no existe coincidencia de carácter político doctrinario, pero si un sólido convencimiento de la necesidad de sostener nuestra tesis de independencia, autodeterminación y multipolaridad.
En ese sentido Venezuela está presente y por ello hoy es propulsora de un dialogo civilizado de paz, con el cual hemos avanzado en la construcción de un mundo sin hegemonías, humano y en libertad.
Sin embargo algunos seudos dirigentes de la maltrecha oposición criolla, por maldad, incapacidad o ignorancia, no entienden que la guerra fría del siglo XX se acabó, y como respuesta ante su derrotados argumentos, persisten en refugiarse tras el escudo del capitán américa, luchar por la justicia de súperman y soñar con la llegada al suelo patrio de los Marines genocidas y sus misiles de paz y democracia.
En base a lo anterior, podemos asegurar que en esa corroída Mesa de la Ultra Derecha, los único que se sirve es odio, miseria humana, desesperación y maldad, y tal vez sea esa la razón por la cual ni siquiera han podido lograr un enunciado, una premisa, una aspiración de algo que se parezca a una alternativa lógica, teórica, sustantiva, democrática, que defina su lugar ante la historia y más allá de consignas delirantes, prejuicios de clase, racismo y la evidente xenofobia, proponga algo que se parezca a un proyecto de país.
Ahora bien, el Presidente Maduro viajo a Rusia y para el ex candidato derrotado eterno Henrique Capriles, eso es un "viajes turísticos" y no conforme con decir semejante estupidez, reconoce que él no sabe ¿Qué gana el país con eso? Pero lo vergonzoso y trágico no son su malintencionada declaración, hecha a propósito para confundir a los aletargados que le creen, sino que haciendo alarde de un vacío de conciencia supremo, califique nuestra relaciones unilaterales con Rusia de "fiesta" en un intento por minimizar el impacto político, económico y social que han tenido para bien del país.
En descargo de la idiotez (sin idea) del precitado ex candidato, gracias al Presidente Maduro y su diplomacia activa y militante, Venezuela y Rusia estrecharon relaciones bilaterales en materia petrolera, establecieron nuevos acuerdos de cooperación que incluyen la producción de crudo y gas, y constituyeron empresas mixtas para la prestación de servicios en el área de hidrocarburos.
Por ultimo sabemos que estamos en medio de un difícil momento económico por la inflación inducida, el bachaqueo y los raspa cupo, por ello no dudamos en calificarlo de guerra económica, pero debemos confiar en los esfuerzo que hace el gobierno por revertir esta situación.